(Bilbao, 12-03-2011).- Un consorcio de centros de investigación, universidades, liderado por la empresa biotecnológica OWL y CIC bioGUNE, han avanzado nuevas aplicaciones en el test de análisis utilizado para el diagnóstico precoz de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Este novedoso enfoque ha sido publicado este pasado mes de Febrero en la revista Journal of Proteome Research, y como su versión precedente ya está disponible en el mercado. 

El desarrollo de este test de diagnóstico ha contado con la participación de prestigiosos centros de investigación y hospitales españoles y europeos. 

La obesidad supone un grave factor de riesgo para la enfermedad de hígado graso no alcohólico. Ésta es una enfermedad progresiva, que abarca desde la simple acumulación de grasa en el hígado (esteatosis) hasta complicaciones necroinflamatorias más severas como la esteatohepatitis no alcohólica, que afecta al 24% de la población estadounidense y europea. 

Aunque sólo una pequeña parte de los pacientes que la padecen, desarrollan cirrosis y carcinoma hepatocelular, la mayor tendencia a la obesidad  incide en un aumento de otras enfermedades severas, que representan un gran riesgo para la salud. 

Por ello, el diagnóstico precoz de esta enfermedad es crucial no sólo para identificarla, sino también para evaluar el riesgo de progresión y hacer un seguimiento de la respuesta a su tratamiento.

Diferentes perfiles metabólicos dependiendo del Índice de masa corporal. 

En el artículo científico liderado por OWL y CIC bioGUNE recientemente publicado en  Journal of Proteome Research, los científicos han logrado relacionar el índice de masa corporal de los pacientes, con diferentes perfiles metabolómicos para diversos grados de la enfermedad de Hígado Graso No Alcohólico. 

El avance de este test basado en la metabolómica además de diferenciar entre una simple esteatosis y una esteatohepatitis, como lo hacía su precedente, posibilita la identificación del grado de enfermedad dependiendo de la masa corporal del paciente. Esto implica un mayor conocimiento de la evolución de la enfermedad y su diferente comportamiento para cada grupo de pacientes. 

De ésta manera la tecnología facilita un método de medicina personalizada para una patología cuya incidencia creciente en amplios sectores de población supone un reto para los sistemas de salud. 

El Servicio Vasco de Salud a través de BIOEF y Osakidetza han iniciado un proyecto para demostrar clínicamente su efectividad e impacto económico. 

BIOEF ha creado recientemente  la Unidad de Demostración de Tecnologías Innovadoras en Salud-DEMOTEK, que diseña, desarrolla y gestiona estudios clínicos para demostrar la efectividad de nuevas tecnologías sanitarias. 

El primer estudio llevado a cabo por DEMOTEK consiste en  valorar la capacidad diagnóstica y el valor predictivo del test de OWL, a través de su utilización en la práctica clínica asistencial en varios hospitales de referencia de Osakidetza. 

DEMOTEK tiene como objetivo acortar el lapso transcurrido entre la autorización de un nuevo producto para su comercialización y la aprobación de cada sistema sanitario público para su utilización por los profesionales clínicos.

A tal fin, articula experiencias piloto mediante las que Osakidetza utilizará durante un tiempo productos innovadores recientemente comercializados por PYMES, que aún no hayan sido incorporados a la cartera de servicios de Osakidetza. 

El servicio incluye la posibilidad de extender la experiencia-piloto a los sistemas sanitarios de otras regiones europeas que actualmente colaboran con el Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco y Osakidetza. 

El resultado final de esta colaboración público privada posibilita que PYMes como OWL puedan valorizar sus innovaciones a través del uso de sus tecnologías en un sistema sanitario público como el del País Vasco.