Las disfunción sexual femenina tiene un impacto importante en la calidad de vida y las relaciones interpersonales. Se trata de un problema que afecta entre el 20 y 50% de mujeres con menopausia. Además, el 36% de las mujeres menopáusicas experimenta una reducción de su capacidad sexual y el 20% de estas pacientes ve alteradas gravemente sus relaciones emocionales. Sin embargo, sólo el 18% de las mujeres menopáusicas solicita ayuda médica y tarda unos 6 años en realizar la consulta, según datos incluidos en el libro La menopausia al inicio del siglo XXI, dirigido por Mª Jesús Cornellana, presidenta de la Secció de Menopausa de la Societat Catalana d?Obstetricia i Ginecologia de l?Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya i Balears. Este libro, patrocinado por laboratorios ROVI, se ha presentado c oincidiendo con la celebración en Barcelona del 30 Congreso de la Sociedad Española de Ginecologia y Obstetricia (SEGO), con la presencia de los Presidentes de la Sociedades Científicas de Ginecologia y Menopausia y demás personalidades del mundo de la ginecología.

Según recoge La menopausia al inicio del siglo XXI, una radiografía de la mujer menopáusica dirigida al especialista al diagnóstico de artrosis u osteoporosis. Cada año 25 millones de mujeres pasan a ser menopáusicas, de ellas más de un 70% presenta sofocos y alteraciones en el sueño y estado emocional. La pérdida de estrógenos durante la transición menopáusica provoca una serie de síntomas, que van desde los sofocos y sudores a la atrofia vaginal, siendo los sofocos el principal motivo de consulta al ginecólogo y por el que la mujer demanda tratamiento para mejorar su calidad de vida. Algunas mujeres tienen una transición asintomática hacia el climaterio, pero la mayoría experimenta síntomas que pueden comenzar antes del cese de la menstruación y prolongarse en el tiempo, incluso hasta la senectud. El libro expone la efectividad de las terapias alternativas con isoflavonas de soja para mejorar los sofocos.

El libro trata extensamente y en profundidad las características médicas de la mujer menopáusica, y tal y como afirma la Dra. Cornellana, ginecóloga del Hospital del Mar de Barcelona: ? Esta obra, La menopausia al inicio del siglo XXI , nació con la idea de facilitar una revisión actualizada y global de la Menopausia a día de hoy. Ciertamente, hay muchas y buenas publicaciones referidas a temas concretos de la menopausia: osteoporosis, fitoterapia, vida saludable, pero, en la última década no existía en este país un libro que contemple la menopausia en todos sus aspectos, así pues, se consideró que tal vez sería interesante una visión exhaustiva del estado actual del conocimiento de la menopausia al inicio de este siglo XXI, realizada por expertos en esta especialidad?.

Nuevas Terapias

Asimismo, el libro aborda las nuevas terapias contra el cáncer de mama, una dolencia que afecta a un gran número de mujeres menopáusicas. En España, la incidencia del cáncer de mama está aumentando, y se calcula que en el momento actual se diagnostican anualmente entre 12.000 y 13.000 nuevos tumores de este tipo. Ello supone que 1 de cada 14 o 15 mujeres españolas padecerá un cáncer a lo largo de su vida. Surge frente al cáncer de mama un nuevo concepto: la «quimioprevención». Así, se vislumbra la posibilidad de que grupos de mujeres sanas, con alto riesgo de padecer la enfermedad, sean candidatas a una prevención farmacológica que logre reducir la incidencia y la mortalidad por cáncer de mama.

Por otra parte, el libro se ocupa extensamente de la osteoporosis postmenopausica. De hecho, un tercio de las mujeres de más de 50 años sufre osteoporosis; sin embargo, la ausencia de síntomas hace que no se diagnostiquen. Sólo entre el 14 y el 15% reciben tratamiento. La complicación más temible en la osteoporosis es la fractura; de ahí que sea necesario conocer los factores de riesgo a fin de poder corregirlos y evitarlos. Algunos de ellos no pueden modificarse, como la edad, el sexo, la raza, el fallo ovárico prematuro, antecedentes familiares de osteoporosis, así como la carga genética. En cambio otros, son modificables, como la baja densidad mineral ósea, la delgadez, baja ingesta de calcio y vitamina D, sedentarismo, tabaco, deficiencia de estrógenos, alto riesgo de caídas, etc. Si se calcula a nivel mundial, un tercio de las mujeres de más de 50 años sufre osteoporosis; sin embargo, la ausencia de síntomas hace que no se diagnostiquen. ?Sólo entre el 14 y el 15% son tratadas. Los bifosfonatos, el ranelato de estroncio y el raloxifeno conforman los tratamientos para la osteoporosis posmenopáusica. Siempre con complementos de calcio y vitamina D?, concluye la Dra. Cornellana.