Notas de prensa
- Nutrición
- General
150 minutos de actividad física a la semana y pasear 10 minutos al día, pautas para ser una persona moderadamente activa
- La inactividad física es uno de los grandes enemigos de la salud y una de las principales causas de las enfermedades crónicas
- “Los obesos moderadamente activos tienen un riesgo sólo 1,5 más alto de morir en los próximos diez años que las personas sedentarias que tienen un peso normal y no hacen actividad física”, según el Prof. Steven N. Blair
- “No estamos consumiendo muchas más calorías de las que consumíamos hace años, pero sí estamos gastando muchas menos" según la Dra. Sandra Matsudo
Granada, 24 de septiembre de 2013.- La inactividad física es uno de los grandes enemigos de la salud y una de las principales causas de las enfermedades crónicas como el sobrepeso y la obesidad, cuya prevalencia está aumentando rápidamente en un gran número de países de todo el mundo. Diversas autoridades nacionales e internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, han llamado a la acción para abordar este problema de salud pública. Los expertos coinciden en señalar la asociación entre la inactividad física y el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como el valor de la actividad física en la mejora de la salud cardiovascular. Éstos han sido algunos de los principales temas analizados durante el Simposio “Active healthy living and prevention of chronic diseases” celebrado en el marco del Congreso Internacional de Nutrición que ha tenido lugar estos días en Granada.
Según ha publicado el Daily News del Congreso Internacional de Nutrición “los individuos obesos que están en forma tienen un riesgo de mortalidad mucho menor que las personas delgadas que no son activas físicamente”. Este foro internacional, que ha puesto en valor la relevancia de la actividad física en la salud y prevención de enfermedades, ha contado con la participación de expertos en éste área como el Prof. Steven N. Blair, del Centro de Investigación para la Prevención de la Universidad de Carolina del Sur, en Columbia (EEUU); la Dra. Sandra Matsudo, del Centro de Capacidad Física de Sao Caetano del Sur, Sao Paulo (Brasil); la Prof. Marianella Herrera, de la Universidad Central de Venezuela (Caracas); y el Dr. Michael Pratt, del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de Atlanta (EEUU).
Según el Prof. Steven N. Blair, del Centro de Investigación Preventiva de la Universidad de Carolina del Sur en Estados Unidos, “si se está moderadamente en forma, la obesidad no es un riesgo para la salud”. El experto ha destacado que “los obesos moderadamente activos tienen un riesgo sólo 1,5 más alto de morir en los próximos diez años que las personas sedentarias que tienen un peso normal y no hacen actividad física”. “Hemos estudiado todas las causas de mortalidad, enfermedades del corazón, cardiovasculares, cánceres mortales, y en todos hemos encontrado el mismo resultado: la obesidad no es un riesgo si las personas son activas físicamente”.
Así, para este reconocido especialista, “los programas de salud pública y las recomendaciones sobre la obesidad deben hacer mayor énfasis en el papel de la actividad física en el control el peso de lo que se hace en la actualidad”. Según el estudio “Aerobics Center Longitudinal Study (ACLS)”, el riesgo de mortalidad derivada de la inactividad física prolongada y continua durante años fue del 16-17% para una muestra de 50.000 mujeres y hombres.
Entre las conclusiones de este Simposio destaca que las personas son cada vez menos activas y las nuevas tecnologías no ayudan a cambiar esta tendencia, ya que contribuyen a que todo resulte más fácil y moverse sea menos necesario. Los expertos participantes en el Simposio coinciden en que se deben fomentar estilos de vida saludables desde la infancia, en los que la actividad física cobre carácter prioritario. Para éstos, los padres y los centros educativos deben jugar un papel relevante para trasladar estos valores a niños y adolescentes, junto al apoyo de las políticas públicas y factores ambientales. Para hacer frente al grave problema de salud pública “tendremos que considerar y evaluar los enfoques sociales, ambientales e individuales”, continuó el profesor Blair.
Para ser moderadamente activo, este investigador recomienda 150 minutos de actividad física moderada a la semana y 10 minutos de paseo cada día. Con respecto al equilibrio energético, el especialista explica que “si se consumen las mismas calorías que se gastan no se gana peso. Tener un equilibrio energético positivo significa que se consumen más calorías de las que se están quemando”, y concluye que es necesario “consumir esa energía de algún modo, porque si no, nuestro organismo la convierte en grasa”.
Según la Dra. Sandra Matsudo, del Centro de Estudios de Capacidad Física de Sao Caetano del Sur, en Sao Paulo en Brasil, actualmente “no estamos consumiendo muchas más calorías de las que consumíamos hace años, pero sí estamos gastando muchas menos calorías de las que deberíamos estar gastando”. “La falta de actividad física es el segundo factor de riesgo de muerte en el mundo, lo que representa 5.3 millones de muertes en el mundo simplemente por no realizar la actividad física conforme a las recomendaciones”.
Por su parte el Prof. John Duperly, profesor en el Departamento de Medicina Social en la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia ahondó en la influencia de los médicos y profesionales de la salud en la adquisición de hábitos de actividad física de los ciudadanos.