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- 21 de marzo de 2024
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Faes Farma organiza la segunda edición de Calcifediol Place
El enfoque multidisciplinar, clave en el abordaje de la deficiencia de vitamina D
Los expertos en vitamina D subrayan el papel fundamental de los profesionales de Atención Primaria en el control de la deficiencia de vitamina D, ya que son el primer punto de contacto de los pacientes con el sistema sanitario
La vitamina D posee muchas e importantes funciones en el mantenimiento de la salud general, influyendo en diferentes procesos como la inflamación, la diferenciación y proliferación celular, la apoptosis y la angiogénesis[i],[ii],[iii], entre otros. De hecho, la vitamina D, que en realidad es un sistema hormonal (sistema endocrino de la vitamina D, SEVD), interfiere en la modulación de la expresión de más del 3% de todos los genes del organismo[iv].
Con el objetivo de destacar la gran cantidad de evidencia científica que existe sobre los beneficios del abordaje de la hipovitaminosis D en múltiples áreas terapéuticas y la necesidad de trasladar esta información al médico de Atención Primaria, Faes Farma acaba de organizar la segunda edición de Calcifediol Place, un encuentro en el que más de 100 especialistas en medicina general han abordado, desde una perspectiva multidisciplinar y de la mano de expertos de diversas especialidades médicas, el impacto del sistema endocrino de la vitamina D en la salud.
Uno de los principales objetivos de la jornada ha sido precisamente poner en valor el papel fundamental de los profesionales de Atención Primaria en el control de esta deficiencia de vitamina D, muy común en la población[v] y que ha sido descrita en niños, jóvenes, adultos, mujeres postmenopáusicas y ancianos[vi]: “Los profesionales de Atención Primaria tienen un rol clave en el abordaje de cualquier enfermedad crónica. Cuando hablamos de insuficiencia en vitamina D, hablamos de insuficiencia en un completo sistema hormonal y se trata de una situación tan común entre la población, que el primer punto de contacto de los pacientes prácticamente siempre es el médico de Atención Primaria”, explicaba el Dr. Esteban Jódar, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y profesor de Endocrinología en la Universidad Europea de Madrid.
Principales
evidencias en vitamina D por especialidad
Calcifediol Place contó con la participación de especialistas en Ginecología, Geriatría, Cardiología, Reumatología, Endocrinología e Immunología. Todos los especialistas coincidieron en poner en valor el papel que juega el profesional de Atención Primaria para ayudar en el diagnóstico y la adherencia terapéutica de los pacientes. Por ello, durante el evento, se mostró la evidencia más reciente sobre el posible papel del sistema endocrino de la vitamina D en patologías diversas que, en muchos casos, son abordadas en primer lugar por el médico de Atención Primaria.
Desde el punto de vista de la Cardiología, numerosos estudios han evidenciado que el déficit de vitamina D es un marcador de riesgo cardiovascular[vii]. “Los cardiólogos deberíamos suplementar de forma preventiva a personas con infarto agudo de miocardio y pacientes con alto riesgo de patología isquémica o con insuficiencia cardíaca, que son los dos escenarios donde la vitamina D tiene más evidencia científica. Aunque son necesarios estudios más específicos con pacientes cardiovasculares deficientes de 25(OH)D, parece aconsejable protocolizar la medición de estos niveles en estos casos y corregir la hipovitaminosis. Es ahí donde pedimos una mano a nuestros compañeros de Atención Primaria”, explicaba el Dr. Ignacio Fernández, jefe de Sección de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid).
Por su parte, el Dr. Abel Cedeño, geriatra del Hospital Universitario de Pamplona, puso especial énfasis en lograr la adherencia terapéutica como base para lograr los niveles de vitamina D deseados, especialmente en el adulto mayor con caídas y fracturas como parte de la prevención de nuevos episodios: “Un 50% menos de adherencia deja a los pacientes en aproximadamente el mismo riesgo de fractura como la no terapia[viii]. Por eso, es fundamental optar por pautas lo más sencillas posibles y presentaciones bien toleradas si queremos mejorar la adherencia. En pacientes mayores se ha observado que al bajar su compromiso con el tratamiento aumenta enormemente el riesgo de fractura. Así que, si empezamos a poner pautas extrañas o posologías complicadas, no solo no alcanzaremos los objetivos, sino que también podremos tener más riesgos de otros problemas”.
La vitamina D también desempeña un papel crítico en la modulación del sistema inmunitario. A este respecto, la doctora e inmunóloga Silvia Sánchez-Ramón, jefa de la Unidad de Inmunología Clínica del Hospital Clínico San Carlos y Hospital Ruber Internacional de Madrid, subrayó que “el sistema endocrino de la vitamina D tiene capacidad para potenciar la inmunidad innata y modulando la respuesta inmune adaptativa[ix], lo que puede ayudar a prevenir la inflamación crónica[x] y ciertas enfermedades autoinmunes. También estimula la producción de compuestos antimicrobianos con potencial para destruir patógenos y promover la eliminación de células infectadas[xi], especialmente en el tracto respiratorio, si bien es importante resaltar la necesidad de más investigación para establecer directrices definitivas para la suplementación”.
En el ámbito de la ginecología, la Dra. Silvia González, ginecóloga y jefa clínica de la Unidad de Menopausia y Osteoporosis del HM Gabinete Velázquez de Madrid reconoció que, entre otros aspectos de la vida de la mujer, “los resultados muestran que unos niveles óptimos de 25(OH)D podrían ejercer un rol importante en la prevención de la endometriosis e influir positivamente en los casos de dismenorrea esencial[xii]. La terapia con vitamina D también parece tener un efecto positivo a nivel endocrino sobre la fertilidad en casos de síndrome de ovario poliquístico[xiii] y como tratamiento adyuvante para la prevención y tratamiento de los miomas uterinos[xiv]. Por supuesto, todo esto, además, de los ya conocidos efectos en población posmenopáusica para mantener una buena salud general[xv]”.
El Dr. Enrique Casado, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell, hizo énfasis durante su ponencia en la seguridad del tratamiento de la hipovitaminosis D: “es realmente infrecuente la toxicidad con vitamina D. Aunque por encima de 60 podría considerarse un nivel excesivo, es a partir de 100 ng/mL cuando empezaríamos a hablar de algún tipo de riesgo de hipercalcemia y a partir de niveles superiores a 150 ng/mL cuando estaríamos ante un posible riesgo de intoxicación[xvi]”.
Por su parte, el Dr. Esteban Jódar abordó las diferencias entre los tratamientos para la hipovitaminosis D actualmente disponibles bajo prescripción médica, y mostró los resultados de los dos ensayos clínicos más recientes realizados con calcifediol, en los cuales él participó como investigador. Entre las conclusiones de estos estudios, el especialista resaltó que en el tratamiento a largo plazo con calcifediol “se alcanza un estado estacionario tras cuatro meses, evitando así que los niveles de 25-hidroxivitamina D aumenten de forma ininterrumpida. Además, el estudio Osteoferol mostró que la suspensión del tratamiento da lugar a un descenso en los niveles, haciendo que el paciente vuelva de nuevo a un estado de déficit de vitamina D”.
En este sentido, a lo largo del encuentro, los especialistas también pusieron de relevancia la necesidad de proyectar un tratamiento a largo plazo ya que, en los pacientes con hipovitaminosis, ni siquiera en verano está totalmente asegurado un aumento/mantenimiento de los niveles de 25(OH)D hasta los rangos recomendables. “Además, al parar la administración durante un tiempo, cabe la posibilidad de que el paciente luego no vuelva a introducir el tratamiento, lo que podría comportar importantes consecuencias”, puntualiza el Dr. Cedeño.
[i] Plum, L.A.; DeLuca, H.F. Vitamin D,
disease and therapeutic opportunities. Nat. Rev. Drug Discov. 2010, 9, 941–955.
[ii] Zmijewski, M.A. Vitamin D and Human
Health. Int. J. Mol. Sci. 2019, 20, 10145.
[iii] Bislev LS, Grove-Laugesen D, RejnmarkL. Vitamin D and Muscle Health: A Systematic Review and Meta-analysis ofRandomized Placebo-Controlled Trials. J Bone Miner Res 2021; 36:1651.
[iv] Bouillon R, Marcocci C, Carmeliet G, Bikle D, White
JW, Dawson-Hughes B, et al. Skeletal and extraskeletal actions of vitamin
D: current evidence and outstanding questions. Endocr Rev. 2019;40(4):1109-51
[v] Navarro Valverde C, Quesada Gómez
J.M. Vitamin D deficiency in Spain: reality or myth? Rev Osteoporos Metab
Miner. 2014; vol.6 supl.1
[vi] Holick
MF. High prevalence of vitamin D inadequacy and implications for health. Mayo
Clin Proc 2006,81:353-73
[vii] Anderson JL, et al. Am J. Cardiol. 2010; 106(7):963-8
[viii] Juan Carlos Bastida
Calvo. Guía práctica del manejo de la osteoporosis y de la prevención de
fracturas por fragilidad en Atención Primaria. Manuales / Libros SEMG. 23 de
noviembre de 2017.
[ix] Sirbe C, et al. Int.
J. Sci. 2022;23(17):9784
[x] Chirumbolo S, et al. Clin Ther 2017;
39(5): 894-916
[xi] Hewison, M. Nat. Rev. Endocrinol. 7,
337-345 (2011)
[xii] Giampaolino P. et al,
Curr Pharm Des. 2019;25(22):2421-2427
[xiii] Menichini D, et al. Int
J Vitam Nutr Res. 2022; 92(2): 126-133
[xiv] Ciavattini A, et al. Medicine
(Baltimore). 2016; 95(52):e5698
[xv] Hassanein MM, et al. Nutrients 2023; 15(17):3804
[xvi] Holick MF. New England Journal of
Medicine. 2007; Holick MF. Drugs Aging. 2007