El envejecimiento de la población mundial, tanto de los países desarrollados como de aquellos en vías de desarrollo, es signo inequívoco de que los sistemas de salud y de atención a la dependencia están mejorando. En España, la esperanza de vida al nacer roza los 81 años según el Instituto Nacional de Estadística, un dato que, aunque alentador, plantea nuevos retos sanitarios, sociales y de atención a las situaciones de dependencia.

Bupa, la empresa matriz de Sanitas, ha llevado a cabo un estudio internacional, Bupa Health Pulse 2010, sobre el envejecimiento, en el que han participado 12.262 personas de 12 países: Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, España, México, Rusia, China, Brasil, Estados Unidos, Australia e India.

Los datos que se desprenden no dejan lugar a dudas: estamos ante una generación que se siente joven y sana después de cumplir los 65 años. El 72% de los españoles mayores de 65 años se siente así, porcentaje muy similar a la media internacional; el 88% de los encuestados en todo el mundo afirma  que no se siente mayor, frente a un 92% de los encuestados en España.

España es además un país realista frente al envejecimiento. Más de la mitad de los españoles no ve con temor el hecho de llegar a ser anciano. Un 30% entiende que todo el mundo envejece y no lo teme y un 25% ni siquiera piensa en el tema. Un 23%, sin embargo, se deprime al pensar en su vejez y el resto manifiesta temor y preocupación sobre quién se encargará de su cuidado.

Las mujeres en España están más preocupadas por el proceso de envejecimiento, con un 48%,  frente a un 36 % de los hombres españoles, que asume el tema con más tranquilidad.

Los franceses son los menos preocupados; un 32 % afirma que no piensa en ello, seguido de Gran Bretaña, con un 29 % y Rusia  con un 27 %.

Las enfermedades que más preocupan a la hora de envejecer

El 70% de los españoles considera que una persona es mayor cuando alcanza la edad de jubilación, los 65 años. Una percepción que no comparten tres de cada diez franceses, que creen que las personas solamente son viejas cuando tienen más de 80 años, ni seis de cada diez chinos, que piensan que eso ocurre incluso antes de los 60.

Aunque el estudio revela una visión positiva y coherente en todo el mundo ante la vejez, sus consecuencias no pasan desapercibidas para la gran mayoría. En el caso de los más de 1.000 españoles participantes en esta encuesta internacional, la pérdida de memoria (43%) y la falta de autonomía (30%) son los aspectos que más les preocupan, pues ambos casos requieren una dependencia absoluta de terceras personas.

En España también existen determinadas dolencias que preocupan especialmente al hacerse mayor. Para un 39% de los encuestados, el cáncer es la enfermedad que más temen padecer llegada la vejez, seguida muy de cerca por la demencia, con un 36%. En ambos casos los porcentajes son los más elevados de todos los países participantes, en muchos de los cuales los problemas de corazón preocupan a un mayor número de personas. En España sólo preocupan al 7% de los encuestados, y eso que más del doble afirma que son una de las más probables causas de su propia muerte.

Cuándo y cómo afrontamos los retos de la vejez

La población mundial está envejeciendo, como se desprende de un informe encargado por Bupa a la London School of Economics que analiza las cuestiones planteadas por los resultados de la encuesta.

Esto se nota especialmente en Europa, donde la presencia de índices de envejecimiento, es decir, porcentajes de mayores de 65 años respecto al total de la población, superan en algunos países del viejo continente el 15%. En España, este porcentaje alcanza ya el 16,7% de la población, según el Imserso, que cifra en 7,78 millones los españoles mayores de 65 años.

Aunque indudablemente supone una buena noticia que las personas que se van haciendo mayores lo afronten con una visión positiva, existe el peligro de que eviten afrontar la realidad última de hacerse viejos.

El estudio de Bupa revela que, de manera generalizada, pocas personas planifican los posibles retos a los que tendrán que enfrentarse en sus últimos años. En España los datos hablan por sí solos: 6 de cada 10 no han tomado ninguna medida (un 47% no ha pensado en nada y un 17% afirma que lo tratará cuando ocurra). Sólo el 11% ha ahorrado algún dinero, aunque el 36% son conscientes de que tendrán que utilizar sus ahorros o inversiones para financiar su cuidado, y el 16% dispone de un seguro. Incluso entre las personas de más de 65 años, menos de una cuarta parte (el 22%) ha ahorrado dinero para la vejez.

José Luis Fernández, investigador principal de la London School of Economics, afirma que "en todo el mundo, una combinación de factores sociales y económicos - incluidos los cambios demográficos, la ruptura de la familia extensa, el aumento de las tasas de divorcio, la migración y la incorporación de la mujer al trabajo - están erosionando las estructuras de apoyo familiar que históricamente han prestado de manera mayoritaria atención a las personas mayores dependientes. Con los sistemas estatales de asistencia a la dependencia experimentando también una presión financiera enorme, está surgiendo un desafío global sobre cómo apoyar a las personas mayores dependientes en el futuro. "

El apoyo del Estado a las personas mayores debe mejorar

Para  el doctor Daniel Valle Gracia, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Residencial, “esta falta de previsión y la excesiva confianza en terceros ha terminado creando una gran dependencia de los sistemas estatales que, hoy por hoy, no están preparados para la creciente y continua demanda, por parte de ancianos y familiares, de asistencia social y de servicios de atención a la dependencia”.

Algo de lo que son conscientes los encuestados, que creen que existen grandes diferencias entre quién debería ser el responsable del cuidado de las personas mayores dependientes y quién se hace cargo al final. Así, el 42% de los españoles afirma que su familia debería tener la responsabilidad de hacerse cargo de ellos cuando no puedan valerse por sí mismos. En el caso del Estado, el 25% sostiene que el cuidado de los mayores dependientes es responsabilidad del Gobierno, pero sólo un 8% cree que va a poder contar con ese apoyo.

El 40% de los españoles cree que el Estado debe financiar el cuidado de todo el mundo una vez llegada la vejez y un 38% que debe hacerlo en el caso de aquellos mayores con niveles de ingresos más bajos.

Aunque el 38% de la población afirma que el servicio de atención a las personas mayores en España es bueno, existe un gran descontento frente el apoyo del Gobierno a las mismas: el 82% de los españoles encuestados asegura que debe mejorar. Sólo un 12% considera que es suficiente si permanece como está actualmente.

A pesar de esas cifras, el 12% de los encuestados españoles consideran que España es el segundo país que mejor cuida a sus mayores. Alemania encabeza esta lista, con un 23%. Ante la pregunta de cuál es país que peor cuida de las personas mayores, India y Estados Unidos son los países peor valorados con un 17% y un 13%, respectivamente.

La elaboración de esta radiografía, a nivel internacional, del envejecimiento y de la situación de los más mayores ha permitido conocer la actitud positiva con la que la población mundial se enfrenta a esta etapa. Ese es el caso de la mayoría de los españoles, bien porque no les molesta, “todo el mundo envejece”, bien porque aún no piensan en ello. Pero también ha permitido descubrir que el envejecimiento, sin una adecuada disposición o planificación, plantea un problema grave. 

Ante esta perspectiva, comenta el doctor Valle, “debemos hacer frente a las necesidades tanto a nivel individual, con una planificación meditada, como a nivel nacional e internacional, trabajando con otros países para compartir las mejores prácticas y encontrar una solución a un problema global, real e inmediato”.

Ficha técnica

Bupa Health Pulse 2010 ha sido realizado por la compañía de investigación de mercado Ipsos a través de entrevistas online, entre el 10 de junio y el 14 de julio. Un total de 12.262 personas, con edades comprendidas entre los 18  y  mayores de 65 años, de 12 países (Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, España, México, Rusia, China, Brasil, Estados Unidos, Australia e India) han participado en este primer estudio que se realizará de manera anual. 1.002 personas fueron entrevistadas en España y se establecieron cupos para que la muestra fuera representativa a nivel nacional por sexo, edad y región. Los datos están ponderados.