Notas de prensa
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Un sistema de Medicina Hiperbárica permite tratar las heridas difíciles de cicatrizar
Las úlceras por pie diabético son la principal causa de amputaciones en España
Una revisión de estudios sobre medicina hiperbárica concluye que “reduce las amputaciones” y “mejora la cicatrización”
Madrid, 17 de marzo de 2014. Un sistema de medicina hiperbárica permite tratar las heridas que cicatrizan con dificultad, como las úlceras del pie diabético, que son la principal causa de amputaciones. El sistema Ulcemed, que ha abierto su primera instalación en Madrid, consiste en la aplicación de medicina hiperbárica a través de una cámara monoplaza de alta presión (hasta 3 atmósferas).
Los pacientes diabéticos tienen un 25% más de riesgo de sufrir una úlcera en una pierna, según la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV), que advierte que si no se trata de manera adecuada puede acabar con la pérdida de la extremidad. La SEACV estima que siete de cada diez amputaciones en España se deben a la diabetes.
La medicina hiperbárica ha demostrado su eficacia en úlceras en numerosos estudios. En el caso de las ocasionadas por diabetes, se ha comprobado que actúa a través de varios mecanismos: frena la hipoxia, el factor que más influye en los fenómenos proinflamatorios que tienen lugar en una herida o úlcera; produce colágeno y nuevos vasos sanguíneos (neoangiogénesis), así como un control mejor de la infección, lo que conduce a la mejor cicatrización de las úlceras.
Una revisión de estudios publicada en la revista International Wound Journal del mes de febrero sobre el tratamiento del pie diabético con medicina hiperbárica concluyó que “reducía las amputaciones” y “mejoraba la cicatrización” de las úlceras.
Sin embargo, no todos los tratamientos con medicina hiperbárica son iguales. El Comité de Oxígeno Hiperbárico de la Sociedad Médica Subacuática e Hiperbárica (UHMS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos señala que para que sea eficaz el paciente debe respirar oxígeno al 100% de una manera continua dentro de una cámara, a una presión en el interior mayor a 1.4 atmósferas absolutas. La exposición de partes aisladas del cuerpo a oxígeno al 100% o el tratamiento en cámaras portátiles de plástico o vinilo no son consideradas por la UHMS como terapias con oxígeno hiperbárico.
“Para conseguir que el tratamiento sea efectivo, es necesario proporcionar al paciente una inhalación continua de oxígeno. En el caso de una cámara monoplaza esto se obtiene gracias a la presurización total del habitáculo con dicho gas y una ventilación continua durante toda la sesión capaz de desplazar al resto de gases como el CO2”, comenta Sergio Calvo, director de Ulcemed.
Otras indicaciones
Los diferentes comités internacionales de Medicina Hiperbárica también han indicado esta terapia en casos de sordera súbita neurosensorial, insuficiencias arteriales, heridas de difícil cicatrización, oclusión de la arteria central de la retina, lesión por aplastamiento, síndrome compartimental y otras isquemias traumáticas agudas, osteomielitis refractaria, infecciones necrotizantes de tejidos blandos, lesiones por radiación, quemaduras térmicas, enfermedad descompresiva, anemia severa, gangrena gaseosa, abscesos intracraneales, intoxicación por monóxido de carbono, embolismo gaseoso e injertos y colgajos en riesgo. Otras indicaciones en estudio o experimentación son autismo, esclerosis múltiple, fibromialgia, lesiones neuronales, enfermedad de Crohn, Perthes, etc.
El sistema Ulcemed ha empezado a utilizarse en una clínica en Madrid pero sus impulsores confían en que en los próximos meses pueda estar disponible en hospitales de toda España que se han interesado por incorporarlo a sus tratamientos en heridas relacionadas con la vascularización.