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¿Puede el temblor esencial evolucionar a la enfermedad de Parkinson?
El temblor esencial es el trastorno de movimiento más frecuente entre los adultos. De hecho, según la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año 600 de cada 100.000 personas son diagnosticadas con esta dolencia, destacando la incidencia en personas mayores de 60 años. Concretamente en España, el 5% de la tercera edad padece temblor esencial, según el estudio Neurological Diseases in Central Spain (NEDICES). La enfermedad de Parkinson y el temblor esencial son enfermedades distintas, pero ambos trastornos pueden compartir características superpuestas además de temblor, tales como problemas para andar y del equilibrio.
Un pequeño grupo de pacientes puede tener una combinación de temblor esencial de larga duración al que se añade el Parkinson al cabo de los años. Existen varias líneas de evidencia de estudios clínicos, epidemiológicos, de imágenes, genéticos y patológicos que apoyan un cierto vínculo entre las dos enfermedades. No obstante, mientras que la enfermedad de Parkinson suele considerarse una dolencia con un pronóstico complejo, el temblor esencial suele considerarse una enfermedad benigna. Pero, ¿puede el temblor esencial derivar en la enfermedad de Parkinson?
“La relación entre la enfermedad de Parkinson y el temblor esencial ha sido motivo de discusión entre la comunidad científica y médica desde hace un largo periodo de tiempo”, explica el Dr. Jordi Rumià Arboix, especialista sénior en Neurocirugía y experto en Neurocirugía Funcional y Estereotáctica. “En los últimos años han aparecido algunos indicios de que ambos trastornos podrían estar relacionados. Incluso, los estudios más recientes parecen sugerir que un determinado grupo de pacientes con temblor esencial podría evolucionar hacia un trastorno parkinsoniano”, aclara el doctor.
Más allá del temblor, se ha descubierto un cierto solapamiento entre los síntomas del temblor esencial y la enfermedad de Parkinson. Según recientes estudios, ambas enfermedades pueden presentar un patrón clínico similar: alteración del sentido del olfato, fatiga, depresión, pérdida de peso o deterioro intelectual leve. Incluso, algunos estudios han hallado en los pacientes con trastorno esencial un mayor número de fallos en las tareas visuomotoras, un síntoma común en los pacientes con enfermedad de Parkinson.
“De ningún modo, con las evidencias actuales, podemos llegar a la conclusión de que los pacientes que sufren temblor esencial van a desarrollar la enfermedad de Parkinson”, señala el doctor Jordi Rumià. “Aunque quizás algún tipo de temblor esencial podría constituir un factor de riesgo en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Por este motivo, resulta esencial averiguar en los próximos años que tipo clínico de temblor esencial podría terminar derivando en la enfermedad de Parkinson”.
Los dos trastornos de temblor más comunes encontrados en una clínica de trastornos del movimiento son el temblor esencial y la enfermedad de Parkinson. No obstante, el tipo y la forma de temblor es diferente en ambas enfermedades. El temblor de la enfermedad de Parkinson se caracteriza por ser un tipo de temblor que se produce en reposo. Mientras que el temblor esencial es un tipo de temblor postural y de acción que aparece cuando se carga peso o se realiza un movimiento. No obstante, los pacientes de párkinson también presentan temblor postural y de acción.
Un mismo tratamiento para temblor de distintas causas
De la misma manera que los enfermos de párkinson y de temblor esencial comparten algunos síntomas, también comparten tratamientos parecidos. Este hecho no deja de acercar más a las dos enfermedades. El tratamiento con ultrasonidos es un tratamiento eficaz para acabar o mejorar el temblor en las dos enfermedades. De hecho, el procedimiento es similar. Durante la intervención, los ultrasonidos atraviesan el cerebro sin la necesidad de incisiones. Se focalizan en un punto específico (VIM del tálamo) para crear una lesión milimétrica en el cerebro.
La combinación de continuas imágenes de resonancia magnética y las ondas sonoras acústicas (ultrasonidos) focalizadas permite proporcionar un tratamiento con precisión milimétrica en el objetivo previsto, sin causar ningún daño al tejido circundante que no se desea tratar. Este tratamiento permite detener la transmisión indebida de las señales eléctricas que producen el temblor y lo eliminan. Si bien en el caso de la enfermedad de Parkinson no es una cura definitiva, sí que permite mejorar considerablemente la calidad de vida del paciente pudiendo eliminar los temblores hasta un 80%.
El Centro Médico Alomar es pionero en el tratamiento del temblor en el territorio nacional y cuenta con la técnica ResoFus desde 2014. Gracias a la avanzada tecnología de imagen de la que dispone y a un selecto equipo multidisciplinario de expertos, ayuda a mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes con temblor resistente a fármacos. Desde entonces ya han tratado a más de 1.000 pacientes nacionales y extranjeros, convirtiéndose en expertos de la técnica y gozando de prestigio a nivel internacional.