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El sobrepeso no siempre es nocivo para la salud
El crecimiento de la obesidad en España se estabiliza. Nuevas ciencias como la metagenómica, abren la puerta a nuevos tratamientos.
Estas son algunas de las conclusiones de la 1ª sesión de conferencias-debate organizadas entre el Instituto Danone y la RANM, impartidas por los profesores Manuel Serrano Ríos (Presidente) y Màrius Foz (asesor científico) del Instituto Danone en la Real Academia Nacional de Medicina bajo el título "Nuevos horizontes en las repercusiones de la obesidad en la salud",.
Las conferencias ofrecieron cuanto menos una buena noticia: la epidemia de obesidad en España tiende a estabilizarse. No tan buena es que se estabiliza en unos niveles muy altos, pues el 62% de la población adulta en España pasa del peso recomendado (el 39,4% tiene sobrepeso y el 22,9 es obeso)[1].
La noticia es buena para la salud de los españoles, pues la obesidad es un factor de riesgo de primer orden para las enfermedades cardiovasculares y metabólicas y también para el sistema sanitario, por el coste que origina un crecimiento continuo de los factores de riesgo de enfermedad entre la población.
El desequilibrio bacteriano intestinal está relacionado con la obesidad.
El profesor Serrano Ríos, Catedrático de Medicina y Académico de Número de la RANM expuso las importantes vías de investigación que abre a la ciencia el estudio del microbioma humano, es decir la suma de los genes las bacterias que residen en el cuerpo humano (y estamos hablando de 1014 bacterias de más de 1.000 especies distintas en cada individuo) y los del propio individuo. La nueva ciencia que se encarga de la interacción entre los microbios y los organismos en su ambiente natural recibe el nombre de metagenómica.
Se trata de una ciencia muy joven, a pesar de ya a principios del siglo XX el premio Nobel Ilia Metchnikov defendía que el consumo de bacterias no patógenas, a través de la ingesta de yogur, ayudaba a mantener un equilibrio entre bacterias patógenas y no patógenas en la flora intestinal, y que era beneficioso para la vida.
Los humanos venimos al mundo “esterilizados”, pero desde el momento mismo del parto comenzamos a adquirir bacterias en nuestro cuerpo y en particular en el intestino (sobre todo en el colon) que cumplen una función muy importante en tres niveles: a nivel metabólico, permiten que aprovechemos nutrientes que serían indigeribles (fibra), facilitan la producción de vitamina K o la absorción de iones; a nivel de defensa inmunológica y como barrera física, frente a bacterias patógenas y a nivel trófico, influyen en la permeabilidad del epitelio intestinal y regulan el sistema inmunitario asociado al tracto gastrointestinal. Y pueden, también, desencadenar alteraciones fisiopatologicas en el huésped humano y animal (Modelos en roedores) que favorezcan el desarrollo de Obesidad, DM u otros trastornos Metabólicos.
Los últimos estudios revelan además, como afirmó el profesor Serrano Ríos, que hay una relación muy directa entre la composición de las bacterias del intestino y la obesidad. Así, la microflora intestinal de individuos obesos tendría una evidente reducción en su diversidad de especies bacterianas que revierten a la normalidad al perder peso, sea por la Dieta hipocalórica o tras Cirugía Bariatrica. Además de la recuperación del equilibrio bacteriano intestinal.
Sin duda son necesarias más investigaciones en este fascinante campo. Sin embargo, los datos experimentales (ya algunos en humanos) parecen indicar que el desequilibrio de la flora bacteriana está muy ligado a la obesidad, a la Diabetes tipo 2 y al Síndrome Metabólico con Resistencia a la Insulina; lo que abre la esperanza de disponer en el futuro de tratamientos basados en prebióticos y probióticos que actúen favorablemente la flora intestinal y de este modo ontrolar el exceso de grasa (y por tanto de peso) de la persona con obesidad.
Mejor pasarse un poco del peso que quedarse corto.
El profesor Foz, profesor emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona y fundador de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, alertó sobre el uso excesivo del concepto de sobrepeso ligado únicamente al índice de masa corporal (IMC). Actualmente se considera sobrepeso, y por tanto un riesgo para la salud un IMC mayor a 25 kg/m2, a partir de 30 estaríamos hablando de obesidad.
Sin embargo, varios estudios recientes demuestran que el riesgo de mortalidad general y por enfermedad cardiovascular es menor en los individuos que se acercan a un IMC de 30 (es decir, con sobrepeso). Esta afirmación es muy sólida para los mayores de 65 años, pero empieza a detectarse esta tendencia en la población adulta, como revelan recientes estudios realizados en los EEUU. Y atención, el riesgo se incrementa notablemente en las personas con peso bajo (por debajo de un IMC de 22). Parece que es preferible pasarse un poco del peso que quedarse corto. Esta sería otra buena noticia para ese casi 40% de la población con sobrepeso.
El profesor Foz aclaró que el IMC por si solo puede no ser un indicador suficiente y que sería necesario tener en cuenta otros factores, como dónde se acumula el exceso de grasa. Así, cuando la acumulación es abdominal (lo que llamamos “barriga”) el riesgo de enfermedad cardiovascular es más alto, que si es gluteofemoral (las “cartucheras”).
En cualquier caso, y aunque pasar ligeramente lo que hoy se considera un peso adecuado puede no ser un factor negativo para la salud en la madurez y en la vejez, el profesor Foz alertó de que el sobrepeso en la infancia y la juventud debe combatirse enérgicamente, ya que es un factor de riesgo de obesidad en la madurez, pues la tendencia natural en el ser humano es a aumentar con los años su peso corporal.
El Instituto Danone
El Instituto Danone, institución científica sin ánimo de lucro, cumple 19 años dedicado al fomento y divulgación de la investigación fundamental y clínica en el campo de la Nutrición, la Alimentación y la Salud, mediante la concesión de becas y premios, la colaboración con universidades y hospitales de mayor prestigio en España y otros países y la edición de publicaciones de referencia para los profesionales de la Salud. Además realiza iniciativas de formación en Nutrición, Alimentación y Salud, como el curso de la Escuela de Nutrición Francisco Grande Covián, quizás el de mayor prestigio en nuestro país por la calidad y rigor de los profesores participantes, o este ciclo de conferencias-debate en colaboración con la Real Academia Nacional de Medicina que se repite anualmente desde hace ya tres.
[1] Estudio ENRICA