Madrid, 29 abril de 2014.- Existe una relación directa entre la elevada presencia de partículas contaminantes y el aumento de la prevalencia de las enfermedades alérgicas. Esta relación se hace especialmente patente en espacios cerrados como los coches.

Según explica el profesor Joan Bartra, miembro de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y médico especialista en Alergia del Hospital Clínic de Barcelona, las partículas contaminantes producen una importante acción sobre los aeroalérgenos. Y es que los pólenes de zonas con gran contaminación pueden expresar mayor cantidad de proteínas descritas como alergénicas, lo que hace que estas partículas sean especialmente virulentas para las personas con reacciones alérgicas.

En este sentido, Bartra, alergólogo y profesor de la Universidad de Barcelona, pone el foco en la necesidad de reducir en lo posible la exposición a estas partículas contaminantes tanto para controlar los síntomas de la alergia como para evitar su desarrollo. “Existe un primer elemento de prevención, la prevención primaria, que consiste en evitar exponernos a partículas perniciosas. Por tanto, mantener el aire del interior de nuestra casa o de nuestro vehículo libre de alérgenos, partículas contaminantes y gérmenes (virus, mohos o bacterias) es un elemento importante”, afirma Bartra.

Según datos ofrecidos por la SEAIC, en nuestro país, la rinitis alérgica afecta al 21% de la población, lo que convierte a esta afección como la principal causa de consulta respiratoria en España ya que concentra más de la mitad de las primeras visitas al alergólogo.

Junio, el mes con mayor índice de polinización en un año agresivo para alérgicos

Según indica el calendario de polinización de nuestro país, junio es la época del año con mayor índice de partículas de polen flotando en el ambiente, y no los meses de inicio de la primavera. Junio, julio y agosto son tres meses con altísima carga de polen en el aire. En estas fechas es conveniente evitar la exposición a contaminantes y alérgenos en lo posible puesto que se trata de la época con mayor incidencia de alergias al polen, una de las causas de alergias respiratorias más habituales.

Según datos ofrecidos por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), esta primavera será una de las más agresivas desde 2007. Se registrará niveles entre los 5.600 y 5.400 granos/m³, unas cifras muy similares a las del año pasado.