El apoyo de uno de los veleros que más vueltas al mundo ha dado

Con la Vendée Globe, Dídac Costa completa, por segunda vez, la vuelta al mundo. Así sucedió durante la Barcelona World Race (BWR) 2014-2015 junto a Aleix Gelabert, cuando ambos cruzaron la meta en el cuarto puesto de la clasificación. Sin embargo, esta ha sido la primera vez que ha tomado parte en la Vendée Globe, haciéndolo en solitario. Costa ha participado en la Vendée Globe con el One Planet One Ocean, barco que como el propio patrón afirmó en algún medio de comunicación "ya se conoce el camino". El porqué se debe, en primer lugar, a que el One Planet One Ocean participó en la BWR con Costa y Gelabert; en segundo lugar, se trata del legendario KingFisher de Ellen MacArthur, la skipper que participó y quedó en segundo lugar en la Vendée Globe del año 2001. Básicamente, es el Imoca en activo que más vueltas al mundo ha dado -una Vendée Globe y tres Barcelona World Race-.

Decimocuarta posición, a pesar de las dificultades

El One Planet One Ocean, pese a contar con el presupuesto más limitado de los 29 participantes y ser uno de los cuatro barcos más viejos de la flota, ha terminado la regada en decimocuarta posición. Dídac Costa ha finalizado la Vendée Globe 2016, aunque no lo ha tenido nada fácil. La ilusión de Costa de participar en esta vuelta al mundo en solitario topó con infinidad de dificultades incluso antes de la salida. El skipper barcelonés puso en marcha una campaña de crowdfunding para reparar el sistema electrónico de su barco y así poder participar en esta regata, considerada una de las pruebas deportivas más duras de las que se disputan en la actualidad.

El pasado 6 de noviembre, el skipper encabezaba el desfile de los 29 navegantes de la Vendée Globe desde el puerto de Les Sables d'Olonne, cuando se vio obligado a regresar a puerto tras 40 minutos de regata por una avería en su IMOCA 60. Costa, quien retomó la salida cuatro días después de la flota, logró dejar atrás la cola de la clasificación de la regata. Durante más de tres meses, Costa ha ido superando, con buena nota, las etapas más duras de la competición, especialmente cuando dobló el Cabo de Hornos, considerado uno de los mayores retos náuticos, debido al oleaje y las fuertes borrascas de la zona.

Además de los factores meteorológicos, Costa se ha visto obligado a plantar cara a diversas dificultades. Ya en el descenso del Atlántico sufrió la pérdida de una primera vela: "Sabía que era muy vieja y que no aguantaría hasta el final, pero no esperaba que se rompiera tan pronto. Es una pena porque confiaba en ella para la remontada del Atlántico". A pesar de zarpar con gran desventaja respecto de sus adversarios, Costa ocupaba la vigésima posición antes de doblar el cabo de Buena Esperanza, tras adelantar a dos participantes y que otros siete se hubieran visto forzados a abandonar por diversas averías.

A finales del pasado mes de diciembre, el capitán del One Planet One Ocean tuvo que reparar, de forma urgente, la triqueta, una de las cuatro velas de estay que se emplea en situaciones de vientos muy fuertes, junto con la vela MDTK (triqueta de portantes o gennaker pequeño), que se usa con vientos portantes entre 25 y 35 nudos. Esta última permite ir más rápido y navegar más caído que con el J2 (Solent). El problema de las velas ha sido el gran hándicap que impidió a Costa mantener el ritmo de sus primeras semanas de regata y de este modo recortar la diferencia con buena parte de la flota. La rotura de varias de estas velas -la mayoría llevaban ya varias vueltas al mundo a sus espaldas- no solo le obligaron a dedicar muchas horas a repararlas, sino que le forzaron a usarlas después con muchas más precauciones de las habituales.

A menos de 15 días de cruzar la meta, Costa hacía público que trataba de reparar la vela FRO (gennaker grande), deteriorada tras el paso del IMOCA 60 por los doldrums. "He gastado casi todo el material que quedaba a bordo para reparar velas. Tengo las piernas doloridas, supongo que de ir hacia arriba y abajo por la cubierta, reparando constantemente tras casi 100 días sin prácticamente andar", reconocía.

Además, en el océano Índico el bombero barcelonés sufrió averías tanto en un timón como en los pilotos automáticos -esenciales en la navegación en solitario- que lo obligaron a ser más conservador para cumplir su primer objetivo: terminar la regata. Desde entonces, Costa ha mantenido una dura competición con el francés Romain Attanasio, quien también navega con un barco de la generación del 2000. Prácticamente juntos a la altura del Ecuador, en la remonada del Atlántico Norte, el español ha conseguido distanciar a su rival, quien presumiblemente cruzará la meta el 24 de febrero.

Accord festeja que el tesón y el empeño de Dídac Costa hayan sido recompensados

Meses atrás, la compañía farmacéutica acudió al llamamiento de crowdfunding de Costa para reparar la electrónica del One Planet One Ocean, con el que ha participado en la Vendée Globe. Marc Comas, director general en España de Accord Healthcare, mencionó los valores compartidos con Costa -empeño, valentía, tesón y creatividad para no darse por vencido y buscar soluciones ante grandes adversidades- que le empujaron a brindar su apoyo al patrón del One Planet One Ocean. Ahora, y tras la gesta lograda por Costa, Accord se congratula de haber patrocinado la aventura del skipper barcelonés en esta regata, de la misma manera que respaldó a otros deportistas e iniciativas similares con anterioridad. Desde Accord, damos la enhorabuena a Costa, segundo representante español que finaliza la Vendée Globe, deseándole un feliz regreso a casa con los suyos.

Sobre Accord,

Accord Healthcare es una compañía multinacional farmacéutica y biotech, dedicada a la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de medicamentos genéricos y biosimilares. Accord está presente a nivel mundial y en Europa comercializa sus medicamenttos genéricos en más de 30 países. Accord, con una oferta de 65 moléculas, es líder en el sector hospitalario en España.