Notas de prensa
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Un millón de personas pueden padecer bronquiectasias en nuestro país
Estas lesiones multiplican por tres la mortalidad de algunos pacientes afectados por EPOC
Luis Máiz, Neumólogo del Hospital Ramón y Cajal, explicó que los clínicos, ante una serie de síntomas respiratorios graves, suelen pensar en la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o en el Asma y, en muchas ocasiones, las bronquiectasias más comunes, que son las no debidas a fibrosis quística, son las que pueden pasar desapercibidas y en las que hay estas cifras tan elevadas de infradiagnóstico.
El Doctor Javier de Gracia, Neumólogo del Hospital Vall d´Hebron añadió que las bronquiecatasias se pueden clasificar en dos grupos: asociadas a enfermedades congénitas y adquiridas. Las del primer grupo aparecen en enfermedades como la fibrosis quística y, las del segundo grupo, se producen como consecuencia de otras múltiples enfermedades como la EPOC, las enfermedades autoinmunes y otras diversas patologías. Hasta hace unos años, esta segunda etiología no se reconocía pues se consideraba que estas lesiones solo aparecían en personas que vivían en condiciones marginales “Recientemente, al realizar Tomografías Computarizadas (TC) de alta resolución a los pacientes de EPOC, nos hemos dado cuenta que entre un 30 y un 50% de los pacientes afectados por las formas moderado-graves de la EPOC presentan bronquiectasias, que son lesiones susceptibles de contraer infecciones bronquiales crónicas y desarrollar una respuesta inflamatoria que favorece la progresión de la lesión pulmonar” señaló el Doctor de Gracia.
Datos de prevalencia y Síntomas de las BQ
Los neumólogos explicaron que los síntomas de esta patología suelen ser diversos, pero los más generales son infecciones respiratorias de repetición, expectoración crónica mucopurulenta o purulenta, dolor torácico de carácter pleurítico, astenia y en menor porcentaje pueden presentar expectoración hemoptoica o hemoptisis (con presencia de sangre).
Asimismo, estos neumólogos explicaron que, en algunos casos, no hay relación entre tabaquismo y bronquiectasias. “En ocasiones vemos grupos de pacientes que presentan estas lesiones y nunca han fumado”, señala el Dr. de Gracia. Opinión que coincide totalmente con la del Doctor Máiz que insiste en que -en general- se suelen hacer dos clasificaciones: al paciente fumador se le suele diagnosticar con EPOC y, al paciente que no fuma, probablemente le diagnostiquen de asma u otra patología.
Profundizar en el diagnóstico de las bronquiectasias resulta especialmente importante para los neumólogos ya que, entre un 30 y un 50% de los casos moderados-graves que sufren de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) -que afecta a un 10,2% de la población española entre 40 y 80 años de edad (3,4 millones de españoles)- pueden sufrir bronquiectasias que pueden ser letales, según han manifestado estos expertos. También pueden sufrir estas lesiones los pacientes inmunodeprimidos, los pacientes transplantados, los enfermos con alteraciones genéticas en determinadas proteínas (discinesia ciliar primaria), los pacientes con síndrome de Young y, en más del 25% de los casos de bronquiectasias, tienen un origen idiopático (no conocido).
Diagnóstico
El Doctor Miguel Ángel Martínez, Neumólogo del Hospital de Requena aclaró que estas lesiones pasan totalmente desapercibidas si sólo se realiza una placa de Torax. “Las bronquiectasias producen una dilatación del árbol bronquial e inflamación. Además de la TAC, se recomienda realizar un cultivo de esputo con antibiograma para averiguar la combinación de microorganismos presentes en las muestras”, señaló Martínez.
Estos expertos aclararon que los microorganismos que colonizan con mayor frecuencia son Haemophilus influenzae y Pseudomonas aeruginosa. Así pues, resulta prioritario realizar una detección precoz de Pseudomonas, pues se trata de un microorganismo muy resistente y una vez establecida se puede cronificar su presencia. “Las lesiones estructurales que provocan estas colonizaciones de bacterias se pueden tratar. Cuando no se consigue la eliminación de los patógenos, la inflamación se cronifica produciendo daño pulmonar. Esta respuesta inflamatoria puede ser local y también sistémica, lo cual puede suponer un riesgo vital para el paciente”, señala el Doctor de Gracia.
Diagnosticar a tiempo estas lesiones resulta clave para poder romper el círculo vicioso de infección e inflamación. Los expertos señalaron que una persona con bronquiectasias que sufre una agudización de la infección puede suponer para el hospital un coste superior a unos 6.000 Euros.
Los especialistas explicaron que una persona que haya sufrido una agudización de sus bronquiectasias presenta una probabilidad superior al 30% de fallecer en los siguientes 4 años.
El Doctor de Gracia puntualizó “un 2% de los pacientes que recibimos en nuestra unidad del Hospital de Vall d´Hebron presentan estas lesiones. Actualmente, podemos afirmar que un paciente que sufre EPOC y presenta bronquiectasias tiene una expectativa de vida menor que el que no las tiene. Desde hace tiempo, estamos aplicando en nuestro Hospital los conocimientos adquiridos en el tratamiento de pacientes de fibrosis quística para tratar también a los pacientes que presentan BQ, y en el tratamiento de la FQ acumulamos una experiencia de más de 20 años. Antes, los pacientes eran niños. Ahora, su esperanza de vida supera los 40 años.
En esta línea, el Doctor Máiz reveló que, en los pacientes con bronquiectasias, la mucosa bronquial suele verse colonizada por microorganismos potencialmente patógenos como el que Haemophilus influenzae - que es el más frecuente -, pero Pseudomonas aeruginosa es más devastador en términos de morbimortalidad. “La presencia de este microorganismo hace que debamos ser contundentes con el tratamiento antibiótico, en ocasiones con la utilización de combinaciones de los mismos, en un intento por disminuir la carga bacteriana de la mucosa bronquial”, señaló este especialista.
Tratamientos
Estos especialistas presentaron los diferentes tratamientos para estas lesiones que se encuentran disponibles en España y aclararon cuáles son los tratamientos más adecuados dependiendo de la colonización de microorganismos que se forman en ellas y de su grado de severidad “Si las infecciones por diferentes microorganismos se encuentran en fase aguda o en fase crónica, los tratamientos son diferentes y su vía de administración también”, explicó este experto.
La elección del antibiótico depende del microorganismo causante de la infección y de su antibiograma. El objetivo de cualquiera de estos tratamientos consiste en facilitar la eliminación de las secreciones. Asimismo, las agudizaciones leves pueden tratarse ambulatoriamente por vía oral y, en los casos más graves, se recurre a la administración de antibióticos vía intravenosa. “El problema es que nosotros queremos que llegue al pulmón una concentración de antibiótico y, en algunas ocasiones, tenemos que dar cantidades muy elevadas que pueden llegar a perjudicar otros órganos y, desgraciadamente, las dosis tan elevadas por vía intravenosa pueden llegar a ser hepatotóxicas y nefrotóxicas o tener otros efectos secundarios”, señaló de Gracia.
Sin embargo, para las fases crónicas con infección por microorganismos resistentes como las Pseudomonas, la vía de administración puede ser oral o inhalada. “Entre los medicamentos más novedosos en estas fases se encuentra el Colistimetato de Sodio (Colistina) que debe ser aplicado con un nebulizador específico. Antes de su aplicación se recomienda el drenaje de secreción a través de una solución salina hipertónica con ácido hialurónico para prevenir la irritación de la vía aérea”, explicó este Doctor
Los expertos comentaron que este medicamento representa una gran novedad en el tratamiento de la infección bronquial crónica, pues se consigue que lleguen directamente a los pulmones concentraciones muy elevadas de medicamento con pocos efectos secundarios, porque la cantidad de antibiótico que pasa a la circulación sistémica es mínima frente a las otras vías de administración disponibles.
Asimismo, el Doctor José Blanquer, coordinador del Grupo de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias (TIR) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), explicó que esta Sociedad Científica ha respaldado la organización de estas jornadas porque, de los 3.000 miembros que constituyen actualmente la SEPAR, aproximadamente, unos 1.200 clínicos forman parte del Grupo de Trabajo de Infecciones Respiratorias, lo que demuestra el gran interés que existe entre los diferentes especialistas por formarse sobre las bronquiectasias.
España a la cabeza en investigación
Asimismo, el Doctor Javier de Gracia, reveló que en el entorno de las Sociedades Científicas, nuestro país destaca frente al resto de países occidentales. Prueba de ello es que un Grupo de Estudio de especialistas de la SEPAR, ya en el 2008, presentó la primera Guía en tratamientos de Bronquiectasias, mientras que, hasta hace poco, en Estados Unidos no se reconocía su existencia. En el 2010, los especialistas de Reino Unido publicaron la segunda Guía de abordaje de esta patología.
¿Qué son las bronquiectasias?
Las bronquiectasias son una afección pulmonar crónica, irreversible y progresiva. Consisten en dilataciones permanentes del árbol bronquial, que está compuesto por la tráquea, los bronquios y bronquiolos. Se producen por la inflamación y destrucción de las diferentes partes de la pared del bronquio.
Los signos más frecuentes de las bronquiectasias son la tos persistente y el aumento de la mucosidad, que deteriora el sistema de transporte mucociliar y promueve el cultivo de bacterias. En general, las bronquiectasias representan el estadio final de diferentes procesos patológicos, aunque la causa subyacente puede ser imposible de diagnosticar en cerca del 25% de los casos.
Aproximadamente, entre 800.000 y 1.000.000 de españoles pueden padecer bronquiectasias, de los cuales sólo 300.000 están diagnosticados. Según los neumólogos, esta afección pulmonar suele estar infradiagnosticada porque se confunde con otras patologías o directamente no se realizan las pruebas de diagnóstico adecuadas.
Las bronquiectasias se puede clasificar en dos grupos: asociados a enfermedades congénitas y adquiridas. En el primer grupo aparecen en enfermedades como la fibrosis quística. Y, las del segundo grupo se producen como consecuencia de otras múltiples enfermedades como la EPOC, enfermedades autoinmunes y otras diversas patologías.
El 10,2% de la población de entre 40 y 80 años padece de EPOC. Los estudios más recientes han demostrado que, entre el 30 y el 50% de las formas moderado-graves de la EPOC, presenta bronquiectasias.
Entidad Solidaria con AEPA ATM (www.pacientesatm.com)