Madrid, 4 de noviembre de 2008.- El continente asiático ha sido una de las regiones que más ha sufrido los efectos de dos de las tres grandes pandemias de gripe ocurridas a lo largo del siglo XX. En los últimos años, ha sido el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (más conocido como SARS) el que ha creado una nueva alarma pandémica. Esta neumonía atípica apareció por primera vez en China, propagándose rápidamente a los países vecinos a través del transporte aéreo y ocasionando unas pérdidas económicas alarmantes.

En la actualidad siguen latentes las alarmas que indican que el virus H5N1, aparecido por primera vez en Hong Kong hace una década, y que ha provocado la muerte de más de 300 personas, en su mayoría en países del Sudeste asiático, podría provocar ?tras mutar y una vez que el virus se transmita con facilidad de humano a humano? la próxima pandemia de gripe.

Estas circunstancias han hecho que Asia se haya convertido en una región especialmente sensibilizada y proactiva en lo que respecta a la preparación ante una pandemia de gripe. Distintos Gobiernos asiáticos, al igual que de otras partes del planeta, cuentan desde hace tiempo con planes de pandemia creados para poder reaccionar con rapidez y eficacia ante una posible mutación del virus. Recientemente, los países de la práctica totalidad del continente han celebrado simulacros de pandemia con el apoyo y en coordinación con el Sistema de las Naciones Unidas de Coordinación para la Influenza.

Las autoridades de algunos de esos países han querido llegar más lejos recomendando a sus empresas e instituciones, tanto en sus lugares de origen como en el extranjero, la elaboración de planes de preparación que les permitan afrontar la próxima pandemia y proteger tanto su capital humano como su cuenta de resultados.

Precisamente por este motivo, hoy se ha celebrado en Casa Asia Madrid un desayuno de trabajo en el que representantes de diversas compañías, algunas procedentes de Asia, han analizado el impacto que una pandemia de gripe tendría sobre su actividad empresarial. Igualmente, los participantes han podido familiarizarse con las principales pautas que se deben tener en cuenta para garantizar la continuidad de su negocio en caso de pandemia.

?Tele-trabajo? y acopio de antivirales
Desarrollo de planes de ?tele-trabajo?, instalación de dispensadores de desinfectante para manos, constitución de Comités de Crisis y de Continuidad de Negocio y adquisición de tratamientos antivirales para empleados y sus familias son algunas de las medidas puestas en marcha por algunas de las grandes compañías, aunque siguen siendo la mayoría las que todavía no cuentan con ninguna estrategia al respecto.

Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, una pandemia de gripe podría afectar al 25% de la población aproximadamente. Además, ?la tasa de absentismo laboral en las distintas empresas se podría incrementar hasta situarse entre el 40 y el 50% teniendo en cuenta el cierre de escuelas y guarderías?, explica el doctor Xavier Badia, asesor y experto en el impacto económico de fenómenos sociosanitarios y director de Health Economics and Outcomes Research (HEOR) en IMS Health.

En este sentido, es necesario tener en cuenta que el absentismo laboral causado por un escenario pandémico no sólo afectaría a directivos y empleados de una empresa, sino también a sus proveedores y distribuidores, lo que limita aun más la capacidad de operación, de adquisición de recursos y de oportunidades de venta de cualquier compañía.

Para Rafael Ortega, Socio del Departamento de Technology and Security Risk Services (TSRS) de Ernst & Young, ?además de la medidas higiénicas de profilaxis y tratamiento, también es importante implementar estrategias tecnológicas que permitan que, si fuera necesario, al menos el 40% de los empleados puedan continuar con su trabajo diario pese a no acudir a la oficina, así como buscar posibles lugares alternativos para la actividad laboral?.

Por otra parte, y según explica Rafael Ortega, ?no hay un plan de pandemia único, sino que pueden variar considerablemente según el sector de negocio de cada compañía. Aunque existe un punto en común en todos ellos: las compañías deben conocer y analizar bien su situación para prever posibles consecuencias?.

Para Ana Rubio, directora de Relaciones Institucionales y responsable del plan de pandemia de Roche Farma, ?la preparación de las distintas compañías tiene un valor incalculable, ya que al no contar con estrategias previas ante una pandemia, las empresas no sólo reducen su productividad, sino que también se ven deteriorados los resultados financieros, la reputación y los vínculos estratégicos?.

Para poder poner en marcha estas estrategias de prevención, las compañías han de contar con Comités de Crisis con alto nivel de decisión, capaces de movilizar recursos y que puedan además imaginar los posibles escenarios extremos. ?Además, se necesitan capaces de prever cómo reaccionar y los medios que se van a necesitar: infraestructuras, inversiones, personas de la organización y formas de comunicación tanto interna como externa?, subraya Ana Rubio.