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Fundación IMAS
- 8 de febrero de 2024
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Posicionamiento IMAS
IMAS defiende medir y evaluar antes de blindar la gestión directa del SNS
El anuncio de la Ministra de Sanidad
de “blindar” la gestión directa del Sistema Nacional de Salud (SNS) ha desatado
polémica sobre algunos temas en los que la Fundación IMAS viene incidiendo
desde hace más de 10 años, cuando publicamos junto a la Federación de
Asociaciones Científico-Médicas (FACME) la primera edición de los Retos del Sistema Nacional de Salud. Pensamos que esta
decisión, la cual tiene una gran trascendencia en la organización del SNS, no
debe realizarse sin antes analizar la situación actual para identificar la
fórmula más adecuada para ofrecer la mejor asistencia a los pacientes.
Para ello, en primer lugar, el SNS debe definir unos objetivos explícitos, operativizados en forma de indicadores que especifiquen lo que se necesita medir para poder comparar, por ejemplo, la eficiencia y calidad de un sistema de gestión sobre otro. La Fundación IMAS propone que se mida el logro de cinco objetivos del SNS: la mejora de la salud (individual y colectiva); la experiencia del paciente (en qué medida presta una asistencia centrada en la persona); la experiencia del profesional; la equidad y calidad del sistema; siendo el quinto objetivo la relación entre el logro de los cuatro mencionados y el coste para su obtención (eficiencia).
En segundo lugar, y en parte debido a la ausencia de objetivos definidos, el SNS mide poco y aún menos compara resultados. Es cierto que existen algunas notables fuentes de información, pero no se realiza una comparación sistemática del desempeño (por ejemplo, en resultados en salud -como la mortalidad y los reingresos-) entre Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas, ni entre centros (hospitales, áreas de salud), ni tampoco entre modelos de gestión. La Fundación IMAS, en colaboración con algunas sociedades científico-médicas como las de cardiología, medicina interna y endocrinología y nutrición, realiza esta comparación (proyectos RECAL) encontrando diferencias en resultados en salud muy importantes entre hospitales o Comunidades Autónomas.
Por último, habría que modificar la actual organización y gestión del SNS la cual supone un lastre para la eficiencia del SNS, desde la gestión de personal hasta la creación de sistemas de compra pública innovadora.
Medir y mejorar son dos de las tareas que debemos abordar quienes propugnamos un sistema sanitario público, universal, equitativo y de calidad y la forma de resolver científicamente las ventajas de unos sistemas de gestión frente a otros. Para ello, crear una agencia del SNS tipo “NICE” (The National Institute for Health and Care Excellence) británico es una de nuestras recomendaciones, debiendo tener esta agencia un estatuto independiente y -como en NICE- con una importante participación de las entidades científico-profesionales.