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Glaucoma: más allá de la presión ocular
Fundación IMO se alía con medio millar de farmacias y ópticas catalanas en una campaña de prevención, que incluye una sesión informativa y revisiones gratuitas a población de riesgo
La campaña destaca que lo que determina el diagnóstico de la enfermedad es el daño del nervio óptico y no la presión intraocular alta, principal factor de riesgo y hacia el que apuntan la mayoría de tratamientos
Barcelona, 20 de febrero de 2018./ Con motivo de la Semana Mundial del Glaucoma, Fundación IMO se alía con alrededor de 500 farmacias de Barcelona (AFB) y ópticas de Catalunya (COOOC) para impulsar la prevención de esta enfermedad, primera causa de ceguera irreversible en el mundo in crescendo debido al envejecimiento de la población. La campaña incluirá revisiones gratuitas a población de riesgo (del 12 al 16 de marzo) y la sesión informativa “Glaucoma: Más allá de la presión intraocular” (15 de marzo).
Aunque la hipertensión ocular es el principal factor de riesgo de la patología, no es el único en el que debe centrarse la atención de pacientes y profesionales. Según la Dra. Elena Arrondo, coordinadora del Departamento de Glaucoma del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO), “está muy extendida la idea de que tener la presión intraocular alta implica necesariamente tener glaucoma. Sin embargo, hay personas con esta condición que no llegan a desarrollar la enfermedad y, por el contrario, pacientes con valores “normales” (menos de 21 mm Hg de presión) que sí pueden padecerla”.
En este sentido, las especialistas en glaucoma de IMO destacan que lo que determina que se produzca o no un glaucoma es el daño en el nervio óptico, que comunica el ojo con el cerebro como si se tratase de un cable eléctrico compuesto por muchas fibras conductoras. “Cuando las células ganglionares de la retina que forman el nervio óptico mueren a causa de la enfermedad, este empieza a quedar hueco. Como consecuencia, se van dejando de transmitir los impulsos nerviosos de la retina al cerebro y se van creando “puntos ciegos”, lo que provoca una pérdida progresiva de visión”, aclara la Dra. Sílvia Freixes.
Proteger el nervio óptico
El aumento de la presión intraocular produce un “estrés” que el nervio óptico no puede soportar, pero, en una patología de origen multifactorial –y todavía controvertido– como es el glaucoma, hay otros factores que influyen en el daño a esta estructura. La Dra. Laia Pascual destaca que “la investigación avanza en este campo y cada vez hay una mayor comprensión de la enfermedad”. La predisposición genética juega un papel importante en algunos casos y también se está explorando la relación del glaucoma con enfermedades vasculares debido a la fragilidad de los vasos sanguíneos del nervio óptico. Por lo que se refiere a las estrategias terapéuticas, la neuroprotección es otra línea de estudio prometedora para anticiparse al glaucoma y prevenir el deterioro del nervio óptico, cuyo daño es irreversible.
Sobre estos y otros aspectos se hablará en profundidad en la sesión informativa que se celebrará el jueves 15 de agosto, a las 18.00 h, en el Auditorio de IMO, y que se complementará con exploraciones en la Unidad de Diagnóstico Precoz del Instituto durante toda la semana. Estas revisiones se dirigen a personas en riesgo de padecer la enfermedad: con hipertensión ocular, mayores de 60 años, con antecedentes familiares, con miopía/hipermetropía alta, con otras patologías oculares, con ángulo ocular estrecho, así como personas de raza negra o asiática. Los controles incluirán toma de la presión intraocular, además de examen del nervio óptico y prueba de agudeza visual.