Sorpresa. Esta es la valoración principal que ha hecho la totalidad de alumnos del I Curso de Disección anatomoquirúrgica del nervio facial y de la musculatura mimética de la cara que se ha celebrado durante los días 4 y 5 y 18 y 19 de octubre y que ha sido dirigido por el profesor de la Universidad de Sevilla, Jesús Ambrosiani, y los doctores del Hospital Virgen Macarena, Tomás Herrero y Serafín Sánchez. Este curso pretendía que los profesionales adquirieran las habilidades necesarias para llevar a la práctica clínica el manejo del nervio facial evitando posibles lesiones, y si esto sucediera o el paciente presentara una parálisis facial, supieran cómo y cuándo actuar para la rehabilitación quirúrgica del nervio facial.

Y es que este curso ha resultado toda una innovación. Según el profesor Ambrosiani  “los alumnos están acostumbrados a cursos donde hacen grandes disertaciones anatómicas y donde se expresan los problemas clínicos que pueden ir surgiendo, y en este curso, se sorprenden cuando les damos unas breves nociones de entrenamiento y en una hora escasa, están disecando sobre un cadáver”.

Durante estas cuatro jornadas fundamentalmente prácticas, los especialistas han atendido las necesidades básicas para el tratamiento de las patologías de la glándula parótida y de la musculatura mimética de la cara, ya que esta última y la inervación del nervio facial, son las grandes desconocidas para la mayor parte de los profesionales. Tal y como asegura el profesor Jesús Ambrosiani: “con este curso se pueden mostrar estructuras en el cadáver que no se pueden visualizar en un enfermo cuando se está operando. Hay que ir a un punto muy concreto para poder trabajar. Por ello, el médico necesita un aprendizaje mucho más amplio de lo que en realidad trabaja en el momento quirúrgico”. 

Es necesario aislar este nervio que se encuentra dentro de la glándula parótida en su recorrido exterior, por ejemplo, cuando aparece un proceso tumoral. “ No se puede permitir que ese proceso tumoral afecte a la expresión de la cara de ese paciente, por tanto, a la hora de aislar ese nervio de esa patología, es importante que los especialistas hayan alcanzado los conocimientos prácticos que da este curso” comenta Ambrosiani.

Tomás Herrero, doctor del Hospital Virgen Macarena y organizador del curso, aseguraba que “con este curso práctico se cubren las necesidades de entrenamiento no solo en la cirugía de la glándula parótida sino también en los procesos de liftings faciales, en los tratamientos con toxina botulínica y en las trasposiciones neuromusculares, que son campos prácticamente desconocidos por los profesionales que actúan sobre cabeza y cuello, a pesar de que las parálisis faciales se presentan en un elevado número de pacientes a los que no se les ofrece una solución funcional, cosa que sí podría ser cubierta por esas transposiciones neuromusculares”

El curso se ha diseñado para que, tras un recorrido exhaustivo, pero corto de la anatomía del nervio facial y de la musculatura mimética de la cara, sea fundamentalmente práctico. Para ello, se organizaron los alumnos en parejas y cada uno de ellos contaba con un microscopio operativo y con material de disección suficiente. Cada alumno ha resulto la disección completa del nervio facial de un lado de la cara y ha recibido apoyo por parte de dos profesores expertos en el tema y el soporte de imagen necesario, en 3D.

El equipo de expertos que imparte el curso ha agradecido a JJP Hospitalaria su colaboración ya que sin su apoyo y equipamiento “hubiera sido imposible desarrollarlo” y reconoce que dicho apoyo es fruto de su estrecha relación con el tratamiento quirúrgico de esta patología. JJP Hospitalaria ha colaborado con la prestación de electrodos de neuromonitorización y pinzas de disección por termofusión que a día de hoy, son herramientas imprescindibles para la realización de estos tipos de cirugía. Además, han sido fundamentales los microscopios operatorios de JJP Hospitalaria que hacen que los alumnos vean con muchísima claridad. “Estas cirugías se podrían realizar con otro tipo de materiales de ampliación de imágenes más básicos, pero al extremo que nosotros queremos, para mostrar la totalidad de esas estructuras anatómicas, al ser más complejas utilizaremos microscopios operatorios”.