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Cinco de cada 1000 recién nacidos en España tienen algún trastorno auditivo
Durante los primeros seis años de vida, el cerebro desarrolla la capacidad de comunicación verbal gracias a la información auditiva que recibe a través del oído
Soluciones como la cirugía, los implantes cocleares o distintos tratamientos médicos permiten, en la mayoría de los casos revertir la pérdida auditiva
“Oír es un derecho de todo ser humano. El oído es uno de los cinco sentidos que nos conectan al mundo que nos rodea y desempeña un papel fundamental en la comunicación”, explica el Dr. Javier Gavilán, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario La Paz, de Madrid. Sin embargo, en España cinco de cada mil recién nacidos presentan algún grado de pérdida auditiva y uno de cada cinco de estos bebés tendrá una sordera profunda que le impedirá un desarrollo normal.
Por esta razón, en el Día Universal del Niño, que cada año se celebra el 20 de noviembre, los especialistas quieren llamar la atención sobre la importancia de buscar soluciones adaptadas lo más pronto posible ya que, según insiste el Dr. Gavilán, “durante los primeros seis años de vida, el cerebro desarrolla la capacidad de comunicación verbal gracias a la información auditiva que recibe a través del oído”.
En esta línea, el doctor Julio Rodrigo, doctor y director general de MED-EL España, advierte que “el correcto desarrollo intelectual y social de los niños depende, en parte, del buen funcionamiento del oído”. Así, según el momento en el que aparece la pérdida auditiva, el grado de hipoacusia, la afectación de uno o dos oídos y la duración del trastorno auditivo, las consecuencias pueden variar.
“Los casos más graves -sordera completa bilateral desde el nacimiento- conllevan una incapacidad total para comunicarse, porque el niño no puede desarrollar un lenguaje oral. Y en estas situaciones, disponemos de un tiempo relativamente corto para solucionar el problema. Por este motivo, en la mayor parte de los países desarrollados -entre los que se incluye España- están implantados programas de detección precoz de la sordera con los que se ha mejorado significativamente la capacidad de diagnostico precoz y su solución”, comenta el Dr. Gavilán.
Múltiples soluciones para los distintos perfiles de pérdida auditiva
Desde la cirugía, los audífonos y los distintos tratamientos médicos a los implantes cocleares. La gama de soluciones para la pérdida auditiva ha aumentado enormemente en los últimos años, por lo que cada vez se puede solucionar un número mayor de casos.
Para las pérdidas de menor importancia existen desde hace años distintas soluciones válidas. Sin embargo, en los últimos años, las posibilidades de tratamiento en los casos más graves han aumentado en gran medida gracias al desarrollo nuevas opciones implantables “que permiten recuperar la audición de forma muy satisfactoria y consiguen que el niño pueda tener un desarrollo similar al de sus compañeros de edad”, puntualiza el Dr. Gavilán. En concreto, los implantes permiten sustituir el oído dañado por un oído artificial, que estimula el nervio auditivo y permite recuperar una audición similar a la normal.
En estos casos, la implantación debe realizarse lo antes posible, “una vez que hayamos confirmado el diagnóstico y tengamos la certeza de que no se puede resolver el problema con audífonos”, detalla el especialista. Esto significa que la mayor parte de los niños en esta situación se implantan en los dos primeros años de vida, con lo que se consigue obtener un lenguaje normal en plazos ajustados.
“El implante coclear es una solución maravillosa que permite convertir un niño con un serio problema de comunicación en una persona con una vida plena y normalizada. Con el transcurso del tiempo, los niños con implante coclear tienen un desarrollo cognitivo exactamente igual al de cualquier otro niño de su edad, algo que, a la larga, le permitirá desarrollar una actividad laboral y social idéntica a la de las personas de su entorno”, finaliza el jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario La Paz, de Madrid.