Cádiz.- 60 expertos andaluces, extremeños y canarios han participado en el IV Foro de Actualización en Neurología, organizado por Eisai, que ha tenido lugar en la ciudad de Cádiz. Un 30% de los 100.000 andaluces que padecen epilepsia no logra controlar sus crisis, con lo cual, uno de los retos planteados por los expertos en este encuentro de actualización y formación ha sido cómo poder mejorar este porcentaje.

Como explica el doctor Pedro Serrano, Jefe de Servicio de Neurología del Hospital Regional Universitario de Málaga y coordinador del Foro, este 30% de pacientes que no está bien controlado con su medicación, “incluso pueden requerir de tratamientos no farmacológicos como la cirugía”.

Según los expertos que han participado, narra el doctor Serrano, es posible mejorar la respuesta de los pacientes a los tratamientos a través de un mejor conocimiento de la acción de los distintos fármacos existentes, así como de la mejora del diagnóstico de los distintos síndromes.

Para el doctor Pablo Quiroga, neurólogo del Complejo Hospitalario Torrecardenas, de Almería, este grupo de pacientes de difícil manejo en ocasiones tiene una “epilepsia no clasificada”. En este sentido, asegura que “poner un tratamiento específico para un tipo concreto de epilepsia que no corresponda puede causar un problema, incluso un agravamiento del número de crisis”. Así, señala, fármacos como perampanel, un tratamiento de última generación y de amplio espectro, eficaz en las crisis tanto de inicio parcial como generalizadas, en el contexto de una epilepsia generalizada idiopática, aporta seguridad a facultativos y pacientes.  

Otro hándicap es la adherencia

Este experto también abordó otro de los hándicaps en el manejo de los pacientes con epilepsia: la adherencia. Y es que, un alto porcentaje de ellos, cerca de dos terceras partes, tienen dificultades para cumplir con su tratamiento, “principalmente cuando toman medicamentos para el control de su enfermedad que requieren más de una toma al día”.

A pesar del estigma que podría suponer tener una crisis en público, muchos pacientes continúan sin tener una correcta adherencia a su tratamiento antiepiléptico. A su juicio, es precisamente la percepción social asociada a la enfermedad lo que hace que muchos pacientes que tienen una vida activa normal no se tomen la medicación en su entorno laboral o social.

En este contexto, en el foro se analizaron nuevos abordajes y alternativas terapéuticas encaminadas a mejorar, entre otros, este aspecto concreto del manejo de la epilepsia. El doctor Pablo Quiroga analizó el papel de Perampanel: “Tras más de 4 años de experiencia con el fármaco en práctica clínica en España y tras haber demostrado su eficacia y seguridad, Perampanel es un fármaco que, además, permite una mejora en la adherencia a la medicación de los pacientes gracias a su larga vida media, de 105 horas”. Tal y como explica el doctor Pablo Quiroga, se trata de un fármaco de una sola toma diaria, por la noche, “sin tener por qué ser a la misma hora exacta cada vez, y que, también, cuenta con una acción que induce al sueño”, características, todas ellas, que, a su juicio, “facilitan la adherencia”.

Neurogastronomía

Bajo el título ‘Neurogastronomía, la inteligencia emocional culinaria’, el foro contó con una conferencia del doctor Miguel Sánchez Romera, neurólogo y chef de alta cocina. En esta ponencia, recuerda el doctor Serrano, se analizó la base neurocientífica de la gastronomía, para conseguir llegar a las emociones a través de la cocina, de la mano de una figura destacada “que aplica sus conocimientos de neurociencia al mundo de los sabores”. Además, dicha charla también se abordaron consejos para una dieta neuro-saludable.

En el Foro también tuvo lugar un taller teórico-práctico en técnicas de infiltración en cefaleas con toxina botulínica y bloqueos anestésicos. El doctor Serrano, afirma que en el caso de la utilización del Botox, se trata de una técnica que se viene utilizando desde hace unos años, pero que no está indicada para todos los tipos de migraña, sino, sobre todo, “en migrañas crónicas refractarias a otros tratamientos farmacológicos”.