Toxoplasmosis y enfermedades mentales
Dos estudios publicados en las revistas Schizophrenia Research y Acta Psychiatrica Scandinavica atribuyen esta asociación al parásito Toxoplasma gondii, presente en los intestinos de los gatos. Los humanos pueden infectarse accidentalmente con el parásito al ingerirlo accidentalmente al estar en contacto con las heces de sus mascotas. T. gondii provoca una enfermedad denominada toxoplasmosis. Millones de personas en todo el mundo están infectadas con el parásito, aunque la mayoría lo ignora. Las personas con un sistema inmunitario intacto pueden resistir sin problemas la infección con T. gondii; no obstante, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas pueden experimentar síntomas similares a la gripe tales como dolores musculares o inflamación de los ganglios. Los casos más graves pueden sufrir ceguera e incluso la muerte.
Estudios anteriores ya habían establecido una asociación entre T. Gondii y un mayor riesgo de patologías mentales. Según un estudio publicado a finales de 2014, el parásito sería causante de alrededor de una quinta parte de los casos de esquizofrenia. Recientemente se han publicado dos estudios que vienen a corroborar esta asociación.
La infección por T. gondii “podría duplicar el riesgo de esquizofrenia”
En uno de estos estudios se analizaron los resultados de dos estudios anteriores según los cuales existían una asociación entre tener gatos durante la infancia y desarrollo de esquizofrenia y otras patologías mentales durante etapas vitales posteriores. Los datos del cuestionario NAMI (National Alliance for the Mentally Ill), recopilados una década antes de que se publicase ningún estudio sobre relación entre posesión de gatos y patologías mentales, revelaron que alrededor del 50% de individuos que habían tenido un gato como mascota durante la infancia fueron diagnosticados de esquizofrenia u otras patologías mentales durante etapas posteriores. Estos datos, afirman los investigadores, sugerirían que tener gatos durante la infancia es significativamente más común en familias en los cuales sus hijos acaban contrayendo enfermedades mentales graves. De ser esto cierto, una posible explicación sería la presencia de T. gondii.
En otro estudio, investigadores de la Academia Central de Medicina de Amsterdam realizaron un meta-estudio de más de 50 estudios que asocian T. gondii con un mayor riesgo de esquizofrenia, llegando a la conclusión de que las personas infectadas con t. gondii tienen un riesgo un 50% superior de desarrollar esquizofrenia que las personas no infectadas con el parásito. También identificaron una asociación entre infección con el parásito y un mayor riesgo de trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo y adicciones varias.
Tales estudios sugerirían que la infección de T. gondii se asocia con diversas patologías psiquiátricas. El Centro de Control de Enfermedades estadounidense aconseja cambiar la caja de arena cada día, dado que el parásito no resulta infeccioso hasta 1-5 días después de haber sido excretado. Por otras parte, se recomienda dar de comer sólo alimentos enlatados, pienso o muy hechos para eliminar la presencia del parásito en la dieta. Por otra parte, las heces felinas no son el único factor de transmisión: también puede contraerse mediante la ingesta de carne poco hecha o agua contaminada.