Notas de prensa
- Higiene
- General
La limpieza de los conductos interiores del coche elimina un 55% el riesgo de infección en las vías aéreas
En los conductos de ventilación habitan hongos, bacterias, ácaros y otros agentes que en caso de acumularse pueden ser potencialmente dañinos
Limpiar correctamente los conductos interiores del vehículo elimina un 55% el riesgo de infección en las vías aéreas según informan los especialistas en limpieza integral de vehículos de Alvatowash.
Según diversos análisis realizados en el interior de varios vehículos, en los conductos de ventilación habitan hongos, moho, bacterias, ácaros y otros agentes perjudiciales para la salud.
Es en el momento en el que se activa la calefacción o el aire acondicionado cuando se expulsan en el interior del habitáculo del vehículo alguno de estos agentes infecciosos, causantes de complicaciones en problemas relacionados con las vías aéreas.
Según indican los especialistas en limpieza e higiene del vehículo de Alvatowash, lo normal sería realizar de tres a cuatro limpiezas y desinfecciones anuales de los conductos del aire acondicionado o la calefacción. Con esto se reduce el impacto de la suciedad acumulada y se mantiene el proceso de esterilización de forma contínua.
Pero no sólo estos agentes habitan aquí. Si no se limpian de forma habitual estos conductos, al ir expulsando el aire frío o caliente los agentes infecciosos como los ácaros o las bacterias pueden quedarse retenidos en las tapicerías. De forma adicional se sumarían a los ya existentes si no se ha realizado una limpieza y esterilización de la tapicería interior.
Adicionalmente los gérmenes responsables del mal olor se encuentran alojados en estos conductos, lo que implica que el uso continuado de la calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano impregnan la estancia del habitáculo de un desagradable olor.
El procedimiento es muy sencillo tal y como relatan desde Alvatowash; se utilizan unas espumas y geles desinfectantes que se introducen desde las salidas de ventilación y se realiza un aspirado con el fin de que el recorrido del conducto quede totalmente limpio y libre de gérmenes.
Con esta técnica no sólo se consigue una mayor limpieza del vehículo sino que los índices de salubridad mejoran notablemente disminuyendo los riesgos de infección en las vías aéreas.