Notas de prensa
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La mala alimentación y el sedentarismo son responsables de casi el 30% de los casos de cáncer
· Según diversos estudios científicos, el consumo de ácidos grasos saturados está relacionado con la aparición de enfermedades cardiovasculares y obesidad, que pueden derivar en procesos tumorales
· Los expertos aconsejan una dieta equilibrada, basada en el consumo de aceite de oliva crudo, pescado azul y vegetales, alimentos que actúan como antioxidante celular y que disminuyen el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades crónicas
· La realización de una valoración nutricional a los pacientes en tratamiento oncológico permite adecuar las terapias a sus necesidades alimentarias
Esta jornada, que se celebra anualmente desde 2003, pretende revisarlos aspectos mas novedosos y relevantes en nutrición y cáncer por su acreditación científica. Así, el encuentro ha logrado reunir a más de un centenar de profesionales de la salud, fundamentalmente de unidades de nutrición clínica, oncología y farmacia, interesados en los avances científicos que relacionan el consumo de ácidos grasos W3 con la prevención de enfermedades como el cáncer.
Los malos hábitos alimenticios, el consumo elevado de alcohol y tabaco, la falta de ejercicio y la obesidad son algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de aparición de un tumor. Para reducir las probabilidades, el especialista de MD Anderson Cancer Center Madrid ha insistido en que "una alimentación variada y equilibrada, que se adecúe a la edad y al estilo de vida de cada persona, actúa como prevención y como adyuvante en la terapéutica del cáncer". De esta forma, se recomienda seguir una dieta basada en el consumo de verduras, aceite de oliva crudo, pescado azul, frutos secos moderadamente legumbres seria una dieta oncosaludable podemos añadir otros alimentos, como la onagra, el espino blanco y algún crustáceo como el Krill que también contiene W3 que por su contenido en ácidos grasos W3 actúan como antioxidante celular y pueden contribuir a disminuir el riesgo de padecer algunos tumores.
Los expertos han recordado, además, la necesidad de realizar una valoración nutricional previa a los pacientes en tratamiento oncológico que permita adaptar las necesidades dietéticas a la terapia que recibe cada individuo.
Las guías alimentarias, por su parte, aconsejan, como base de una dieta equilibrada y oncoprotectora, el consumo de 4 o 5 raciones/día de frutas y verduras, 2 o 3 raciones/día de proteínas, una ingesta de 30 gr. de fibra, reducir el consumo de grasas saturadas y consumir 8 vasos de agua al día. Además, se recomienda la práctica diaria de ejercicio físico durante al menos 30 minutos.