Notas de prensa
- VIH
- General
Se publica en España el primer documento de consenso entre tres sociedades científicas sobre el manejo de la patología renal en pacientes con VIH
- Se trata de un trabajo multidisciplinar llevado a cabo por un panel de expertos del Grupo de Estudio de SIDA (GESIDA), de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), con la colaboración de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC)
- El 10% de los pacientes con VIH presentan alteraciones renales (especialmente proteinuria e insuficiencia renal). Dado que el VIH es hoy una enfermedad crónica y las personas con VIH han aumentado su expectativa de vida, estos problemas se agravan con la edad y con el tiempo de convivencia con la infección
- “La enfermedad renal en el paciente VIH es asintomática. Si no se busca, no se encuentra”, según el Dr. Górriz, uno de los coordinadores del documento
Madrid, 26 de Marzo de 2014.- El Grupo de Estudio de SIDA (GESIDA), de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas (SEIMC), junto con la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), y con la participación de miembros de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC), han publicado el Documento de Consenso sobre la evaluación y manejo de la patología renal en pacientes con infección por VIH, un manual de referencia pionero desarrollado en nuestro país por 33 expertos. El acceso a este documento es libre y está disponible en las webs de las entidades responsables de su publicación.
El objetivo de este documento es establecer estrategias de prevención y manejo de la enfermedad renal crónica (ERC) en el paciente con infección por VIH basadas en la evidencia científica, que sirvan como guía de utilidad para la práctica clínica reforzando las estrategias de colaboración entre responsables de Enfermedades Infecciosas, Nefrología y Laboratorio Clínico. La finalidad es mejorar la salud renal y el pronóstico de los pacientes con infección por VIH.
Los coordinadores del Consenso, José Luis Górriz, del Servicio de Nefrología del Hospital Doctor Peset, Valencia; Félix Gutiérrez, de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario de Elche; y José M. Miró, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona han destacado la necesidad de que se realice una valoración, en el momento del tratamiento, sobre la posibilidad de las complicaciones crónicas del paciente con VIH (afectación renal, alteraciones óseas, riesgo cardiovascular, etc...).
Igualmente han puesto de manifiesto algunos puntos relevantes de este consenso, como la necesidad de anticipar un adecuado cribado de la enfermedad renal, realizar una evaluación periódica, así como el seguimiento y ajuste de fármacos potencialmente nefrotóxicos. “La afectación renal en el paciente con infección por VIH es frecuente, tiene una implicación pronóstica, y también en el ajuste de dosis de algunos fármacos antirretrovirales. Es necesario detectarla precozmente para evitar la progresión renal. La nefrotoxicidad por fármacos antirretrovirales es un problema emergente, por lo que se requieren en muchos de estos pacientes un ajuste de dosis de algunos fármacos o incluso retirada y sustitución por otras alternativas”, explica José Luis Górriz.
Las complicaciones renales en los pacientes con infección por el VIH son conocidas desde el inicio de la epidemia, pero el interés por su estudio ha aumentado de forma muy importante en los últimos diez años. La nefrotoxicidad asociada al tratamiento antirretroviral es una situación a tener en cuenta por los profesionales, debido al incremento en la expectativa de vida de los pacientes con infección por el VIH y, a la presencia de factores de riesgo. En este sentido estudios demuestran que el 10% de los pacientes VIH+ sufre alteraciones renales relacionadas con estas toxicidades. “Estos problemas se agravan en función de la edad y del tiempo de convivencia con la infección. Teniendo en cuenta que el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica y una persona con VIH tiene una esperanza de vida igual a la del resto de la población, se hace imprescindible detectar precozmente estas alteraciones”, ha recordado Górriz. Hoy en día, la patología renal en los pacientes con infección por el VIH es tan relevante que se incluye la afectación renal en los criterios para decidir el tipo de tratamiento antirretroviral.
En el consenso se extrae la necesidad de realizar el estudio renal básico para la detección de enfermedad renal al inicio del diagnóstico de la infección por el VIH, y de forma sistemática en su seguimiento posterior. Como explica Górriz, “la enfermedad renal en el paciente VIH es asintomática. Si no se busca, no se encuentra”. Por este motivo, en el consenso se indican cuáles son las pruebas que se tienen que realizar en estos pacientes y con qué periodicidad. La prevención de la nefrotoxicidad en el tratamiento antirretroviral para evitar que progrese la afectación renal y el paciente llegue a diálisis, así como la detección de forma adecuada de estas alteraciones renales mediante un sencillo análisis de sangre y de orina son, en palabras de Górriz, los principales retos a los que se enfrentan los nefrólogos en el manejo de la patología renal en pacientes con VIH.
En el documento se establecen también unas recomendaciones para el manejo de proteinuria y otras complicaciones presentes en el paciente con enfermedad renal crónica, así como los criterios para consultar con Nefrología y la realización de biopsia renal. En este sentido, la estimación del filtrado glomerular a partir de la creatinina sérica y la detección de proteínas en orina son pruebas analíticas sencillas que permitirían detectar precozmente a los pacientes con nefrotoxicidad en fases iniciales.