“A pesar de no tener una base científica sostenible, tenemos instalados una serie de paradigmas que nos sirven de guía y parecen estar apoyados por un supuesto consenso científico”, explica el Dr. Julián Álvarez durante su conferencia en el XIV Congreso de SEEDO. “Las viejas teorías no dan respuesta a algunos de los retos que plantea la nutrición actual. Por ejemplo, nunca antes el ser humano había tenido tantos alimentos al alcance de su mano, pero estamos peor nutridos que la generación de nuestros abuelos. Todo ello sin nombrar la creciente epidemia de obesidad a la que se enfrenta nuestra sociedad hoy en día”, añade.

¿Es lo natural lo más saludable?

En palabras del doctor Álvarez, los alimentos naturales ya no son lo que eran. “Podemos afirmar que no existe nada natural como tal, ya que en la producción de todos los alimentos se encuentra, en mayor o menor medida, la interacción del hombre”, sentencia el doctor. “La seguridad alimentaria se ha vuelto una asignatura fundamental en nuestros tiempos que viene marcada por el control y la mano del hombre. Queremos tener todos los detalles bajo vigilancia”, aclara.

¿Somos obesos porque comemos demasiado?

La obesidad se ha convertido en la nueva epidemia del siglo XXI. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, el número de adultos con problemas de peso se ha duplicado desde 1980. Mención especial merecen los casos de obesidad infantil, donde la tasa de obesidad no ha dejado de crecer. De acuerdo a los datos de la OMS, se calcula que hay alrededor de 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en países desarrollados.

“La obesidad es un problema que no hemos sido capaces de solucionar con los conceptos y teorías clásicas. De hecho, cada día surgen más planteamientos que nos dicen que tal vez comemos de más porque somos obesos en vez de que somos obesos porque comemos de más”, señala el Dr. Álvarez. “Por este motivo, los nuevos enfoques nutricionales tienen en cuenta cómo comemos, cómo vivimos y la composición de nuestra dieta, y están logrando mejores resultados que aquellos que solo se fijan en el número de calorías que ingerimos”, completa.  

¿Cómo deben estar distribuidos los macronutrientes en nuestra alimentación?

La distribución de los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) en cada comida ha sufrido muchos cambios a lo largo del tiempo. De hecho, la última modificación de la pirámide alimenticia se producía hace algunas semanas, con la inclusión de los suplementos multivitamínicos en el punto más álgido de la pirámide. No obstante, el reparto porcentual de los macronutrientes sigue siendo materia de debate.

“La composición de la dieta ideal debe ser revaluada. En los últimos años hemos visto cómo se han introducido pequeños cambios en las recomendaciones del consumo de hidratos de carbono, pero han sido mínimas. No se entiende que las recomendaciones del consumo de proteína se limiten por una supuesta toxicidad carente de base científica”, concluye el doctor Álvarez.