Notas de prensa
- Alergología
- General
Los médicos de familia advierten de la importancia de seguir el tratamiento y evitar actividades que puedan empeorar los síntomas alérgicos
q Rinitis, conjuntivitis o asma son las alergias respiratorias más comunes
q El picor de nariz, el lagrimeo o los estornudos son síntomas frecuentes que se acentúan con la llegada de la primavera
La inflamación de la conjuntiva del ojo y de las mucosas de la nariz y de los bronquios son síntomas frecuentes asociadas a estas alergias respiratorias. Como consecuencia de dicha inflamación son habituales los estornudos, el picor de nariz, el taponamiento y el goteo nasal, en el caso de la rinitis, el enrojecimiento, picor de ojos y lagrimeo, en el la conjuntivitis y la sensación de falta de aire (disnea) y de presión en el pecho, la respiración entrecortada, y los ruidos sibilantes al respirar, en el caso del asma.
Para mejorar este malestar, el Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias de semFYC aconseja:
- Cumplir con el tratamiento que le ha recomendado su médico, sobre todo en los asmáticos.
- Evitar la exposición a las sustancias a las que sabe que es sensible y a las que le resultan irritantes. En este sentido, hay que tener en cuenta:
- Evitar la exposición a irritantes (humos, polvos, olores fuertes, aire frío y seco, "sprays", gases y vapores), así como a los cambios bruscos de temperatura.
- Evitar salidas al campo o a zonas con abundante vegetación durante la primavera. En caso de encontrase en estos lugares, permanecer el mayor tiempo posible en locales cerrados, sobre todo los días de viento. Además, si se viaja en coche, hacerlo con las ventanillas subidas. Evitar viajar en motocicleta en las épocas de polinización.
- Realizar la limpieza de la casa con aspirador, retirar el polvo con una bayeta húmeda y procurar que estas actividades no se realicen en presencia del paciente alérgico a los ácaros del polvo. En estos casos, deberá hacerse una buena ventilación de la casa, intentando que la humedad relativa del ambiente doméstico no sea elevada (uso de habitaciones soleadas, calefacción, evitar la costa). Evitar objetos que puedan almacenar polvo (estanterías repletas de libros, alfombras, tapices, etc.). La ropa de cama se debe lavar semanalmente a una temperatura en torno a los 55°C.
- Mantener las ventanas cerradas durante las estaciones de elevada producción de hongos (Alternaria y Cladosporium emiten sus esporas los días secos y cálidos del verano, Fusarium lo hacen durante días o noches húmedas del otoño).
- Evitar la humedad en las habitaciones y, en lo posible, en los cuartos de baño.
- Evitar actividades que aumenten la exposición a pólenes y a hongos, como segar césped.
- Retirar del ambiente doméstico los animales a los que se sea sensible y evitar el contacto con animales de la misma especie en cualquier otro lugar.