Notas de prensa

  • 14 de noviembre de 2016
  • 126

Se estima que más del 50% de la población española desarrollará alguna enfermedad dermatológica a lo largo de su vida1-4

  • Estas enfermedades tienen un impacto social y sobre la calidad de vida de los pacientes comparable al que causan otras patologías graves como las enfermedades cardíacas, la diabetes, el asma o incluso el cáncer, siendo el aspecto psicológico el más afectado5,6

 

  • Suponen una alta carga económica para los servicios de salud, tanto en recursos sanitarios como en costes. En Europa, se estima que este gasto podría llegar a alcanzar los 5 billones de euros anuales7, siendo 8.000 millones los correspondientes al gasto sanitario español8

 

  • Las enfermedades dermatológicas representan la 4ª causa de años perdidos por discapacidad9

 

  • La teledermatología se presenta como una herramienta útil que podría significar un ahorro en dicho coste sanitario y que además evitaría el desplazamiento de los pacientes y las derivaciones de los mismos al especialista

Outcomes’10, consultora especializada en Investigación en Resultados de Salud y Farmacoeconomía, junto con la compañía farmacéutica Almirall, han llevado a cabo un estudio para determinar la carga económica asociada a las enfermedades dermatológicas en España y en Europa. El informe también evalúa las estrategias establecidas en los Planes de Salud españoles referentes a esta enfermedades, así como el impacto y nivel de implantación implantación de la teledermatología en al ámbito sanitario español. Las conclusiones de este estudio se recogen en el libro “La repercusión clínica, económica y social de las enfermedades dermatológicas en España: una visión de conjunto”, recientemente publicado por Outocomes’108.

 

Luis Lizán, CEO de Outcomes’10, ha señalado “posiblemente la percepción general sobre las enfermedades dermatológicas se asemeja más a un problema cosmético/estético que a la realidad de unas patologías invalidantes en numerosas ocasiones, ya sea desde el punto de vista personal, laboral, y/o social. No es en absoluto desdeñable la estigmatización que representan, y las repercusiones económicas que soportan, tanto para el paciente como para el conjunto de la sociedad. Este trabajo ayuda a ubicar en su justo lugar este conjunto de patologías, sobre las que deberíamos prestar más atención por la importancia y los costes que generan, y frente a las que se tendrían que implementar diversas actuaciones por parte de las autoridades sanitarias para mitigar su impacto y abordarlas con la planificación y los recursos que precisan”.

 

Según ha indicado Ignasi Martí, Director de Relaciones Institucionales de Almirall y co-autor del libro, “con este estudio queremos ofrecer una visión general del impacto de las enfermedades dermatológicas en España. Las conclusiones ponen de manifiesto que estas enfermedades son lo suficientemente importantes como para que se establezcan estrategias claras para su manejo, prevención y control en los diferentes Planes de Salud”. Además, también ha añadido que “la participación de Almirall en este libro responde a nuestra apuesta firme por el área de la dermatología y nuestro compromiso por mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

 

Las enfermedades dermatológicas se encuentran distribuidas globalmente, se estima que el 30-70% de la población desarrollará alguna de estas enfermedades en algún período de la vida1-4. Además, se espera que su prevalencia vaya aumentando en los próximos años debido, entre otros factores, a la industrialización y el cambio climático. Debemos tener en cuenta que, por una parte, la piel es el órgano más expuesto a los cambios en el medio ambiente y, por otra parte, el cambio climático, además de tener un efecto directo sobre las propiedades cutáneas, contribuye al cambio de la distribución geográfica y a la incidencia de ciertas infecciones bacterianas y fúngicas10.

 

Aunque a menudo las enfermedades de la piel se consideran menores y con un impacto meramente estético, la realidad es que su repercusión social y sobre la calidad de vida relacionada con la salud es considerable, pudiendo ser comparable al ocasionado por otras patologías graves como las cardíacas, la diabetes, el asma o incluso el cáncer, siendo el componente mental el más afectado5,6. Teniendo en cuenta la carga social de una enfermedad medida por su prevalencia y las morbilidades generadas, las enfermedades dermatológicas representan la 4ª causa de años perdidos por discapacidad9.

 

Entre las principales enfermedades dermatológicas: la psoriasis y la queratosis actínica

 

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria sistémica, que afecta fundamentalmente a la piel, y cuya prevalencia aproximada en España es del 2%11. Muchos estudios han demostrado que la psoriasis tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes. Además de los síntomas característicos en la piel, la psoriasis está relacionada con el desarrollo de otras comorbilidades como dislipemias, diabetes mellitus e hipertensión, que incrementan el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. De hecho, se estima que el paciente con psoriasis tiene hasta 3 veces más probabilidades de sufrir infartos que la población general12.

 

La queratosis actínica o queratosis solar es una enfermedad crónica dermatológica asociada principalmente a la excesiva exposición solar a lo largo de los años. En España, la prevalencia es del 23,5% en la población mayor de 45 años, lo que supone casi 5 millones de pacientes en nuestro país según los datos del INE de 201413. Esta enfermedad crónica es de especial relevancia si consideramos que entre un 5 y un 20% de los casos evolucionarán a carcinoma escamoso invasivo14.

 

Carga económica asociada a las enfermedades dermatológicas

 

Las enfermedades dermatológicas suponen una alta carga económica para los servicios de salud, tanto en recursos sanitarios utilizados como por los costes directos generados en su tratamiento. Además, el coste asociado a la pérdida de productividad por enfermedades dermatológicas profesionales es considerable, estimándose que en Europa podría llegar a alcanzar los 5 billones de euros anuales7.

 

Hasta la fecha no se había realizado un análisis preciso sobre los costes totales asociados a las enfermedades dermatológicas en su conjunto, habiéndose identificado solamente datos aislados y concretos sobre los costes farmacológicos y de productos de dermatología cosmética, costes por uso de recursos sanitarios y costes por pérdidas de productividad asociadas a estas enfermedades. No obstante, realizando asunciones y extrapolaciones a partir de los datos disponibles, se podría establecer que en España los costes totales derivados de las enfermedades dermatológicas podrían llegar a ascender a 8.000 millones de euros anuales, incluyendo la dermatología cosmética8.

 

Para analizar la carga económica de las enfermedades dermatológicas se ha realizado una búsqueda ordenada en bases de datos españolas e internacionales durante los últimos 10 años, así como comunicaciones a congresos durante 3 años.

 

En relación a la carga económica de la psoriasis, su carácter crónico y el requerimiento continúo de uso de recursos sanitarios que precisa, contribuyen a que esta esté asociada a una elevada carga económica. En España, el coste total asociado a la psoriasis de moderada a grave puede alcanzar los 7.469 euros por paciente/año15. Según las estimaciones más optimistas, los costes totales derivados de la psoriasis en España podrían estimarse alrededor de los 1.000 millones de euros anuales1.

 

En cuanto a la queratosis actínica, hay una escasez de estudios realizados en Europa que estimen los costes directos e indirectos asociados a esta enfermedad. Tomando como referencia otras poblaciones y extrapolando los datos registrados en EE.UU.16 a la población europea en 2004, se estima que la carga económica de la queratosis actínica en Europa podría superar los 3 billones de euros.

 

Escasa presencia de las enfermedades dermatológicas en los Planes de Salud

 

A pesar de las evidencias existentes sobre la carga social, psicológica y económica asociadas a las enfermedades dermatológicas, suelen ser trivializadas tanto por la población general como por parte de los profesionales sanitarios. En el contexto español, y tras el análisis de los diferentes Planes de Salud de cada Comunidad Autónoma, se ha observado que son muy pocos los que contemplan estrategias claras para el manejo, prevención y control de estas enfermedades. Del mismo modo, existe una ausencia aún mayor de planes concretos para enfermedades dermatológicas concretas (como son la psoriasis o la queratosis actínica), siendo el cáncer de piel prácticamente la única patología dermatológica que cuenta con alguna estrategia para su prevención en un número limitado de Planes de Salud o Planes Integrales. Por todo ello, existe una necesidad urgente de incluir las enfermedades dermatológicas en las políticas activas de prevención y tratamiento, tanto a nivel regional como nacional.

 

La teledermatología, una herramienta útil que requiere mayor implantación

 

La dermatología ha sido una de las primeras especialidades en adoptar la medicina a distancia, ya que el diagnóstico de las enfermedades dermatológicas es principalmente visual, por lo que en buena parte de los casos el diagnóstico y el seguimiento es posible, sobre todo si las imágenes son de buena calidad. Por ello, el auge de las nuevas tecnologías de la comunicación y la posibilidad creciente de la toma de imágenes de gran calidad a bajo coste ha facilitado su desarrollo en la última década.

 

En este sentido, la teledermatología se presenta como una herramienta útil que evita el desplazamiento de los pacientes y las derivaciones de los mismos al especialista. Además de su especial utilidad en pacientes con movilidad reducida o que residen en áreas alejadas a los centros de salud, puede significar un ahorro del coste sanitario y paliar, en parte, la demanda de dermatólogos esperada para los próximos años.

 

Aunque existe evidencia sobre las ventajas de la teledermatología, hay un limitado número de Planes de Salud de las distintas CC.AA. que incluyen acciones dirigidas a fomentar esta herramienta. Asimismo, su introducción en todo el territorio español es irregular, observándose que las CC.AA. con una implementación más amplia en su territorio son: Aragón, Madrid, Galicia, País Vasco, Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha.

 

Para analizar el nivel de implantación de la teledermatología, debido a la constante evolución y actualización tecnológica, la búsqueda en las bases de datos nacionales e internacionales se centró en los últimos 3 años.

 

 

 

Referencias

 

1 Bickers DR, Lim HW, Margolis D, Weinstock MA, Goodman C, Faulkner E, et al. The burden of skin diseases: 2004. A joint project of the American Academy of Dermatology Association and the Society for Investigative Dermatology. J Am AcadDermatol. 2006;55(3):490–500.

2Hay RJ, Fuller LC. The assessment of dermatological needs in resource-poor regions. Int J Dermatol. 2011;50(5):552–7.

3 Schofield J, Grindlay D, Williams H. Skin conditions in the UK :a Health Care Needs Assessment. University of Nottingham, Centre of Evidence Based Dermatology UK. 2009.

4 All Party Parliamentary Group on Skin. The psychological and social impact of skin diseases on people’s lives. 2013.

5Pathirana D, Ormerod A, Saiag P, Smith C, Spuls PI, Nast A, et al. European S3-guidelines on the systemic treatment of psoriasis vulgaris. J EurAcadDermatolVenereol. 2009;23Suppl 2(october):1–70.

6Moberg C, Alderling M, Meding B. Hand eczema and quality of life: a population-based study. Br J Dermatol. 2009;161(2):397–403.

7StanDerm. Occupational skin diseases [Internet]. COST Action TD1206. 2015 [cited 2016 Apr 1]. Available from: occupational skin diseases.

8L. Lizán Tudela, M. Comellas Serra, H. D. de Paz Férnandez, M. Casañas Domingo, X.Cortés Gil e I. Martí Ragué. La repercusión clínica, económica y social de las enfermedades dermatológicas en España: una visión de conjunto. ISBN-13: 978-84-617-4104-5.

9 Hay RJ, Johns NE, Williams HC, Bolliger IW, Dellavalle RP, Margolis DJ, et al. The Global Burden of Skin Disease in 2010: An Analysis of the Prevalence and Impact of Skin Conditions. J Invest Dermatol. 2013;134(6):1–8.

10Balato N, Megna M, Ayala F, Balato A, Napolitano M, PatrunoC. Effects of climate changes on skin diseases. Expert Rev Anti Infect Ther. 2014;12(2):171–81.

11 Narayanan S, Franceschetti A. Prevalence of comorbidities among patients with psoriasis with and without psoriatic arthritis in European Union. Ann Rheum Dis. 2015;73(Suppl2):462.

12Pathirana D, Ormerod A, Saiag P, Smith C, Spuls PI, Nast A, et al. European S3-guidelines on the systemic treatment of psoriasis vulgaris. J EurAcadDermatolVenereol. 2009;23Suppl 2(october):1–70.

13Ferrándiz C. Prevalencia de Queratosis Actínica en servicios generales de dermatología hospitalarios españoles. Estudio Epidemiológico (Estudio EPIQA) [Internet]. Almirall. 2015. p. 4. Availablefrom: http://www.almirall.es/es/media/ comunicados-de-prensa/detalle?title=la-queratosis-actinica-afecta-a-un-23-5-de-los-espanoles-a-partir-de-los- 45-anos-general-&articleId=311712.

14Alomar A. Actinic keratosis: new concepts and therapeutic approaches for an ancestral condition. ActasDermosifiliogr. 2014;105(9):809–12

15 Sánchez-Carazo JL, Daudén E, Vanaclocha F, Toribio J, Pujol R et al. Cost of moderate to severe psoriasis patients in Spain. ISPOR 12th AnnuEurCongr 2009 oct 24-27. 2009;(October):2009.

16Neidecker M V, Davis-Ajami ML, Balkrishnan R, Feldman SR. Pharmacoeconomic considerations in treating actinic keratosis. Vol. 27, PharmacoEconomics. 2009. p. 451–64

 

 

Sobre Almirall

Almirall es una compañía global con sede en Barcelona dedicada a ofrecer medicamentos y dispositivos médicos valiosos a través de su I+D y de acuerdos y alianzas. Nuestra labor cubre toda la cadena de valor del medicamento. Un consolidado crecimiento nos permite destinar nuestro talento y rigor hacia áreas especializadas y en particular para continuar creciendo y posicionarnos como un referente en Dermatología global. Somos una compañía especialista, lo que nos permite lograr el propósito de llevar nuestros innovadores productos allí donde sean necesarios.

 

Almirall, fundada en 1943, cotiza en la Bolsa española (ticker: ALM) y es fuente de creación de valor para la sociedad gracias a la visión y el compromiso a largo plazo de sus accionistas de referencia. En 2015, generó unos ingresos totales de 769 millones de euros y, con 1.800 empleados, posee una afianzada y progresiva presencia en Europa, además de EE. UU.

Para más información, visite www.almirall.com.

 

 

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