Madrid, mayo de 2008. ¿Crees que se consideran las opiniones de todos los miembros del equipo?; ¿te sientes responsable del éxito del equipo?. Estas son algunas preguntas que alguna vez se habrá planteado más de un profesional que forma parte de un equipo de atención primaria. Y estas preguntas integran parte de una reflexión sobre lo que es o no es un equipo, cómo funciona, cómo está la gente que forma parte de él, en definitiva cómo es el clima emocional del mismo.

Con el objetivo de estudiar el clima emocional de los equipos de atención primaria, desde el punto de vista de los profesionales y de los directivos, e identificar los elementos necesarios para su mejora, la Escuela Andaluza de Salud Pública, con la colaboración de Novartis, realiza el Estudio del Clima Emocional de los Equipos de Atención primaria (CLIMAP).

El estudio presentado en Granada en el pasado III Congreso Andaluz de Médicos de Atención Primaria, organizado por Semergen, pretende abarcar a todos los centros de salud de los distritos de Atención Primaria de Andalucía de las 8 capitales de provincia.

Según Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y coordinador del proyecto CLIMAP ?evaluar el clima emocional significa considerar las relaciones de cohesión, conflictos y comunicación o empatía en el mismo. Esto es, evaluar la sinergia que empleamos para mantener las relaciones entre las personas de un equipo, para entendernos entre nosotros y para solventar conflictos?.

Los elementos necesarios para mejorar el clima emocional de los equipos se identifican a partir de un cuestionario y de entrevistas personales. En los dos métodos, se plantea conocer tres aspectos básicos: las relaciones interpersonales entre los miembros del equipo, la existencia o no de un proyecto compartido por el conjunto de profesionales del centro y la sensación de que las aportaciones son tenidas en cuenta en el equipo.

Para Joan Carles March, ?se trata de un estudio pionero en España, aunque en Cataluña se había hecho algún estudio pequeño. En la Escuela Andaluza de Salud Pública llevamos tiempo aplicando de una forma exploratoria este cuestionario en diferentes ámbitos de centros de salud, equipos directivos, unidades clínicas o de cuidados, servicios clínicos.?

?Es un tema poco estudiado en el ámbito sanitario, aunque si lo ha sido en el ámbito educativo y familiar, siempre en el entorno de pequeños grupos?, señala Joan Carles March.

La importancia de las habilidades emocionales

Las habilidades emocionales son un elemento fundamental para avanzar en la mejora de las relaciones entre profesionales, entre profesionales y pacientes, y entre responsables y profesionales.

Asimismo, la capacidad de interpretar adecuadamente los signos emocionales y sociales, (aprender a escuchar) es un elemento infalible para mejorar la comunicación con nuestros interlocutores.

Según Joan Carles, ?estamos en el siglo de las emociones y la comunicación. Las habilidades emocionales y de comunicación implica conocer que situaciones o que ?personas? nos afectan, nos ?ponen de los nervios?, nos generan tensión, nos producen reacciones sin reflexión, y ante ellas es fundamental conocernos mejor, volver a pensar en como actuar, intentar responder ante ellas y no reaccionar. La idea es responder y no reaccionar, tener pensadas las respuestas diferentes ante estas situaciones, ante estos escenarios, entrenarse, ?ir al gimnasio?, para ponerlas en marcha con éxito?.