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- 30 de noviembre de 2023
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El 52% de los mayores de 65 años percibe que tiene pérdida auditiva, pese a que más del 45% no se ha revisado nunca su audición
La Comisión Internacional The
Lancet sobre Prevención, Intervención y Cuidados de la Demencia reconoce la
pérdida auditiva como el principal factor de riesgo de demencia a partir de la
mediana edad.
El 31% de los mayores de 65 años considera que la pérdida
auditiva es una consecuencia de la edad con la que hay que convivir sin opción
a tratamiento, según revela el Estudio Sociológico sobre Pérdida Auditiva en
Mayores de 65 años realizado en España por MED-EL, líder en soluciones
auditivas. “Los avances tecnológicos han mejorado notablemente la oferta de
soluciones auditivas para las personas que tienen pérdida de audición. La
tecnología de los implantes cocleares ha evolucionado rápidamente y permite que
un número importante de personas mayores de 65 años cuyos audífonos ya no son
capaces de aportar una amplificación suficiente puedan integrarse en el mundo
sonoro gracias a un implante coclear. Los implantes cocleares son también la
solución idónea para personas mayores de 65 años que se encuentran afectadas
por una hipoacusia severa o profunda y que no tienen contraindicaciones para la
cirugía”, indica el Dr. Serafín Sánchez, jefe del Servicio de
Otorrinolaringología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla.
Pese a lo que aconsejan los expertos, el estudio revela que más
del 45% de los mayores de 65 años en España no ha revisado nunca su audición, a
pesar de que el 52% reconoce haber notado algún indicio de pérdida auditiva
últimamente. El porcentaje sube según aumentamos en edad ya que, en el caso
de los mayores de 75 años, hasta un 63,5% reconoce que ha aumentado la
dificultad para oír correctamente.
La autopercepción de la pérdida auditiva
“Muchas personas mayores consideran que su pérdida progresiva
de la audición forma parte del envejecimiento y no les llama la atención y no
buscan ayuda médica. Suelen ser casos en los que quienes mejor advierten la
pérdida auditiva son sus allegados, al apreciar que no son capaces de seguir
las conversaciones, cómo ponen el volumen de la televisión muy alto, cómo se
aíslan, cómo se van retrayendo de salir a la calle y de relacionarse
socialmente”, advierte el especialista.
En cifras, según la investigación sociológica:
• El 65,3% de los mayores ha
detectado que ha tenido
que subir el volumen de la televisión o la radio.
• Más del 50% necesita que
le repitan alguna
información con frecuencia.
• El 37,5% percibe que se cansa o estresa cuando
tiene que concentrarse mientras escucha.
• Cerca de un 24% se ha
sentido incapaz de
identificar la dirección de
dónde viene el ruido.
• Un 22,5% tiene dificultad para seguir una conversación con ruido de
fondo (en entornos ruidosos).
En palabras del Dr.
Sánchez: “Son también frecuentes los casos en los que
después de una vida de audición útil notan de pronto que no pueden entender
bien las conversaciones y que los sitios ruidosos les resultan hostiles porque
no se enteran de nada. En algunos casos, se trata de personas mayores que han
utilizado un audífono durante un tiempo y que llega un momento en el que este
no les proporciona la amplificación que necesitan y dejan de utilizarlo. En
todos estos casos se debe acudir al especialista, quien valorará mediante unas
pruebas audiológicas su nivel de audición y podrá aconsejarle la mejor opción
para recuperar la audición perdida”.
En las personas mayores, tanto la demencia como la pérdida de
audición están estrechamente vinculadas y, en muchos casos, se asocian a
depresión y mortalidad. Sin embargo, solo un 11,6% de los mayores sabe que
existen dispositivos, como los implantes cocleares, que pueden atajar la
pérdida auditiva cuando el audífono no es una solución para ellos.
Aislamiento social, depresión y demencia: la
otra cara de la pérdida auditiva no tratada
A la hora de valorar las posibles consecuencias que puede tener
la pérdida auditiva no tratada, más del 56% de los españoles mayores de 65 años
reconoce el aislamiento social como el principal efecto sobre su calidad
de vida. Sin embargo, solo un 19% la relaciona con dependencia, un 11,5%
con depresión y un 6% con demencia. “Los otorrinolaringólogos somos muy conscientes del
impacto no auditivo de la hipoacusia, además de su conocido impacto en la
comunicación. Pero al mismo tiempo también reconocemos el profundo
desconocimiento que existe, no solo entre la población, sino entre los propios
profesionales sanitarios sobre la repercusión de una hipoacusia no tratada en
la aparición de depresión y deterioro cognitivo. Consideramos que es
prioritario llevar a cabo campañas de información sobre la población que les
permitan concienciarse de la necesidad de buscar una solución a su pérdida de
audición para evitar las relevantes consecuencias que esta puede conllevar. Y
también se precisan actuaciones formativas sobre los propios profesionales
sanitarios para que conozcan las diversas opciones de tratamiento de la
hipoacusia y su impacto en la depresión y el deterioro cognitivo en las
personas mayores y asuman su papel protagonista en ofrecérselas a sus pacientes
para evitarlo”, explica el doctor.
De hecho, según la Comisión Internacional The Lancet sobre
Prevención, Intervención y Cuidados de la Demencia, la pérdida auditiva es
el principal factor de riesgo para desarrollar demencia a partir de la mediana
edad, incluso a partir de los 40 años.
La pérdida auditiva no tratada puede tener importantes
consecuencias en la calidad de vida de los mayores. Según el estudio
realizado por MED-EL, entre las actividades diarias de los mayores de 65 años
en España, el 55% de los encuestados mantiene una vida social activa con
reuniones y encuentros habituales con amigos y familiares; más del 46% reconoce
cuidar con frecuencia a sus nietos u otros familiares, y casi un 40% realiza
deporte o ejercicio. “Todas las organizaciones sanitarias internacionales ya
son conscientes que un envejecimiento saludable debe basarse en un
envejecimiento activo, promoviendo actividades que favorezcan la movilidad,
disfrutar de la naturaleza, la alimentación sana y el contacto social. Este
envejecimiento activo no puede alcanzarse por muchas personas mayores que
únicamente tienen una hipoacusia que no se ha tratado y que no salen de su
casa, no se relacionan, pierden la autoestima y se deprimen. Estas mismas
organizaciones ya incluyen el tratamiento de la hipoacusia como uno de los
factores más importantes que pueden facilitar las actividades saludables de
esas personas mayores hipoacúsicas que gozan, por lo demás, de una buena salud”,
subraya esperanzado el experto.
Acerca de MED-EL
MED-EL, Medical Electronics, líder mundial en soluciones
auditivas implantables, nace con la misión de superar la pérdida auditiva como
una barrera de comunicación y calidad de vida. Afincada en Austria, esta
empresa privada fue fundada por dos científicos pioneros en la industria,
Ingeborg y Erwin Hochmair, quienes desarrollaron el primer implante coclear
(IC) microelectrónico multicanal del mundo en 1977 y sentaron las bases de lo
que hoy se conoce como el IC moderno. Este hecho sentó las bases del exitoso
crecimiento que se produjo en 1990, cuando contrataron a sus primeros
empleados. Desde entonces, MED-EL ha crecido hasta contar en la actualidad con
más de 2.600 empleados de 80 países y 30 filiales en todo el mundo.
Actualmente, MED-EL ofrece la mayor gama de soluciones auditivas
implantables y no implantables en todo el mundo para tratar los diferentes
grados de pérdida auditiva, lo que permite a personas de 140 países oír gracias
a un dispositivo de MED-EL. Las soluciones auditivas de MED-EL incluyen
sistemas de implante coclear y de oído medio, el sistema EAS (Estimulación
Eléctrico Acústica Combinada), implantes de Tronco Cerebral, así como
dispositivos de conducción ósea quirúrgicos y no quirúrgicos. Para más información,
visite www.medel.com