Notas de prensa
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Art Marketing
- 29 de mayo de 2025
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Con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple
La constancia terapéutica puede ayudar a ralentizar el deterioro de la Esclerosis Múltiple
● El Centro Europeo de Neurociencias (CEN) destaca la importancia de la continuidad en los tratamientos de neurorrehabilitación para preservar la funcionalidad en pacientes con esclerosis múltiple.
● No todos los pacientes son candidatos a realizar terapia intensiva, pero los programas de mantenimiento adecuados y constantes pueden mejorar síntomas como la fatiga y ralentizar el deterioro.
● Javier Navarro, paciente de CEN, lleva tres años acudiendo dos veces por semana a sesiones personalizadas que le permiten seguir trabajando y mantenerse activo.
En el marco del Día Mundial
de la Esclerosis Múltiple, el Centro Europeo de Neurociencias (CEN) pone foco a la importancia del tratamiento constante y
adaptado para las personas que conviven con esta enfermedad autoinmune, neurodegenerativa
y crónica. Aunque no exista una cura, la combinación de tratamiento
farmacológico y rehabilitación física es clave para mantener la autonomía y
frenar la progresión del deterioro funcional.
La esclerosis múltiple (EM)
afecta a más de 55.000 personas en España y se diagnostican 2.500 nuevos casos
cada año, según los últimos datos ofrecidos por la Sociedad Española de
Neurología. Actualmente, es una de las principales causas de discapacidad en
adultos jóvenes de entre 20 y 40 años, además de ser la segunda enfermedad
neurológica más frecuente entre ellos.
Uno de los ejemplos más
representativos es el de Javier Navarro, paciente de CEN desde hace tres años.
A pesar de presentar una forma avanzada de esclerosis múltiple, Javier acude
dos veces por semana al centro para realizar dos horas centradas en fuerza,
movilidad y marcha asistida. Gracias a su compromiso y al acompañamiento del
equipo clínico, ha logrado mantener su capacidad funcional e incluso mejorar en
aspectos como la fatiga, uno de los síntomas de la enfermedad.
“En estos tres años no solo
no he empeorado, sino que también me siento más fuerte, con más energía y
capacidad para continuar con mi vida profesional. La rehabilitación me ha
ayudado físicamente, y también a nivel emocional”, destaca Javier.
La EM presenta un curso
impredecible, con síntomas que pueden incluir problemas de movilidad, fatiga,
espasticidad, alteraciones cognitivas y dificultades en el habla. Por ello,
cada paciente requiere un abordaje multidisciplinar. En el caso de Javier, la
constancia ha sido decisiva: lleva más de tres años acudiendo a sesiones de fisioterapia
y entrenamiento neuromotor adaptado a su situación.
Desde
CEN destacan que, aunque no todos los casos requieren programas intensivos, sí
es posible construir rutinas adaptadas que mantengan la calidad de vida y
reduzcan el impacto progresivo de la enfermedad. La clave está en diseñar
terapias que se adapten a la situación clínica y emocional de cada persona,
facilitando así una mayor adherencia y eficacia del tratamiento.
"La
esclerosis múltiple requiere una visión individualizada y realista. La clave no
siempre está en la intensidad, sino en la constancia. Javier es un ejemplo de
cómo el compromiso con un tratamiento adaptado puede marcar la diferencia en la
calidad de vida", explica el José López Sánchez, director Clínico y Cofundador
de CEN.