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Imbruvica® (ibrutinib) recibe en España la aprobación como tratamiento en primera línea en LLC
La mayoría de los pacientes con leucemia linfocítica crónica puede beneficiarse del tratamiento con ibrutinib, que presenta menos toxicidades y mayor tasa de supervivencia que la terapia convencional.
El tratamiento se administra por vía oral una vez al día y está indicado para pacientes que no han recibido tratamiento previo.
La leucemia linfocítica crónica es la leucemia más frecuente de la edad adulta, representando una de las enfermedades hematológicas más comunes, con una incidencia de unos 2.000 nuevos casos anuales.
Expertos anticipan que los últimos avances en investigación permiten ser optimistas y “vislumbrar la curación de estas enfermedades en un futuro no muy lejano”.
Madrid, 18 de enero de 2018 – Imbruvica (ibrutinib) ha recibido la aprobación para la ampliación del uso en España en los pacientes con leucemia linfocítica crónica (LLC) sin tratamiento previo.
De acuerdo con el Dr. Francesc Bosch, jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Vall d’Hebron en Barcelona, “la aprobación de ibrutinib en primera línea es una gran noticia para los pacientes con leucemia linfocítica crónica. Muchos de ellos, con algunas alteraciones genéticas de la enfermedad, y para quienes aún no había terapias eficaces, tienen ahora este fármaco que permite su tratamiento”. Según estimaciones del doctor, “más del 80% de pacientes con LLC” pueden ser candidatos a recibir este fármaco. Únicamente aquellos pacientes con enfermedades concomitantes o que están tomando determinados fármacos no serían candidatos a ser tratados con ibrutinib.
Imbruvica (ibrutinib) es un tratamiento que se administra una vez al día por vía oral, contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de los pacientes que pueden tratarse en su domicilio, sin tener que acudir al hospital y que, además, ven cómo su calidad de vida mejora al no sufrir las toxicidades de la quimioterapia.
De este modo, según corrobora el Dr. Bosch, al tratarse de un fármaco muy selectivo de las células tumorales, no daña el material genético y por tanto puede administrarse a un mayor número de pacientes. En contraste, la terapia convencional con quimioterapia está formada por un conjunto de fármacos que actúan dañando el material genético de forma sistémica. “Podemos afirmar que en los próximos años dispondremos de datos científicos que podrán confirmar la definitiva desaparición del tratamiento convencional,” añade el Dr. Bosch.
El Dr. Bosch añade que los resultados de todos los estudios que se han llevado a cabo sobre calidad de vida indican que ésta es muy buena, demostrando, además, que la enfermedad en estos pacientes rara vez progresó. “El mecanismo de acción de ibrutinib cambia la distribución de la enfermedad, de tal forma que a las pocas semanas de su administración el enfermo mejora sus síntomas, disminuyen sus ganglios linfáticos y mejora su anemia”, completa el Dr. Bosch.
Pacientes “más beneficiados” del tratamiento con ibrutinib
Los pacientes que, de acuerdo con el Dr. Bosch, más se beneficiarían de la llegada de ibrutinib, serían aquellos que no presentan mutaciones de la región variable del gen de las inmunoglobulinas, convencionalmente llamados “no-mutados”. En estos pacientes, los linfocitos de la enfermedad son más inmaduros y menos experimentados, y la enfermedad es más agresiva. A su vez, los pacientes que presentan alteraciones del gen TP53 dado que no responden a los tratamientos quimioterápicos también se beneficiarían del tratamiento con ibrutinib.
Bosch celebra que la especialidad de la Oncohematología se encuentre en un escenario de “medicina de precisión, en el que se puede identificar y predecir qué enfermos van a responder a determinados tratamientos”. Aunque reconoce que no todos los centros disponen de la tecnología para identificar a estos pacientes, valora la puesta en marcha de iniciativas como la del Grupo Español de LLC (GELLC), denominado Red 53, que, con la colaboración de Janssen, ha establecido una red nacional de centros de referencia para estos análisis. “Este modelo en red ha resultado un éxito absoluto, con casi 1.000 pacientes analizados en 1 año, de tal forma que todos los centros tienen a su alcance la posibilidad de identificar a los enfermos aptos para recibir estos nuevos tratamientos”, destaca el especialista.
Desde el Grupo Español de Pacientes con Cáncer, GEPAC, su presidenta, Begoña Barragán, valora el progreso que esta aprobación implica para la calidad de vida de los pacientes. “Cualquier avance para el tratamiento de los pacientes siempre es muy bienvenido, especialmente si, además, tiene menos efectos secundarios y presenta mejores expectativas”, reconoce Barragán quien señaló que “cuestiones demográficas o de código postal” no pueden suponer trabas para que los pacientes que lo requieran reciban el tratamiento.
Estudios que avalan ibrutinib en primera línea
La indicación ampliada de ibrutinib se ha basado en los datos del ensayo clínico fase 3, aleatorizado y abierto RESONATE™-2, publicados en The New England Journal of Medicine (NEJM) en 2015.
El estudio que ha permitido la aprobación de ibrutinib en primera línea comparaba ibrutinib frente a clorambucilo, fármaco que se consideraba el estándar de tratamiento en la población del estudio: pacientes no candidatos a recibir el tratamiento quimioinmunterápico convencional, explica el Dr. Bosch. “Ibrutinib ha demostrado ser muy superior a clorambucilo tanto en supervivencia libre de progresión (SLP) como en la supervivencia global (SG). Los pacientes que recibían ibrutinib tenían un 88% más de probabilidades de no progresar que los tratados con clorambucilo. Los datos de calidad de vida de los pacientes tratados con ibrutinib también fueron superiores a los de clorambucilo”. La aprobación de ibrutinib, según el Dr. Bosch, supone para el facultativo disponer de una nueva herramienta para tratar a un mayor número de pacientes de una manera muy eficaz y con menor toxicidad que la observada con la quimioterapia.
Los resultados del estudio RESONATE™-2 demuestran que ibrutinib prolonga significativamente la SG (HR=0,16, IC del 95 % de 0,05 a 0,56; P=0,001), ya que el 98% de los pacientes seguían con vida después de dos años, en comparación con el 85% de los asignados al grupo del clorambucilo.[i]
La mediana de SLP no se ha alcanzado en los pacientes tratados con ibrutinib y es de 18,9 meses en los del grupo de clorambucilo, lo que representa una reducción estadísticamente significativa del 84% del riesgo de muerte o de progresión en el grupo de ibrutinib (HR=0,16, IC del 95 % de 0,09 a 0,28; P<0,001).2 La seguridad global de ibrutinib en la población de pacientes con LLC sin tratamiento previo fue similar a la descrita en otros estudios publicados previamente.[ii] Los acontecimientos adversos más frecuentes (? 20 %) de cualquier grado, observados en el ensayo RESONATE-2 con ibrutinib fueron diarrea (42%), cansancio (30%), tos (22%) y náuseas (22%).2
El Dr. Bosch avanza que la investigación en el tratamiento de la LLC ya está evolucionando en dos frentes. “El primero, es el uso de estos nuevos fármacos en combinaciones que permitan la mayor profundidad de respuestas con la menor toxicidad”, añade. “El segundo consiste en la identificación de marcadores, de nuevos parámetros que permitan seleccionar el mejor tratamiento para cada paciente en función de las características de la enfermedad y de la propia persona, de su edad, enfermedades asociadas, incluso de sus expectativas”.
“Estos avances nos hacen ser optimistas y nos permiten vislumbrar la curación de estas enfermedades en un futuro no muy lejano”, concluye el Dr. Bosch.
LLC, la leucemia más frecuente en edad adulta
La leucemia linfocítica crónica (LLC) es la leucemia más frecuente de la edad adulta, representando una de las enfermedades hematológicas más comunes. Es un cáncer de la sangre que afecta a los leucocitos y, generalmente, es de crecimiento lento.[iii] La tasa de incidencia de la LLC en Europa es de aproximadamente 5,87 y 4,01 casos por 100.000 personas al año, en varones y mujeres respectivamente.[iv],[v] por lo que en España se estima que se diagnostican unos 2.000 casos anuales. La LLC afecta predominantemente a los ancianos, con una mediana de edad de 72 años en el momento del diagnóstico.[vi]
El número de casos de leucemia linfocítica crónica está en aumento en los países occidentales –señala el Dr. Bosch- debido a dos causas: se trata de una enfermedad que afecta a personas con una mediana de edad de 70 años, por lo que el envejecimiento de la población aumentará el número de nuevos diagnósticos y, por otro lado, dado que los tratamientos actuales de la LLC mejoran la supervivencia de los pacientes, habrá supervivientes a más largo plazo.
Línea de aprobaciones de ibrutinib
Esta aprobación de ibrutinib en España llega después de la decisión de la Comisión Europea, adoptada en mayo de 2016 y de la decisión de la FDA (Food and Drug Administration) de los Estados Unidos, adoptada el 4 de marzo de 2016, de aprobar la ampliación del uso de ibrutinib en los pacientes con LLC sin tratamiento previo.
Ibrutinib es desarrollado conjuntamente por Cilag GmbH International, miembro del grupo de compañías farmacéuticas Janssen, y Pharmacyclics LLC, una empresa de AbbVie. Las filiales de Janssen comercializan ibrutinib en la zona EMEA (Europa, Oriente Próximo y África) y en el resto del mundo, a excepción de los Estados Unidos, donde es comercializado conjuntamente por Janssen Biotech, Inc. y Pharmacyclics. Janssen y Pharmacyclics están llevando a cabo un amplio programa de desarrollo clínico de ibrutinib, incluidos compromisos de estudios en fase 3 en múltiples poblaciones de pacientes.
Acerca de ibrutinib
Ibrutinib es el primer inhibidor de la tirosina quinasa de Bruton (BTK), primero en esta clase, que actúa formando un fuerte enlace covalente con la BTK para bloquear la transmisión de señales de supervivencia celular en las células B malignas.[vii] Al bloquear esta proteína BTK, ibrutinib ayuda a destruir y a reducir el número de células cancerosas, con lo que retrasa la progresión del cáncer.[viii]
Ibrutinib está aprobado actualmente en Europa para el tratamiento de pacientes adultos con linfoma de células del manto (LCM) en recaída o refractario; pacientes adultos con leucemia linfocítica crónica (LLC); pacientes adultos con macroglobulinemia de Waldenström (MW) a los que se haya administrado al menos un tratamiento previo, o en tratamiento de primera línea en pacientes en los que la inmuno-quimioterapia no se considera adecuada.[ix]
Se están investigando otros usos adicionales, pero todavía no han recibido la autorización de las autoridades.
Consulte el resumen de las características del producto de ibrutinib si desea más información.
Acerca de la LLC
La LLC es una enfermedad crónica; la mediana de supervivencia global está comprendida entre 18 meses y más de 10 años, dependiendo de la fase de la enfermedad.[x] La enfermedad progresa con el tiempo en la mayoría de los casos y los pacientes disponen cada vez de menos opciones de tratamiento. A menudo se prescriben varias líneas de tratamiento a medida que la enfermedad recidiva o se hace resistente a los tratamientos.
Información sobre el grupo farmacéutico Janssen
En el grupo farmacéutico Janssen de Johnson & Johnson, trabajamos para crear un mundo sin enfermedades. Transformar vidas encontrando nuevas y mejores formas de prevenir, interceptar, tratar y curar enfermedades es lo que nos sirve de inspiración. Contamos con los mejores expertos y buscamos los hallazgos científicos más prometedores. Somos Janssen. Colaboramos con el mundo para proteger la salud de todas las personas. Más información en www.janssen.com. Síganos en www.twitter.com/janssenEMEA para conocer nuestras últimas noticias.
Cilag GmbH International, Janssen Biotech, Inc. y Janssen-Cilag International NV forman parte del grupo farmacéutico Janssen de Johnson & Johnson.
[i] Burger JA, Tedeschi A, Barr PM, et al. Ibrutinib vs chlorambucil in treatment-naïve chronic lymphocytic leukemia. N Engl J Med. 2015;373:2425-37.
[iii] American Cancer Society. Chronic lymphocytic leukemia detailed guide. Available at: http://www.cancer.org/acs/groups/cid/documents/webcontent/003111-pdf.pdf Last accessed May 2016.
[iv] Parker TL, Strout MP. Chronic lymphocytic leukemia: prognostic factors and impact on treatment. DiscovMed. 2011;11(57):115-23.
[v] Sant M, Allemani C, Tereanu C, et al. Incidence of hematologic malignancies in Europe by morphologic subtype: results of the HAEMACARE project. Blood. 2010;116:3724-34.
[vi] Eichhorst B, Dreyling M, Robak T, et al. Chronic lymphocytic leukemia: ESMO Clinical Practice Guidelines for diagnosis, treatment and follow-up. Ann Oncol. 2011;22(Suppl.6):vi50–vi54.
[vii] O’Brien S, Furman RR, Coutre SE, et al. Ibrutinib as initial therapy for elderly patients with chronic lymphocytic leukaemia or small lymphocytic lymphoma: an open-label, multicentre, phase 1b/2 trial. Lancet Oncol. 2014; 15:48-58.
[viii] European Medicines Agency. IMBRUVICA (ibrutinib). Available at: http://www.ema.europa.eu/ema/index.jsp?curl=pages/medicines/human/medicines/003791/human_med_001801.jsp&mid=WC0b01ac058001d124 Last accessed May 2016.
[ix] Imbruvica summary of product characteristics, April 2016. Available at: http://www.ema.europa.eu/docs/en_GB/document_library/EPAR_-_Product_Information/human/003791/WC500177775.pdf Last accessed May 2016.
[x] Sagatys EM, Zhang L. Clinical and laboratory prognostic indicators in chronic lymphocytic leukemia. Cancer Control. 2012;19:18-25.