La disfunción eréctil, la incontinencia urinaria o los problemas asociados a la próstata son disfunciones pélvicas masculinas que todavía suponen un tabú social hoy en día. No obstante, la comunidad médica y científica sigue trabajando en distintos avances que hagan más fácil la vida de las personas que las sufren. La Sociedad Europea de Medicina Sexual (ESSM) y la Sociedad Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA) reúnen a partir de hoy a más de 1.500 especialistas en la materia para poner en común los últimos avances médicos y quirúrgicos en su XVIII Congreso Europeo de Medicina Sexual. Madrid acoge así estos días a especialistas venidos de más de 75 países.

Las jornadas estarán presididas por el Dr. David Ralph, presidente de ESSM, por el Dr. Ignacio Moncada Iribarren, experto en Urología y Andrología, y por el Dr. Juan Ignacio Martínez-Salamanca, especialista en Urología y Salud Sexual. A lo largo de estas jornadas, que tienen lugar del 4 al 6 de febrero en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, los expertos expondrán y debatirán las distintas novedades y tratamientos quirúrgicos a través de ponencias, mesas redondas, workshops y cirugías en directo.

Soluciones quirúrgicas de vanguardia

Más de dos millones y medio de hombres padecen disfunción eréctil en España, pero solo unos 300.000 se someten a tratamiento^[1]. La disfunción eréctil es la incapacidad repetida de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria. Se trata de una patología que con frecuencia perturba el bienestar psicológico de los varones que la sufren, ya que éstos experimentan una pérdida de autoestima y seguridad en sí mismos, así como un elevado nivel de estrés.

“Casi el 30% de los varones que padece disfunción eréctil no responde a los tratamientos farmacológicos existentes para combatirla. Por este motivo, las prótesis de pene son, en estas ocasiones, la mejor opción quirúrgica para acabar con la disfunción eréctil. Se trata de un implante hidráulico completamente interno e imperceptible al ojo ajeno. Tanto es así, que el 92% de los hombres que se han sometido al implante de pene reconoce que esta solución permanente ha mejorado enormemente su calidad de vida”, explica el Dr. Ignacio Moncada Iribarren, Jefe del Servicio de Urología del Hospital Sanitas La Zarzuela de Madrid.

Otra de las disfunciones masculinas más comunes es la incontinencia urinaria que sufren alrededor de 1,5 millones españoles^[2]. Algunos expertos aseguran que en ciertos casos incluso puede llegar a provocar ansiedad o depresión. De hecho, un 86% de la población afectada teme al rechazo social y limita deliberadamente por este motivo sus actividades públicas, según datos del estudio realizado por American Medical Systems (AMS)[3] sobre la salud pélvica y sexual de los españoles.

“El cabestrillo o malla quirúrgica reposiciona la uretra devolviendo al paciente el control de su vejiga, mientras que el esfínter urinario artificial permite retener y expulsar la orina tal y como lo haría el propio esfínter del paciente. Ambas soluciones mejoran de una manera evidente la incontinencia urinaria”, detalla el Dr. Juan Ignacio Martínez-Salamanca, del Centro de Urología Médico-Quirúrgico y del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda.

Tanto la disfunción eréctil como la incontinencia urinaria pueden ser causa de los efectos secundarios de una prostatectomía radical, tratamiento estándar para el cáncer de próstata, que supone el 21% de los tumores que se diagnostican en España[4]. Esta técnica ofrece muy buen control oncológico de la enfermedad, pero no está exenta de efectos secundarios importantes. Los hombres intervenidos experimentan secuelas que afectan en gran medida a su calidad de vida e incluso a su salud psicológica. Según un estudio de AMS, el 18,2% de los españoles teme operarse por miedo a sufrir consecuencias como la incontinencia urinaria o la disfunción eréctil. 

Ambas disfunciones se pueden tratar mediante los implantes dobles en un solo acto quirúrgico o en varios. Con una sola incisión escrotal se implantan tanto el esfínter urinario como la prótesis de pene, mejorando la medida la calidad de vida de los pacientes y su vida sexual.

“Cada vez avanzamos más para que el paciente sufra las menores consecuencias en este ámbito tan importante de su vida privada y que lo pueda hacer cada vez más rápido y en menos actos quirúrgicos”, explica el Dr. Ignacio Moncada Iribarren, Jefe del Servicio de Urología del Hospital Sanitas La Zarzuela de Madrid.

“Los implantes dobles suponen una solución definitiva para aquellos pacientes que han tenido que sufrir procesos quirúrgicos radicales con consecuencia en su vida sexual”, concluye el Dr. Juan Ignacio Martínez-Salamanca, del Centro de Urología Médico-Quirúrgico y del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda.

[1] Estudio realizado por la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA)

[2] Datos del Observatorio Nacional de la Incontinencia

[3] Estudio de AMS elaborado entre una muestra de hombres españoles mayores de 45 años

[4] Datos de la Asociación Española Contra el Cáncer