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OmnicomPRGroup
- 13 de mayo de 2024
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Nutricia presenta el manual “Manejo nutricional de los trastornos de la conducta alimentaria en pediatría”
Entre el 11% y el 27% de los adolescentes en España presentan conductas de riesgo para desarrollar un TCA
• Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son un grupo de trastornos mentales que se caracterizan por una alteración persistente de la conducta relacionada con la alimentación que impacta negativamente sobre la salud y el funcionamiento psicosocial de aquellos que los padecen.
• La desnutrición provoca una afectación a nivel cerebral que empeora la capacidad de razonamiento y dificulta el abordaje psicoterapéutico de los pacientes. “Un cerebro que no come no puede pensar, lo que convierte en imprescindible focalizarse en primer lugar en conseguir una recuperación nutricional mínima que permita el abordaje del equipo de salud mental”, señala la Dra. Murray.
• Nutricia presenta un manual que aúna los conocimientos de profesionales de diversas especialidades y unifica la revisión de la bibliografía más actualizada. Ofrece un enfoque práctico que será especialmente útil para la práctica clínica diaria de pediatras, dietistas, enfermeros, logopedas, terapeutas ocupacionales e incluso psicólogos y psiquiatras.
Los
TCA son un grupo de trastornos mentales que se caracterizan por una alteración
persistente de la conducta relacionada con la alimentación, que resultan en una
alteración en el consumo o absorción de alimentos, que impacta negativamente
sobre la salud y el funcionamiento psicosocial de aquellos que los padecen.
“La
prevalencia de TCA ha aumentado notablemente en nuestro país, especialmente
entre las adolescentes. Así, se estima que entre un 11% y un 27% de los
adolescentes presentan conductas de riesgo para desarrollar un TCA. En niños
pequeños, la prevalencia se estima entre un 1% y un 5%, si bien parece estar
infraestimada e ir en aumento. En cuanto a los TCA con distorsión de la imagen
corporal, más propios del adolescente, la prevalencia actual de anorexia y
bulimia es del 0,19% y del 0,57%, respectivamente, y la de los TCA no
especificados es superior al 3%”, expone la Dra. Mercedes Murray,
pediatra en la sección de Nutrición y Errores Innatos del Metabolismo en el
Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (Santa Cruz de Tenerife).
Estas
cifras denotan la importancia de abordar los TCA de forma precoz, especialmente
entre la población pediátrica. Según señala la Dra. Murray, “pueden
afectar a niños y niñas de todas las edades y condiciones, tanto a los que
están sanos, en principio, como a pacientes con diversos diagnósticos previos.
La importancia de un abordaje precoz, individualizado y multidisciplinar se
basa en la complejidad de estos trastornos y la posibilidad de cronificación si
no se abordan adecuadamente, así como la importante morbilidad y afectación de
la calidad de vida, tanto del niño como de sus cuidadores”.
El abordaje de la
desnutrición en pacientes con TCA
La
desnutrición ha demostrado dificultar, e incluso impedir en los casos más
graves, el abordaje psicoterapéutico de los pacientes. “Se ha demostrado que en estados
de desnutrición existe una afectación a nivel cerebral en menor o mayor medida
que empeora la capacidad de razonamiento y dificulta el proceso terapéutico.
Podríamos decir de una forma coloquial que un cerebro que no come no puede
pensar, lo que convierte en imprescindible focalizarse en primer lugar en
conseguir una recuperación nutricional mínima que permita el abordaje del
equipo de salud mental”, explica la Dra. Murray.
Por
ello, “todo paciente con TCA debe recibir una valoración nutricional
cuidadosa que abarque anamnesis (antecedentes, patrón dietético detallado,
pérdida ponderal, curva de crecimiento, síntomas asociados), exploración física
que incluya antropometría y estudio de composición corporal si se dispone de
los medios. En base a los resultados, definiremos el diagnóstico y estimaremos
su gravedad, de manera que se puedan establecer las necesidades terapéuticas y
requerimientos nutricionales. Así, también podremos valorar en qué medio es más
adecuado el tratamiento y seguimiento (ambulatorio, hospitalización parcial o
total)”, añade la experta.
El
plan de rehabilitación nutricional debe ser individualizado y adaptado a cada
paciente y tipo de trastorno. “En niños con desnutrición, las necesidades
calóricas, proteicas y de micronutrientes son mayores a los de un sujeto sano.
Para ellos, los suplementos nutricionales pueden ser de gran ayuda en el
proceso de recuperación, como un extra que facilite o acelere la renutrición,
siempre que estos no sustituyan al alimento natural, y a la vez se trabaje con
el paciente la importancia de recibir una dieta variada, saludable y adecuada”,
detalla la doctora.
Nuevas guías
prácticas para el manejo nutricional de los TCA
Dada
la importancia del abordaje de la desnutrición en estos pacientes, Nutricia ha
presentado el manual “Manejo nutricional de los trastornos de la conducta
alimentaria en pediatría”, en el marco de la última edición del congreso de
la SEGHNP como respuesta a la demanda de los especialistas involucrados en el
manejo de estos trastornos.
“El
manual aúna los conocimientos de profesionales de diversas especialidades y
unifica la revisión de la bibliografía más actualizada. Todo ello sintetizado
de una manera sencilla, con un enfoque muy práctico que facilita el trabajo de
todos los profesionales, lo cual redundará en un beneficio para los pacientes
atendidos. Será especialmente útil para pediatras, dietistas, enfermeros,
logopedas, terapeutas ocupacionales, etc. Puede ser también de ayuda para
psiquiatras y psicólogos de cara a entender y manejar aspectos nutricionales”,
explica la Dra. Murray.
Debido
a la complejidad de los TCA, requiere una atención especializada e
interdisciplinar por parte de profesionales de psiquiatría, psicología,
nutrición pediátrica, endocrinología, dietética-nutrición, enfermería, trabajo
social, educación, logopedia y terapia ocupacional. Además, será necesario
mantener reuniones frecuentes con las familias y los cuidadores de los menores.
En
definitiva, “este manual surge con el objetivo de poner en valor la
importancia del tratamiento nutricional en el abordaje de los pacientes con
TCA. Como compañía B Corp, Nutricia muestra su compromiso con pacientes y
profesionales mediante la creación de unas nuevas guías prácticas, actualizadas
y específicas que faciliten la toma de decisiones de los expertos en su
práctica clínica diaria y favorezcan la recuperación nutricional de estos
pacientes”, declara Gonzalo Zárate, director médico de Nutricia.
ACERCA DE
NUTRICIA
Nutricia, la división de nutrición especializada de
Danone es pionera en la categoría de nutrición médica avanzada en España. Con
más de 125 años comprometida con la investigación y la innovación, ofrece
soluciones nutricionales adaptadas a las necesidades de cada paciente en todas
las etapas de la vida a partir de un amplio porfolio, con más de 270
propuestas. El propósito de Nutricia es estar al servicio de
la vida, ofreciendo productos especializados donde la nutrición juega un
papel esencial para el cuidado de la salud de las personas, tales como los nacimientos
prematuros; fallo de medro (crecimiento insuficiente); alergia alimentaria;
enfermedades metabólicas raras, enfermedades crónicas o relacionadas con la
edad, como fragilidad, cáncer, ictus y deterioro cognitivo leve. Como
parte de Danone, Nutricia apoya la visión de la compañía “One Planet. One
Health”. Una visión que refleja la conexión entre la salud de las personas y la
salud del planeta y que, por tanto, busca proteger y nutrir a ambas. Fiel a
esta visión, hoy Nutricia es la primera compañía especializada en nutrición
médica e infantil que ha conseguido la certificación B Corp, que avala el
cumplimiento de los más altos estándares de compromiso social, respeto
medioambiental, transparencia y responsabilidad.
Para obtener más información, visite www.nutricia.com