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Pacientes y médicos insisten en el diagnóstico adecuado y la terapia precoz para mejorar el abordaje de una enfermedad ultra- rara: la hemoglobinuria paroxística nocturna
La complicación más frecuente de la HPN es la trombosis, primera causa de muerte en los pacientes junto con la insuficiencia renal
La HPN es una de las pocas enfermedades ultra-raras con un tratamiento efectivo que permite al paciente tener la misma supervivencia que la población general
Bilbao, 15 de noviembre de 2012.- Conseguir un diagnóstico adecuado y un tratamiento precoz es un objetivo que los especialistas en hematología y los pacientes reunidos en Bilbao en el marco de la V Jornada para el Conocimiento de la HPN coinciden en señalar como necesario e imprescindible para mejorar el abordaje de esta enfermedad ultra-rara, crónica, progresiva y potencialmente mortal.
La HPN es una enfermedad ultra-rara que afecta a alrededor de unas 250 personas en España y en la que el sistema inmune primario del cuerpo destruye los glóbulos rojos (un proceso conocido como hemólisis) y causa daño orgánico. En la HPN existe un elevado riesgo de trombosis, principal causa de muerte en estos pacientes; de hecho, el 35% fallece en los 5 años siguientes al diagnóstico a pesar del uso de terapias de soporte. Además, el 65% de los pacientes tiene insuficiencia renal crónica.
Una de las problemáticas de las enfermedades ultra-raras, como la HPN, es la baja prevalencia de la patología, lo que conlleva una importante dispersión geográfica de los aproximadamente 250 pacientes que hay en nuestro país. A pesar de ello, según Jordi Cruz, Presidente de la Asociación de pacientes con HPN en España (www.hpne.org), “es necesario garantizar la equidad y que todos los pacientes tengan la misma calidad asistencial independientemente de la Comunidad Autónoma en la que residan”.
En la Jornada también se ha puesto de manifiesto la necesidad de centros de referencia que tengan el conocimiento y la experiencia necesarios en el abordaje de la HPN. Respecto a este tema, los asistentes se han referido al caso del Reino Unido, que cuenta con un Hospital de referencia en HPN, en Leeds, y un sistema de financiación distinto que facilita un mejor abordaje de las enfermedades raras y ultra-raras.
La razón de haber elegido Bilbao para acoger la quinta edición de la Jornada para el Conocimiento de la HPN ha sido, precisamente, según Cruz, “conocer la situación actual de esta enfermedad en la zona y entrar en contacto con los pacientes vascos para debatir cuáles son sus principales inquietudes en relación con el abordaje de la HPN”.
Otro punto destacado es que la HPN es una de las pocas enfermedades ultra-raras que actualmente dispone de un tratamiento efectivo: un fármaco llamado eculizumab aprobado en 2007 por las autoridades sanitarias en EEUU y Europa “del que es importante garantizar el acceso precoz y equitativo a todos los pacientes que lo necesitan independientemente de su lugar de origen, y realizar un estrecho seguimiento”.
Mejorar la sospecha y realizar un diagnóstico correcto precoz
La HPN puede tardar años en diagnosticarse correctamente si no da síntomas característicos. “Afortunadamente, esto está cambiando. Es importante que los médicos conozcan la enfermedad y si hay sospecha pedir la prueba para descartar o confirmar la HPN, ya que no es especialmente cara ni compleja”, según el Dr. Juan Carlos García Ruiz, Jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Cruces (Barakaldo).
En la hemoglobinuria paroxística nocturna la expectativa de vida se ve reducida respecto a la población general con una media de supervivencia de 10 a 15 años desde el diagnóstico y con un alto impacto en la calidad de vida. El diagnóstico correcto y precoz es esencial para mejorar el pronóstico y evitar consecuencias devastadoras.
El Dr. Rafael del Orbe, Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Cruces, ha explicado que “en nuestro organismo tenemos unas proteínas llamadas GPI que protegen nuestras células frente a agentes externos, como bacterias y virus, e impiden que el sistema del complemento las ataque. Sin embargo, en la HPN las GPI no existen y se produce la destrucción crónica de los glóbulos rojos de la sangre, la hemólisis”.
Los síntomas más frecuentes son “dolor abdominal severo, fatiga y cansancio, disnea o dificultad para respirar, color amarillento de la piel, disfagia o dificultad para tragar y hemoglobinuria o color oscuro de la orina”, ha explicado la Dra. Marcela Zamora, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Cruces. “Éstos pueden ocultar consecuencias muy graves para el paciente, como trombosis, insuficiencia renal, ictus, hipertensión pulmonar o insuficiencia hepática, entre otras. Aunque no se observen síntomas, en la HPN la hemólisis sigue su curso y las consecuencias son imprevisibles y potencialmente mortales, pudiendo afectar a cualquier órgano vital: corazón, cerebro,…”.
Actualmente, según la Dra. Paloma Isusi, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Basurto, “el método de elección y la prueba diagnóstica de máxima calidad para la HPN es la citometría de flujo, que puede realizarse en muchos hospitales”. Añade que “las guías de consenso para HPN, tanto las nacionales como las internacionales, establecen que el laboratorio debe realizar una citometría de flujo analizando al menos dos líneas celulares, neutrófitos y monocitos y/o hematíes, empleando más de un reactivo”.
La HPN, una enfermedad ultra-rara con tratamiento
Actualmente, hay entre 6.000 y 8.000 enfermedades raras y ultra-raras. Y sólo existen unos 60 tratamientos aprobados en Europa. La HPN es una de las que tiene un tratamiento efectivo, que permite al paciente tener los mismos índices de supervivencia que la población general: eculizumab, un fármaco aprobado en 2007 por las autoridades sanitarias americana y europea (FDA y EMA), cuya seguridad y eficacia viene respaldada por ensayos clínicos.
Según la Dra. Larraitz Arrue, del Servicio de Hematología del Hospital Donostia, “eculizumab es un anticuerpo monoclonal humanizado cuya eficacia radica en que actúa directamente sobre la causa de la HPN, es decir, bloqueando la proteína C5 del complemento e impidiendo su activación incontrolada y, por tanto, la hemólisis, frenando casi todas las complicaciones derivadas de la HPN”.
Los ensayos clínicos han confirmado que este fármaco reduce en un 85% el riesgo relativo de trombosis, porcentaje que aumenta hasta el 94% en aquellos pacientes tratados con anticoagulantes por episodios vasculares oclusivos previos. Además, se produce una mejora de la calidad de vida de los pacientes y se mejora la insuficiencia renal.
La terapia de soporte de la enfermedad consiste en “transfusiones periódicas de sangre, terapia inmunosupresora, corticoides, preparados de ácido fólico y hierro. El trasplante de médula ósea es un tratamiento curativo de la enfermedad pero queda restringido a casos muy particulares debido al alto riesgo que puede suponer para la vida del paciente”. Los especialistas en hematología reunidos en la Jornada también han incidido en el hecho de que el manejo de cada paciente debe ser personalizado y en la necesidad de realizar un estrecho seguimiento en el tratamiento de la enfermedad caso a caso.
Mejorar el conocimiento de la enfermedad: los registros de pacientes
Uno de los retos actuales es conocer más y mejor la HPN. En relación a este punto, la Dra. Beatriz Arrizabalaga, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Cruces, se ha referido al registro internacional de pacientes que existe desde hace cinco años y en el que actualmente hay registrados un total de 1.745 pacientes procedentes de 24 países de cinco continentes, incluida España, como “una herramienta muy importante y útil para el conocimiento de la HPN a largo plazo”.
Este registro “tiene categoría de ensayo clínico”, es voluntario y anónimo. Su objetivo es doble. Por una parte, “recoger datos que permitan caracterizar la historia natural de la HPN, su evolución, morbilidad y mortalidad en todos los pacientes, tanto aquellos que están en tratamiento con eculizumab como los que no. Y, por otra, evaluar datos específicos de eficacia y seguridad en enfermos que reciben tratamiento con eculizumab”.
Para ello, con una periodicidad de seis meses, el especialista médico incluye datos clínicos y analíticos en este registro internacional online.
La Jornada también ha incluido la intervención de una paciente con HPN, diagnosticada de esta enfermedad con veinte años y que ha contado en primera persona su experiencia y la de su familia. Uno de los aspectos que han destacado es el “impacto psicológico y emocional que supone recibir el diagnóstico de una enfermedad como la HPN, que es potencialmente mortal”. Aquí no ha dudado en “agradecer el apoyo de la Asociación de Pacientes de HPN, quien nos ha ayudado y aconsejado en todo momento”.
Actualmente está recibiendo tratamiento con eculizumab, “y me ha cambiado totalmente la vida”. Antes de iniciar la terapia con el fármaco, había tenido que ingresar varias veces en el hospital debido a complicaciones, “pero desde entonces no he tenido ninguna crisis más. Tengo que ir cada 15 días al hospital para que me administren el tratamiento, pero es algo que ya está interiorizado en la rutina semanal. Y no es nada comparado con la tranquilidad que aporta el saber que la enfermedad está bajo control y con el hecho de poder llevar exactamente la misma vida que antes del diagnóstico”.
En el cierre de la Jornada, Jordi Cruz ha destacado “la importancia que la voz del paciente ha cobrado en los últimos años como experto, ya que nadie sabe más sobre el día a día de la enfermedad”. Tampoco ha dudado en señalar “la importancia de que los profesionales médicos estén integrados y colaborando con las asociaciones de pacientes”.
La Asociación de Pacientes de HPN en España ofrece información, asesoramiento y ayuda a todos los pacientes con HPN “mediante las herramientas de las que disponemos. Así, por ejemplo, estamos en permanente contacto con los pacientes de HPN de cada CCAA y conocemos a los hospitales y a los especialistas que tienen más experiencia en el manejo de esta enfermedad”. A parte de ello, también recurren a herramientas 2.0, como la web www.hpne.org, una página en Facebook y la revista HPN Looks. Además, también “estamos presentes en congresos, tenemos convenios de colaboración con entidades como FEDER y estamos en contacto con asociaciones de pacientes internacionales, como Hematoslife, con quienes nos reunimos anualmente para intercambiar información”.