Notas de prensa
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Llegan las medidas contra la falsificación de medicamentos
El ser humano no deja de sorprendernos, es conocido por todos el nivel de codicia de algunos. A lo largo de este último siglo hemos visto cómo el negocio de las falsificaciones crecía exponencialmente. Se calcula que en el mundo, cada año, se fuman centenares de millones de cigarrillos falsos. Asimismo, se comercializan bebidas alcohólicas tóxicas, transistores, microchips, champús, cosméticos, perfumes, pastas de dientes, leche en polvo para bebés, detergentes, airbags, todo tipo de artilugios electrónicos, smartphones, copias de películas, música y libros… y, por supuesto, ropa y accesorios de lujo. Océanos de falsificaciones inundan el planeta. Resulta imposible tratar de cuantificarlas y no iban a ser una excepción los medicamentos.
¿Son capaces los falsificadores de poner en riesgo la salud de los demás con tal de enriquecerse? Sin lugar a dudas, la respuesta es: sí.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, entre el 1 y el 10% del mercado mundial de medicamentos corresponde a estas actividades criminales, lo que se traduce en 75 mil millones de dólares. La conocida como Operación Pangea VIII, coordinada por la INTERPOL a nivel mundial, contra este tráfico ilícito de medicamentos, detectó en 2015 más de un millón de dosis falsificadas que eran compradas de forma ilegal en terceros países, la mayoría de ellos a través de Internet.
¿Qué peligros tienen los medicamentos falsificados? Fundamentalmente, dos: bien por acción, si contienen elementos tóxicos o mal conservados; bien por omisión, si no contienen más que excipiente y no curan la patología.
El 9 de febrero de 2016 se publicó el acto delegado por parte de la Comisión Europea, documento donde se establecen una serie de pautas y medidas para establecer un control al problema de las falsificaciones en Europa. La directiva consta de dos partes bien diferenciadas. La primera, se centra en la lucha contra las falsificaciones en internet, donde se establece una medida que permite la venta por internet de especialidades farmacéuticas publicitarias en páginas web debidamente homologadas. Como garantía, tendrán un sello que redirecciona a la página de la agencia española del medicamento, con el fin de verificar que es un sitio web seguro para la compra de medicamentos.
La segunda parte de la directiva expone una serie de medidas que obligan a los fabricantes a generar y asociar a cada medicamento (unidad mínima de consumo) un número de serie único generado aleatoriamente. Con esto, se consigue que cada envase sea único. Este número se imprime en un código datamatrix en el envase del medicamento y toda la información se sube a una base de datos central para que, en el momento de la dispensación (hospitales y farmacias principalmente), se pueda comprobar contra esa base de datos, la autenticidad del medicamento.
Por tanto, empieza una carrera apasionante formada por todas las empresas del sector farmacéutico para adaptar su tecnología a los nuevos requerimientos ¿Llegaremos a tiempo?
Alejandro Villalón Acacio - everis