Notas de prensa
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Farmanews
- 12 de enero de 2023
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Irritabilidad, tristeza o disminución del rendimiento escolar, señales de alerta para detectar la depresión en niños y adolescentes
• El origen de este trastorno mental está relacionado con factores biológicos, psicológicos y sociales
• Según los expertos de RECURRA GINSO, las personas que han sufrido una depresión son capaces de vivir con normalidad y afrontar la enfermedad
Madrid, 12 de enero de 2023
– La depresión es el segundo trastorno mental
más frecuente entre niños y adolescentes, por detrás de los trastornos de
conducta. Aproximadamente un 15 % de la población infanto-juvenil muestra
síntomas de depresión durante la infancia, según señala UNICEF, apareciendo con
más frecuencia en niñas que en niños. A pesar de que esta problemática está
cada vez más presente entre los jóvenes, solo una proporción muy reducida
recibe un tratamiento adecuado, debido principalmente a que la depresión en
adolescentes no muestra la misma sintomatología ni señales que en los adultos,
y por ello, muchas veces queda enmascarada y no se llega a detectar. Con motivo
del Día Mundial para la lucha contra la depresión el 13 de enero, los
expertos del programa RECURRA-GINSO han querido identificar los principales
síntomas de la depresión en menores, con el fin de tratar y prevenir las posibles
consecuencias.
El origen de la depresión en
menores puede ser muy diverso y estar relacionado con distintos factores tanto
biológicos (antecedentes familiares con depresión, alteraciones genéticas o
cambios hormonales) como psicológicos (baja autoestima, estilo cognitivo
rumiativo, déficits en habilidades sociales o tendencia a experimentar estados
emocionales negativos) o sucesos externos (situaciones estresantes en la vida
de los menores; hechos traumáticos; problemas escolares; crisis políticas,
económicas o guerras).
Según los expertos de RECURRA
GINSO, las personas que han sufrido una depresión son capaces de vivir con
normalidad y afrontar la enfermedad. No obstante, deben ser conscientes de que
existen algunos factores de riesgo que pueden desencadenar que la depresión
reaparezca en un futuro. Para evitarlo e intervenir a tiempo, tendrán que poner
atención a posibles signos alarmantes que indiquen una recaída y buscar
tratamiento antes de empeorar.
“En la actualidad, gracias a
los diversos avances científicos, el tratamiento en la depresión es muy eficaz.
Ofrecerle un espacio seguro al joven donde pueda expresar sus dificultades y
emociones sin sentirse juzgado, y contar con ayuda de psicoterapeutas y
farmacología, en caso de ser necesarios, permitirán que el menor pueda superar
la depresión y en un futuro esa experiencia la reelabore, dotándole de una gran
madurez y expectativas realistas”, explica Beatriz Urra, subdirectora
clínica del Hospital de Día Retiro RECURRA GINSO.
En ocasiones, es complicado
detectar la enfermedad en los más jóvenes. Por ello, es importante que los
padres sean conocedores de ciertas señales que indican que su hijo puede estar
sufriendo depresión:
- Estado anímico bajo o tristeza. Si el joven está decaído
o triste durante un periodo de tiempo alargado, es conveniente comunicarse
con él y escucharle sin emitir juicios ni consejos, dándole un espacio de
escucha y mostrándole apoyo para que pueda explicar sus
sentimientos.
- Irritabilidad u hostilidad extrema. Cuando el menor
presenta comportamientos agresivos u hostiles, se deben establecer límites
claros y firmes, y rechazar la conducta destructiva de una manera amable,
validando sus emociones y estimulando al niño a expresar su ira
apropiadamente, siendo ejemplo y no reaccionando de la misma manera.
- Autoestima baja y crítica hacia sí mismo. Comentarios
críticos o despectivos del niño o niña hacia sí mismo de forma continua
pueden estar relacionados con el inicio de una depresión. En estos casos,
se recomienda que los padres elogien frecuentemente a sus hijos,
acentuando lo positivo de una manera comprensiva y señalando los
pensamientos negativos para que sean conscientes de ellos.
- Frustración ante sus errores. Si el menor se culpabiliza
de sus errores o se frustra con facilidad, los padres pueden enseñarle a
distinguir entre los sucesos que puede controlar y los que no, facilitando
que comience a aprender de los fallos y encontrar soluciones.
- Poco interés en actividades que antes le gustaban o con las
que disfrutaba. Cuando el niño deje de mostrar interés por actividades
que le solían gustar es aconsejable hablar con él para conocer la causa
del cambio y preparar actividades interesantes o acontecimientos
especiales para devolverle esa ilusión.
- Falta de energía. Es frecuente que los menores que sufren
depresión se sientan cansados o su nivel de energía disminuya. Es esencial
acudir al médico para realizar analíticas y un examen médico, con el fin
de encontrar la etiología Para favorecer el estado anímico del joven, los
padres pueden establecer un horario constante para dormir e incentivar
actividades relajantes como leer o escuchar música y estar pendientes de
que la alimentación del menor sea saludable.
Otros signos que evidencian
una posible depresión en el joven son: pensamientos o expresiones sobre la
muerte; ausencias en el colegio o disminución en el rendimiento escolar;
cambios repentinos de humor; o retraimiento, aislamiento y ganas de estar solo.
Para identificar estas
señales y prevenir la enfermedad, es necesaria la escucha y el apoyo del
entorno más cercano a los menores y la ayuda de profesionales. “Una adecuada
intervención por parte de especialistas y el apoyo y acompañamiento de los
familiares durante el proceso reducen significativamente los agravantes de la
depresión en niños y adolescentes. Ante estos casos, los Hospitales de Día
permiten realizar un tratamiento individualizado para el joven y su familia,
combinando actividades, rutinas diarias y terapias individuales y grupales, que
le ayudarán a identificar y gestionar sus pensamientos y emociones”, añade Beatriz
Urra.
Sobre
GINSO
La Asociación para la Gestión de la Integración Social GINSO nace
en 2001 con el objetivo de promover e impulsar la integración social creando
oportunidades para menores y jóvenes. En este tiempo, la asociación ha atendido
a más de 15.000 jóvenes en sus centros de internamiento de Menores Infractores
y centros de medio abierto y de día, con el apoyo de un equipo especializado de
más de 850 profesionales, convirtiéndolo en un referente a nivel nacional que
colabora de forma habitual con distintas Administraciones Públicas.
Desarrollamos programas innovadores de prevención e intervención desde la
actividad de investigación y desarrollo de estudios, para ejercer una labor
social de manera responsable y teniendo como primer criterio de actuación “el
interés superior del menor”. Nuestra prioridad es promover sociedades seguras,
inclusivas y en igualdad de oportunidades.
Gestionamos en
distintas Comunidades Autónomas recursos destinados al proceso de reeducación e
inserción social y laboral, atendiendo de forma integral todas las necesidades
a nivel formativo, asistencial, ocupacional y de ocio. Damos apoyo y respuesta
a las familias en conflicto con sus hijos e hijas adolescentes a través de
nuestro programa especializado en violencia filio-parental: atención ambulatoria
y residencial. Además, trabajamos la prevención en el ámbito educativo
fomentando en los centros escolares el respeto, la empatía y la aceptación
propia y la del otro.