Notas de prensa
- Cardiología
- General
Enólogos y expertos sanitarios analizan los efectos sobre la salud de la Cultura del Vino
"Ciencia y Cultura del Vino" fue el título de un Café Científico que examinó los beneficios y peligros del vino desde una perspectiva multidisciplinar.
· Los especialistas coincidieron en que el consumo moderado de vino es beneficioso para la salud en los mayores de 40 años.
· La Direcció de Promoció de Cultura Científica organizó, con el patrocinio del Instituto Novartis de Comunicación en Biomedicina, este acto realizado en la Biblioteca Vila de Gràcia.
Barcelona, 14 de junio 2007.- "La clave está en la moderación". Esta frase resume la opinión de los diferentes expertos reunidos en el Café Científico dedicado a los efectos del vino sobre la salud. "Ciencia y Cultura del Vino" fue el título de este debate que organiza mensualmente la Direcció de Promoció de Cultura Científica del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) con el patrocinio del Instituto Novartis de Comunicación en Biomedicina (INCB). El acto se celebró en la Biblioteca Vila de Gràcia y congregó a especialistas de campos tan distintos como cardiología, neurología y enología, para analizar el fenómeno desde diferentes perspectivas. Se trata del último Café Científico de este ciclo, un formato que acerca la ciencia al público y permite su interacción con los expertos. El INCB consciente de la importancia de fomentar la cultura científica entre la población apoya las iniciativas divulgativas del ICUB que favorecen la salud y la calidad de vida de las personas.
Gemma Vilahur, cardióloga del Institut de Ciències Cardiovasculars de Barcelona, inició su intervención reconociendo "los efectos positivos del consumo moderado del vino" y para explicarlo recordó la paradoja francesa: "en Francia se consume una elevada cantidad de grasas, pero, al contrario de lo que esto debería suponer, la tasa de mortalidad cardiovascular es inferior a la de otros países con menos consumo calórico. En los estudios posteriores se descubrió que lo que diferenciaba a la alimentación del país galo era la elevada ingesta de vino. Esta bebida contiene antioxidantes como los polifenoles, presentes sobre todo en la piel y las semillas de la uva, que son beneficiosos para el organismo". La duda surge al preguntarse cuánto hay que consumir para que se mantengan estos efectos positivos. "Para las personas mayores de 40 años, el consumo de 200 mililitros (20 gramos) de vino al día es beneficioso porque disminuye el colesterol malo y aumenta el bueno. Sin embargo, pasar de los 50 gramos ya es perjudicial", aclaró la cardióloga.
La Doctora Vilahur también recordó la importancia de combinar el vino con "una dieta saludable" y resaltó que "lo óptimo" es beberlo durante la comida, porque el proceso de absorción es más lento. En este sentido, Marta Torrens, neuróloga de la Unidad de Psiquiatría del Hospital del Mar, añadió que "los franceses, al contrario de lo que sucede en España, comen muchas cosas, pero en poca cantidad y esto también influye en que tengan unos niveles de colesterol más bajo".
Pedro Muñoz, enólogo, subrayó las diferentes propiedades de cada tipo de vino. "El potencial antioxidante que tiene esta bebida es muy grande, puesto que se mantiene dos o tres años después de la vendimia. Sin embargo, el tinto joven conserva estas propiedades más que el reserva, ya que el proceso de fabricación de este último es más largo e inevitablemente se oxida más. En cuanto al blanco, también presenta menos polifenoles en comparación con el tinto y, por lo tanto, sus efectos antioxidantes son menores", apuntó.
Numerosos estudios han demostrado los efectos beneficiosos del consumo de vino en mayores de 40 años, pero no ocurre lo mismo en el caso de los jóvenes. "Para ellos el beneficio es nulo, puesto que este sector de la población todavía no ha desarrollado enfermedades cardiovasculares que contrarrestar. Incluso es especialmente nocivo, porque el cerebro está en proceso de maduración. Además, la alta incidencia de accidentes de tráfico, la primera causa de mortalidad en la juventud, y su relación con el alcohol desnivelan la balanza claramente en su contra", señaló Marta Torrens.
A este respecto, Pedro Muñoz quiso resaltar que el problema es el tipo de consumo que se realiza. "El vino es un elemento cultural muy arraigado en nuestra sociedad y fundamentalmente se puede considerar un complemento gastronómico. Sin embargo, el tipo de uso que, asociado a fenómenos como el del botellón, hace la gente joven es muy perjudicial".
En cualquier caso, no se trata de un problema del vino en particular, sino del alcohol en general. "Da igual que sea vino, cerveza, whisky. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo tiene claro desde hace mucho tiempo. Un vaso de vino, cerveza o un carajillo representan una unidad estándar de alcohol, mientras que para el resto de las bebidas de mayor graduación, un vaso representa dos unidades. Así, la OMS asegura que es perjudicial consumir diariamente más de cinco unidades en los hombres y tres en las mujeres. Semanalmente, el máximo está en 28 unidades en el hombre y 17 en la mujer", aclaró la neuróloga.
Estudios epidemiológicos sobre el consumo excesivo de alcohol han señalado, entre otros, complicaciones hepáticas y neurológicas; problemas sociales como la violencia doméstica o los accidentes de tráfico; y la adicción. "El alcohol también provoca síndrome de abstinencia. Al igual que otras sustancias adictivas actúa sobre el sistema nervioso central. El truco de las drogas es atacar al sistema del placer, puesto que son sustancias más placenteras que el resto de las cosas. Conforme bebes, el cerebro se acostumbra y también el hígado porque lo metaboliza más rápido. De esta forma, para conseguir la misma sensación hay que beber todavía más, con lo que aumentan sus efectos negativos", finalizó Marta Torrens.
Instituto Novartis de Comunicación en Biomedicina
El Instituto nace con el propósito de promover, articular y desarrollar actividades de complemento a la docencia, investigación, formación, información y documentación en el ámbito de la Comunicación en Salud y Biomedicina. Asimismo aporta, comparte y divulga el conocimiento, a través de medios actuales y nuevas tecnologías emergentes. El INCB, promovido por Novartis Farmacéutica, supone una manifestación más de la voluntad y compromiso de Novartis dentro del entorno de la salud y de su voluntad innovadora y de aportación de valor añadido en todos aquellos aspectos de relevancia e interés para la sociedad en general. Asimismo, viene a reforzar el compromiso de innovación y responsabilidad de esta Compañía en España.
Entre sus prioridades se encuentran potenciar tanto la formación de profesionales de la comunicación, como fomentar y realizar programas y actividades de difusión de contenidos de salud, demandados cada vez más por parte de pacientes y de la sociedad en general. Este hecho supone un paso decisivo en la ayuda a la concienciación del valor y sostenibilidad de los sistemas sanitarios y de su dimensión real para los usuarios.