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Resultados de los estudios BRIDGE y STRUCTURE demuestran que romosozumab aumenta la densidad mineral ósea tanto en hombres como en mujeres con osteoporosis
La compañía biofarmacéutica UCB y Amgen han anunciado los primeros resultados de los estudios BRIDGE y STRUCTURE con unos resultados muy positivos para romosozumab, al demostrar que este medicamento aumenta la densidad mineral ósea tanto en hombres como en mujeres con osteoporosis.
Previamente el estudio FRAME en fase III demostró que este medicamento reduce la incidencia de nuevas fracturas vertebrales a los 12 y 24 meses en mujeres posmenopaúsicas con osteoporosis
La compañía biofarmacéutica UCB y Amgen han anunciado los primeros resultados de los estudios BRIDGE y STRUCTURE con unos resultados muy positivos para romosozumab, al demostrar que este medicamento aumenta la densidad mineral ósea tanto en hombres como en mujeres con osteoporosis.
El estudio BRIDGE (multicéntrico, doble ciego y en fase III) ha demostrado que romosozumab aumenta la densidad mineral ósea (DMO) en la columna lumbar en hombres que padecen osteoporosis tras 12 meses de tratamiento en comparación con placebo. El objetivo de este estudio es evaluar la eficacia y seguridad de romosozumab en el tratamiento de hombres con osteoporosis. Además, los pacientes que recibieron el medicamento tuvieron un incremento estadísticamente significativo de la DMO en la columna lumbar, el cuello femoral y la cadera a los seis meses de tratamiento, frente a los que recibieron placebo.
“A pesar de que ha habido un progreso considerable en el tratamiento y control de la osteoporosis, aún existe una gran necesidad médica no cubierta ya que se prevé que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura relacionada con esta enfermedad”, explicó la profesora Iris Loew-Friedrich, directora médico y vicepresidenta de UCB. “Estos resultados positivos demuestran el potencial romosozumab para fortalecer la resistencia ósea y disminuir el riesgo de fractura en pacientes con osteoporosis”.
Por otro lado, UCB y Amgen también han presentado los primeros resultados del estudio STRUCTURE (multicéntrico y aleatorizado en fase III) cuyos datos ponen de manifiesto que romosozumab demostró un incremento estadísticamente significativo de la densidad mineral ósea (DMO) y de la resistencia de la cadera, en comparación con teriparatida en mujeres posmenopáusicas que cambiaron de un tratamiento con bisfosfonatos a romosozumab. Estos datos fueron presentados en la 98ª Reunión y Exposición Anual de la Sociedad de Endocrinología americana (ENDO, por sus siglas en inglés) que se ha celebrado recientemente en Boston.
“Estos resultados son especialmente importantes porque demuestran que romosozumab proporcionaba mejorías óseas significativas en la cadera en una población que presenta un riesgo elevado de fractura a pesar del tratamiento con bisfosfonatos”, indicó el doctor Bente Langdahl, catedrático y asesor en el Servicio de Endocrinología y Medicina Interna del Hospital Universitario de Aarhus en Dinamarca e investigador del estudio STRUCTURE.
“En el criterio principal de valoración y en todos los criterios secundarios de valoración, las pacientes que cambiaron del tratamiento con bisfosfonatos orales a romosozumab mostraron aumentos sistemáticos y significativos de la masa ósea y de la resistencia estimada superiores a los observados con teriparatida. En la cadera, las pacientes que cambiaron a teriparatida, o no mostraron ningún aumento, o experimentaron reducciones significativas en estos parámetros”, añadió el experto.
Sobre Romosozumab
Romosozumab es un anticuerpo monoclonal formador de hueso que aún se encuentra en fase de investigación. Se ha diseñado para que actúe mediante la inhibición de la proteína esclerostina y ejerce un doble efecto sobre el hueso, al incrementar la formación de hueso y, al mismo tiempo, reducir la reabsorción ósea1,2,3. Se está estudiando la capacidad de romosozumab para reducir el riesgo de fracturas en un amplio programa global en fase III. En este programa se incluyen dos ensayos a gran escala de fracturas en los que se compara romosozumab con un placebo o con un tratamiento comparativo activo en más de 10.000 mujeres posmenopáusicas con osteoporosis. Amgen y UCB están desarrollando romosozumab conjuntamente.
Estudio BRIDGE
En el estudio aleatorizado han participado un total de 245 hombres. Un grupo recibió 210 mg de romosozumab por vía subcutánea cada mes durante un periodo de 12 meses, y el otro recibió placebo por la misma vía durante el mismo tiempo.
La incidencia total de acontecimientos adversos estuvo equilibrada en ambos grupos. Los eventos adversos más frecuentes (más de 5% en el grupo tratado con romosozumab) fueron nasofaringitis, dolor de espalda, hipertensión, dolor de cabeza y estreñimiento. Las reacciones reportadas en el lugar de inyección fueron de un 5,5% de los pacientes del grupo de romosozumab y de un 3,7% en el grupo placebo durante el período de 12 meses. La mayoría de las reacciones reportadas en el lugar de inyección fueron consideradas leves. La incidencia de pacientes con efectos secundarios graves cardiovasculares adjudicados positivamente fue del 4,9% (8/163) en el grupo romosozumab y el 2,5% (2/81) en el grupo placebo. La incidencia de pacientes con muerte cardiovascular adjudicados positivamente fue del 0,6% (1/163) en el grupo romosozumab y el 1,2% (1/81) en el grupo placebo. Amgen y UCB informaron recientemente de los resultados del estudio FRAME, en el que han participado 7.180 mujeres posmenopáusicas con osteoporosis, en el que las incidencias de pacientes generales de efectos adversos adjudicados fueron equilibrada.
Estudio STRUCTURE
En el estudio abierto, multicéntrico, internacional y aleatorizado se evalúa el efecto de romosozumab en comparación con teriparatida en mujeres posmenopáusicas con osteoporosis con riesgo elevado de fractura tratadas previamente con bisfosfonatos. En él se han incluido a 436 mujeres, con una media de edad de 72 años, con osteoporosis posmenopáusica, antecedentes de fractura no vertebral después de los 50 años o fractura vertebral y tratamiento con bisfosfonatos durante como mínimo los tres años previos al cambio terapéutico a romosozumab o teriparatida. Las mujeres fueron asignadas aleatoriamente a 210 mg de romosozumab por vía subcutánea una vez al mes (n = 218) o 20 µg de teriparatida por vía subcutánea una vez al día durante 12 meses (n = 218).
Los resultados demostraron que el porcentaje de cambio con respecto al periodo basal en la densidad mineral ósea (DMO) en la cadera total durante 12 meses (el criterio principal de valoración) fue significativamente superior con romosozumab que con teriparatida: 2,6 % frente al -0,6 %, respectivamente (p < 0,0001), con una media de diferencia entre los dos grupos del 3,2 % (p < 0,0001). Esta determinación se basó en el método habitual de absorciometría dual de rayos X (DXA, por sus siglas en inglés).
En los criterios secundarios de valoración, las pacientes tratadas con romosozumab presentaron incrementos significativamente superiores con respecto al periodo basal en la DMO y en la resistencia de la cadera total en comparación con las pacientes que recibieron teriparatida, con medias de la diferencias que variaron entre el 3,1 % y el 4,6 % (todos los valores de p < 0,0001).
La incidencia total de acontecimientos adversos estuvo equilibrada, en líneas generales, entre los dos grupos del estudio. La incidencia de todos los acontecimientos adversos en las pacientes tratadas con romosozumab fue del 75,2 %, en comparación con el 69,2 % con teriparatida. Se produjeron acontecimientos adversos graves en el 7,8 % de las pacientes tratadas con romosozumab, en comparación con el 10,7 % de las tratadas con teriparatida. Los acontecimientos adversos notificados en el grupo de romosozumab en ? 10 % de las pacientes fueron nasofaringitis y artralgia. Se notificaron reacciones en el lugar de la inyección en el 7,8 % de las pacientes.