La actitud positiva es aquella que adoptamos para afrontar todo lo que sucede de la forma más beneficiosa posible. Las emociones positivas actúan como un factor de protección ante situaciones de adversidad, optimizan la salud y el bienestar y ayudan a construir recursos personales*. De hecho, los expertos aseguran que, cuanto más grave sea la enfermedad, más importante es un enfoque y actitud positiva ante ella, tanto para una conseguir una mejor tolerancia al tratamiento, como para lograr mejores resultados terapéuticos.

En el Día de la Felicidad, Top Doctors.es®, plataforma online para encontrar y contactar con los mejores especialistas médicos de la sanidad privada, auditados y certificados por el proceso de selección de doctores más riguroso del mundo, quiere tener presentes a todos aquellos pacientes que buscan tener una actitud positiva durante el tratamiento. De la mano de sus expertos analiza el papel del optimismo en el proceso de curación y ofrece las claves para conseguir mantener una actitud positiva.

¿Cómo es de relevante el papel del positivismo en el proceso de curación? ¿Podría ser un factor decisivo? ¿Puede llegar a cambiar el rumbo de una enfermedad? “No es posible asegurar que la actitud sea un factor determinante al 100% en el transcurso de la enfermedad. Sin embargo, existen cada vez más estudios centrados en la interrelación entre la mente, la actitud y la superación de enfermedades que demuestran que las personas más optimistas, auto-eficientes y con más ganas de luchar, tienen mayor esperanza de vida. En este sentido, sí podemos decir que la balanza se inclina cada vez más hacia confirmar que la actitud positiva y el optimismo suelen ser señal de buen pronóstico” explican desde el Institut Barcelona de Psicología, centro de excelencia de Top Doctors.

Una buena comunicación y relación estrecha con el doctor y los familiares aumenta el positivismo

El momento en el que se conoce el diagnóstico de una enfermedad es una de las fases más complejas en el proceso de curación. Para intentar asumir el problema y plantar cara al momento que se presenta, es importante confiar en los especialistas y pedir que faciliten una información veraz y objetiva sobre el tratamiento y la fase exacta de la enfermedad, así como las expectativas reales de recuperación. Todo ello, ayuda a que el paciente puede aprender a gestionar y afrontar la nueva etapa, favoreciendo la lucha con un estado de ánimo más positivo.

El apoyo familiar, las relaciones sociales o la estabilidad emocional de la persona, son factores determinantes a la hora de trabajar la actitud positiva. “La desinformación puede derivarse en una aislamiento del paciente, lo que dificulta la actitud positiva y por lo tanto la recuperación. La persona optimista hará más caso a los consejos de su médico y se enfrentará con más fuerza a la enfermedad” afirma el Dr. Ignacio Peláez Fernandez, responsable de la Unidad de Oncología Médica del Hospital Begoña de Gijón y miembro de Top Doctors.

¿Cómo conseguir una actitud positiva frente a una enfermedad?

Las emociones son relevantes para el procesamiento de la información que realiza el cerebro, ya que aportan la energía necesaria para la motivación, que es la que puede organizar, amplificar o atenuar la actividad cognitiva de nuestro cerebro. La unidad cuerpo-cerebro-mente tiene  la principal labor de obrar en la búsqueda de la supervivencia. “La persona es feliz no por un conjunto de circunstancias, sino por un conjunto de actitudes. Cuando podemos aceptar que la vida no es fácil, entonces, vivir ya no resulta un proceso tan costoso” nos explica la Dra. Neus García Guerra, psicóloga clínica, y miembro de Top Doctors.

Algunas pautas que ayudan al paciente a conseguir mantener una actitud positiva serían:

1. Terapia de grupo o asistencia a grupos de apoyo: una de las prácticas que más ayuda a los pacientes que luchan contra enfermedades como el cáncer, es escuchar las vivencias de personas que han pasado por la misma situación. Esto favorece a que tengan una visión real en la que verse reflejados, lo que repercute asimismo, en la actitud durante el proceso de curación.
2. Practicar actividades físicas: dentro de las posibilidades de cada uno, es importante trabajar el cuerpo, para que este a su vez refuerce la mente.
3. Potenciar las relaciones: contar con el apoyo de familiares, amigos y seres queridos, es uno de los principales pilares para tener una visión más optimista.
4. Seguir practicando nuestras aficiones: padecer una enfermedad no debe ser un signo para paralizar la vida y dejar de hacer aquello que nos gusta. Por ello, en la medida de lo posible, es importante continuar practicando y disfrutando de las aficiones que ya teníamos, para evitar entrar en un bucle de pensamientos relacionados con la patología.
5. Realizar ejercicios de respiración y relajación. Este tipo de actividades ayudan a trabajar cuerpo-cerebro-mente al tiempo, por ello es muy importante incorporar la práctica de actividades como el yoga o el pilates.
6. Acudir a un profesional de la psicología. Este punto es clave desde el inicio del tratamiento. Médico y psicólogo deben ir de la mano durante todo el proceso. “Es aconsejable que el doctor explique al paciente desde el inicio, la situación que se le plantea a partir de ahora y conozca las expectativas de curación. A partir de ahí, es importante acompañar al paciente durante el proceso desde un punto de vista médico y psicológico, para que la persona pueda definir su perspectiva y potenciar la actitud positiva que le ayude a salir adelante”,  aconsejan desde el Institut Barcelona de Psicología

Los expertos inciden en que lo más importante es resaltar las posibilidades de éxito. “Quien cuenta con una actitud positiva luchará más que quien siente la derrota”, concluyen.