La gentamicina es un antibiótico aminoglucósido muy utilizado en el tratamiento de infecciones oculares, pulmonares, intestinales, etc, producidas por gérmenes Gram negativos, así como para la endocarditis bacteriana. Sin embargo tienen un grave problema, su nefrotoxicidad o capacidad de dañar el riñón.
A pesar de ser uno de los aminoglucósidos más nefrotóxicos, la gentamicina se utiliza muy frecuentemente como fármaco de elección y de sustitución en una gran variedad de situaciones clínicas. La incidencia de la nefrotoxicidad por gentamicina ha aumentado de forma progresiva desde su introducción en la clínica, hasta alcanzar un 15-25% de los tratamientos, a pesar de un correcto control y seguimiento de los pacientes. Esta cifra aumenta hasta un 50% cuando el tratamiento es superior a 14 días. La única solución existente hasta ahora era retirar el antibiótico y sustituirlo por otro menos nefrotóxico, pero frecuentemente, menos efectivo.
La metformina es un antidiabético oral que, junto con la glibenclamida es considerado por la Organización Mundial de la Salud como los dos fármacos esenciales en el tratamiento de la diabetes. Investigadores de la Red de Investigación Renal (REDinREN) del Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Ciencia e Innovación, han demostrado que la metformina protege del daño renal inducido por la gentamicina. También han demostrado que dicha protección es debida a que la metformina previene la alteración en la función de las mitocondrias que induce la gentamicina, y por lo tanto, disminuye la producción de radicales libres de oxígeno y el consecuente estrés oxidativo. Esto lleva consigo un menor daño renal y una recuperación más rápida del órgano afectado.
La importancia de este trabajo radica en que, por un lado plantea un mecanismo de daño renal por la gentamicina causado por la alteración de la función de las mitocondrias, y por otro, propone un tratamiento con un fármaco bien estudiado y altamente utilizado, la metformina, que permitiría mantener el tratamiento con gentamicina o incluso aumentar la dosis sin que se produzca daño renal agudo.
Ya que la gentamicina sigue siendo el antibiótico de elección para las infecciones intrahospitalarias y su uso está muy extendido en la unidades de vigilancia intensiva tanto pediátricas como de adultos, poder prevenir sus efectos nefrotóxicos será de enorme utilidad para un gran número de pacientes.
Referencia bibliográfica:
Morales AI, Detaille D, Prieto M, Puente A, Briones E, Arévalo M, Leverve X, López Novoa JM, El-Mir MY. Metformin prevents experimental gentamicin-induced nephropathy by a mitochondria-dependent pathway. Kidney Int. 2010 May;77(10):8619.
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