Notas de prensa
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LF
- 2 de mayo de 2025
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Claves para mejorar la fertilidad
“La obesidad es un obstáculo silencioso en la planificación familiar”
Cuando hablamos de maternidad y
paternidad, solemos pensar en ilusión y en futuro. Pero pocas veces reparamos
en cómo el estado de salud actual puede condicionar ese deseo. Con
la llegada del Día de la Madre, muchas parejas en España comienzan a plantearse
la maternidad y la paternidad en un futuro cercano. Sin embargo, un porcentaje
significativo de la población enfrenta dificultades para concebir. En este
contexto, la Dra. Mara Cerqueiro, especialista en Digestivo y Nutrición
de Yazen, destaca la
obesidad como una de las principales condiciones asociadas a la infertilidad.
En España, la obesidad es una enfermedad
crónica que afecta a más del 20% de la población adulta en España, siendo más
prevalente en hombres (21,6%) que en mujeres (18,2%). Además, está asociada a
múltiples complicaciones de salud, incluidos la infertilidad, tanto masculina
como femenina, entre otros.
Estudios recientes indican que la
obesidad puede incrementar significativamente el riesgo de infertilidad. De
hecho, una revisión sistemática reciente sugiere que la obesidad en la
adolescencia puede llegar a duplicar la probabilidad de infertilidad en la vida
adulta, tanto en hombres como en mujeres. Las mujeres con obesidad tienen una
menor probabilidad de lograr una gestación de forma espontánea, ya que esta
condición puede provocar alteraciones hormonales que afectan la ovulación.
Se estima que por cada punto de incremento en el IMC por encima de 29 kg/m2, se
reduce la probabilidad de embarazo espontáneo en un 5%, en mujeres con ciclos
ovulatorios.
“La obesidad es un enemigo silencioso
que puede mermar seriamente las posibilidades de concebir. Además de sus
efectos bien conocidos sobre el metabolismo, la obesidad provoca alteraciones
hormonales y reduce la calidad ovárica y endometrial, afectando directamente la
fertilidad. Adoptar hábitos de vida saludables, alcanzar un peso adecuado y
actuar de manera temprana son pasos fundamentales para quienes desean formar
una familia en el futuro”, explica la Dra. Mara Cerqueiro.
La obesidad masculina también es un
factor de infertilidad
Aunque tradicionalmente la atención se
ha centrado en la salud reproductiva femenina, cada vez existe mayor evidencia
científica de que el sobrepeso y la obesidad en los hombres afectan la calidad
del esperma, disminuyen los niveles de testosterona y aumentan el riesgo de
disfunción eréctil3. "El exceso de tejido adiposo altera el
equilibrio hormonal masculino, reduciendo la producción de espermatozoides y su
movilidad. Esto puede dificultar no solo la concepción natural, sino también el
éxito de tratamientos de fertilidad", señala la Dra. Mara Cerqueiro.
Además, los hombres con obesidad
presentan un mayor riesgo de alteraciones genéticas en el ADN espermático, lo
que puede afectar la viabilidad del embrión y aumentar el riesgo de
complicaciones durante el embarazo. "La fertilidad es cosa de dos.
Cuidar el peso y la salud metabólica no es solo una cuestión femenina: también
es fundamental para los hombres que sueñan con ser padres. El primer paso hacia
una paternidad saludable comienza mucho antes de la concepción",
concluye la especialista de Yazen.
Un factor determinante en las técnicas
de reproducción asistida
Además, la obesidad también disminuye la
efectividad de las técnicas de reproducción asistida. Diversos estudios han
demostrado que las mujeres con obesidad requieren mayores dosis de medicación
hormonal para la estimulación ovárica, tienen más días de tratamiento,
presentan una menor tasa de ovocitos recuperados y una menor calidad
embrionaria. Según datos recogidos en el documento de consenso, la tasa de
recién nacidos vivos en mujeres con obesidad puede ser hasta un 10% menor en
comparación con mujeres de peso normal -31,4% frente al 21,2%, respectivamente.
"La obesidad no solo dificulta la concepción natural, sino que también
reduce considerablemente las probabilidades de éxito de la reproducción
asistida", recuerda la Dra. Mara Cerqueiro.
Recomendaciones para mejorar la
fertilidad: claves de la Dra. Mara Cerqueiro
La Dra. Mara Cerqueiro subraya que
mejorar la tasa de fertilidad pasa, en muchos casos, por adoptar cambios en el
estilo de vida que favorezcan un peso corporal saludable y un equilibrio
metabólico óptimo antes de buscar el embarazo. Entre las principales
recomendaciones destacan:
- Realizar una valoración médica previa: consultar con el especialista para identificar factores de riesgo como el sobrepeso, la obesidad o alteraciones metabólicas que puedan afectar la fertilidad.
- Adoptar una alimentación equilibrada y sostenible en el tiempo: priorizar frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables y limitar azúcares añadidos y ultraprocesados.
- Mantener una rutina de actividad física regular: realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, adaptado a cada condición física.
- Controlar el estrés y mejorar el descanso: el bienestar emocional influye también en la fertilidad, tanto en hombres como en mujeres.
- Actuar temprano: si existe obesidad o sobrepeso, comenzar lo antes posible un programa de pérdida de peso, ya que incluso una reducción del 5-10% del peso corporal puede mejorar la ovulación, la calidad seminal y aumentar las tasas de embarazo espontáneo.
- Evitar automedicarse o retrasar la búsqueda de ayuda: en caso de dificultades para concebir tras 6-12 meses, consultar con un especialista en fertilidad para abordar precozmente posibles tratamientos.
"Un peso adecuado y optimizar la
salud metabólica no solo facilita el embarazo, sino que además mejora las
probabilidades de una gestación saludable y un bebé sano. La prevención y la
preparación consciente son nuestras mejores aliadas", concluye la Dra. Mara Cerqueiro. Y es
que, más allá de la fertilidad, mantener un peso saludable también resulta
clave para el buen desarrollo del embarazo y la salud del recién nacido. La
obesidad materna (IMC ≥ 30) se asocia a un mayor riesgo de complicaciones como
la diabetes gestacional, la preeclampsia o la necesidad de parto por cesárea.
En el caso del bebé, pueden aparecer problemas como macrosomía fetal —peso al
nacer superior a los 4.000 gramos— o hipoglucemia neonatal.
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