Madrid, 25 de abril de 2007 - Uno de los hitos actuales de la sanidad española es el programa de trasplantes de órgano sólido y, en concreto, el de riñón proveniente de cadáver. En la actualidad existen otros países del entorno iberoamericano, como Portugal o Uruguay, en los que también tienen ya importantes cifras de donación.

"Cada vez es más frecuente encontrar artículos científicos de autores iberoamericanos sobre trasplante renal. Y, sin embargo, faltaba un libro que fuera un tratado en habla hispana sobre trasplante renal", como afirma en la introducción del libro, el Dr. Francisco Ortega, vicepresidente de la Fundación Renal Iñigo Álvarez de Toledo, responsable de la Unidad de Investigación en Resultados del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Central de Asturias y Presidente de la Comisión Nacional de Nefrología.

La obra reúne las aportaciones de casi 100 nefrólogos españoles, iberoamericanos y portugueses, y ha sido coordinada por el Dr. Francisco Ortega y los doctores M. Arias, J.M. Campistol, R.Matesanz, J.M. Morales, avalada por la Fundación Renal Iñigo Álvarez de Toledo y editada por la editorial Panamericana con la colaboración de Novartis Farmacéutica.

Esta edición ha sido realizada por y para sanitarios de España, Portugal e Iberoamérica, y no es una casualidad, ya que es en esta parte del mundo donde viven cerca de 600 millones de personas, casi la décima parte del total, aportando más de 180.000 pacientes en terapia sustitutiva renal (17% de todos los que hay). Sólo en España se hacen anualmente el 9% de los trasplantes renales del mundo.

Este libro revisa todos los aspectos relacionados con el trasplante renal: desde la breve historia y papel en la medicina actual, hasta las características peculiares del reconocido "Modelo Español" de obtención, extracción y coordinación de órganos (www.ont.es), la revisión de los criterios de evaluación y selección de los órganos, la inmunobiología, la cirugía o la clínica del trasplante renal, para concluir con las perspectivas futuras de los trasplantes renales en nuestro país.

Datos sobre trasplante renal en España

Según los autores del libro, la escasez de órganos para el trasplante constituye un problema muy importante en los países desarrollados. La demanda de trasplantes crece de manera exponencial a medida que mejoran los resultados de supervivencia y por tanto la posibilidad de que se beneficie un número cada vez mayor de enfermos. Diversos países han adoptado estrategias parciales que tan sólo han conducido a elevaciones discretas o pasajeras de la donación.

Según el recientemente creado REGISTRO MUNDIAL DE TRASPLANTES, gestionado por la ONT, durante el año 2005 se hicieron 65.700 trasplantes de riñón en todo el mundo, lo que contrasta con un número de pacientes en diálisis que se estiman en más de millón y medio. Es decir, solo alrededor de un 5% de las personas en diálisis reciben un trasplante cada año.

En la actualidad, según las cifras de donación de órganos que se recogen en el libro, el Dr. Rafael Matesanz, director general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), comenta que en España existen entre 33 y 35 donantes por millón de habitantes (pmp), y que aunque aumenta progresivamente el número total de donantes, lo hace también en la misma medida el incremento de la población, a causa de los flujos migratorios. Sin embargo, dado que hay Comunidades Autónomas que casi todos los años se encuentran por encima de los 40 donantes (fundamentalmente las de la cornisa cantábrica, Baleares y Canarias) el objetivo debe ser que toda España llegue hasta esos límites.

Calidad de vida, tratamiento y expectativas del trasplante renal.

La mejora que se ha producido en los últimos años, en lo que a resultados del trasplante renal a corto plazo se refiere, hace centrar la atención al largo plazo, o lo que es lo mismo, hacia la supervivencia del paciente y del injerto y hacia la calidad de vida y la salud de paciente. En ese sentido, "la inmensa mayoría de los trabajos están de acuerdo en afirmar que los pacientes al trasplantarse de riñón experimentan una mejoría muy notable respecto a la que tienen en diálisis que incluso llega a ser como la de la población general", explica el Dr. Francisco Ortega.

"Sin embargo - continúa el coordinador del libro - hay un porcentaje de pacientes que no alcanzan esa normalidad, lo que se debe a diversos factores que se van descubriendo: edad, género, situación de convivencia, nivel educacional, estatus socioeconómico, adaptación al trasplante, stress, factores psicológicos, efectos adversos de los inmunosupresores, etc."

Precisamente, según se van descubriendo factores que influyen sobre la calidad de vida relacionada con la salud o la predicen, se puede ir actuando sobre ellos. "Por ejemplo, conociendo los efectos secundarios indeseables que producen los inmunosupresores pueden ser sustituidos por otros que no los producen o lo hacen en menor intensidad, pueden ser administrados en pautas diferentes o pueden añadirse otros fármacos que los alivien.", finaliza el Dr. Ortega.

Modelo Español de Donación de Órganos

El Modelo Español de Donación de Órganos supuso en su momento una verdadera revolución, rompió con todos los esquemas imperantes hasta entonces en los países donde ya existían estructuras similares. "De unas organizaciones de índole privada (fundaciones sin ánimo de lucro), que se dedicaban básicamente a la distribución de órganos, sin capacidad alguna para actuar sobre la donación, se pasó con la ONT a tener una organización oficial, dependiente del ministerio, que coordinaba a su vez otras organizaciones oficiales, dependientes de las CCAA, centradas en la donación de órganos y tejidos, con un poder real en este campo y un enfoque integrado de la donación y el trasplante, no solo de órganos, sino también de tejidos y células. De hecho los resultados fueron tan espectaculares que en poco tiempo varias tuvieron que desaparecer o redefinirse por completo", explica el director general de la ONT.

Según el Dr. Matesanz, "el modelo español es un sistema organizativo que básicamente se centra en no dejar ninguna parte del proceso de donación y trasplante al azar, haciendo desde la ONT todo lo que en principio no puede hacerse o resulta muy difícil desde los hospitales a los que complementa". El proceso se define por la conjunción de una serie de principios básicos que juntos, dan lugar a lo que internacionalmente se conoce como "Modelo Español".

Imunosupresión

Los resultados del trasplante renal han mejorado claramente en los últimos años gracias a la mejoría de las técnicas quirúrgicas, a los cuidados médicos y a los avances en inmunosupresión. En este momento estamos en la era dorada de la inmunosupresión, ya que con drogas más potentes y específicas se puede realizar un tratamiento individualizado, de manera que cada paciente reciba la pauta de inmunosupresión adecuada. En este sentido, los pacientes de alto riesgo inmunológico deben recibir un tratamiento inmunosupresor más agresivo que los pacientes ancianos, por ejemplo, que necesitan un grado menor de inmunosupresión. En el libro quedan patentes las pautas de inmunosupresión actuales con sus ventajas e inconvenientes.

"Quedan sin embargo dos problemas importantes por resolver: en primer lugar, la mortalidad cardiovascular de los enfermos trasplantados (tienen mas riesgo de enfermedad coronaria que la población general), y la nefropatía crónica del injerto que causa una perdida anual de los injertos de alrededor del 5%", comenta el Dr. José María Morales, médico adjunto del Hospital Doce de Octubre de Madrid.

Infección del VHC en trasplantados renales

En la actualidad, en nuestro país, la prevalencia de la infección por el virus de la hepatitis C en los pacientes que reciben un trasplante renal es de alrededor del 8%. "Teniendo en cuenta que en el año 1990 era del 30%, la prevalencia actual es baja. En estos años, las medidas epidemiológicas han sido muy eficaces para disminuir la incidencia de VHC en diálisis y, por tanto, en los enfermos trasplantados", destaca el Dr. Morales.

Además, los resultados que se obtienen tras el trasplante renal en los pacientes VHC+ son buenos y claramente mejores que los obtenidos en los pacientes VHC+ en diálisis y en lista de espera. Sin embargo, la supervivencia a largo plazo de injertos y pacientes es más baja que la que obtienen los pacientes VHC negativos.

En opinión del Dr. Morales, las recomendaciones para prevenir las consecuencias de la VHC en los pacientes con trasplante renal son: "en primer lugar, revisiones frecuentes para detectar problemas de la función hepática y renal, así como la presencia de diabetes postrasplante y proteinuria".