Notas de prensa
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La incidencia anual de las fracturas por osteoporosis se triplicará en los próximos 50 años
El 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año después y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes
Una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea y una de cada tres con más de 80 sufrirá una fractura de cadera debido a la enfermedad
Se estima que los costes económicos estimados sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas son más de 120 millones de euros al año
En la actualidad, los ginecólogos cuentan con un gran abanico terapéutico entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado para cada mujer, que va desde los bisfosfonatos y los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales
En el marco del XI Congreso Nacional de la AEEM, se ha dado a conocer por primera vez la GUÍA PRÁCTICA DE LA OSTEOPOROSIS EN GINECOLOGÍA, avalada por la Asociación y que tiene el objetivo de que el ginecólogo pueda identificar a la mujer con riesgo de osteoporosis, prevenir su aparición e identificar y tratar a la mujer con osteoporosis, con el fin de disminuir el riesgo de fracturas
Dos millones y medio de mujeres en España padecen osteoporosis, una enfermedad esquelética sistémica caracterizada por la disminución de la masa ósea y el deterioro de la microarquitectura que condiciona un aumento de la fragilidad y de la susceptibilidad a la fractura del hueso.
La osteoporosis produce en España alrededor de 90.000 fracturas de cadera y 500.000 fracturas vertebrales cada año. Según el doctor Santiago Palacios, presidente Comité Científico XI Congreso Nacional de la AEEM y director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos estimados tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas se han evaluado en más de 120 millones de euros al año.
“Estos datos se revelan aún más importantes si se tiene en cuenta que la incidencia anual de fracturas óseas ocasionadas por osteoporosis se triplicará en los próximos 50 años”, explica el doctor Palacios. Así se está poniendo de manifiesto en el XI Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que se está celebrando desde ayer hasta el próximo viernes en Málaga.
Una de cada dos mujeres mayores de 50 años puede sufrir una fractura ósea como consecuencia de la osteoporosis y una de cada tres con más de 80 años sufrirá una fractura de cadera. Según el doctor Palacios, “este último tipo de fractura tiene un índice muy alto de mortalidad, de forma que el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año después y sólo la mitad conserva la misma capacidad de marcha que antes. El resto, deben ser ayudadas e internadas en centros de asistencia, lo que influye también en el entorno familiar y en el social, puesto que tanto las intervenciones quirúrgicas por fracturas como la asistencia y rehabilitación comportan un costo sociosanitario muy importante”. Así, diversos estudios recientes indican que alrededor del 7,8% de las personas que padecen fractura cadera permanece en una residencia geriátrica a causa de la misma durante una media de 7,6 años.
En cuanto a las fracturas de vértebras, éstas pasan con frecuencia inadvertidas, aunque pueden producir dolor mantenido en la zona dorsal y un encurvamiento de la columna “que a menudo repercute y reduce la capacidad ventilatoria de los pulmones”, afirma el doctor. Por otra parte, además de las fracturas y el dolor, las personas con osteoporosis padecen una limitación funcional, deformidad del tronco, disminución de la altura e incluso con frecuencia pérdida de autoestima y trastornos psicológicos.
“El papel del ginecólogo en la prevención y diagnóstico precoz de la enfermedad, así como el gran número de tratamientos disponibles en la actualidad, hacen de la osteoporosis uno de los temas más relevantes dentro del programa científico del XI Congreso Nacional de Menopausia, así como para la especialidad”, explica el profesor Javier Ferrer, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). A este respecto, el doctor Rafael Sánchez Borrego, presidente electo de la AEEM destaca la importancia del tratamiento de la osteoporosis en el marco de aportar una atención integral a la mujer: “el gran empeoramiento de la calidad de vida que provocan las fracturas óseas por osteoporosis hacen de la prevención y tratamiento de la enfermedad un factor fundamental en la atención integral que se le debe prestar a la mujer para que mejore y mantenga su bienestar”.
Papel del ginecólogo: fundamental
En palabras del profesor Ferrer, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.
En cuanto a la prevención, ésta debe realizarse en cada mujer durante todas etapas de la vida. Para ello, también es muy importante el papel del ginecólogo. En este sentido, el doctor Santiago Palacios hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas profilácticas frente a la enfermedad: estimular los factores determinantes del desarrollo normal del hueso para conseguir el máximo pico de masa ósea posible: “las medidas profilácticas se deben iniciar desde la niñez hasta los 25-35 años. Después, se deben vigilar los factores que aceleran la pérdida fisiológica de masa ósea y su prevención, lo que denomina prevención secundaria (hipoestronismos, menopausia, etc.); y, finalmente, es fundamental evitar fracturas en mujeres con importante disminución de masa ósea, previniendo las caídas y evitando situaciones de sobrecarga excesiva de columna o movimientos y ejercicios bruscos, que son la base de la prevención terciaria”.
Por otra parte, en la actualidad, se sabe que existen una serie de patologías ginecológicas que afectan al pico de masa ósea. Según el profesor Ferrer, se trata de enfermedades como “la anorexia nerviosa, las disgenesias gonadales, la amenorrea hipotalámica, las hiperprolactinemias o las alteraciones del ciclo menstrual”.
“Otras enfermedades”, destaca el doctor Palacios, “como la menopausia precoz, el uso de análogos GnRH o los inhibidores de la aromatasa, aceleran la pérdida de masa ósea, así como la osteoporosis postmenopáusica”.
En cualquier caso, el ginecólogo es el médico que asiste a la mujer desde antes de su nacimiento, por lo que tiene en sus manos la posibilidad de detectar y prevenir la enfermedad. “El ginecólogo está en posición de realizar controles de despistaje poblacional o screening, identificar a todas aquellas mujeres con osteoporosis establecida y, por supuesto utilizar aquellos tratamientos que, de forma individualizada, le reporten a cada mujer en beneficio en relación a la propia osteoporosis, así como a su calidad de vida y bienestar”, explica el doctor Sánchez Borrego.
Presente y futuro del tratamiento de la osteoporosis
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Sánchez Borrego. “Para ello, los ginecólogos contamos con un gran abanico terapéutico entre el que seleccionar el tratamiento más adecuado para cada mujer”.
“Dicho abanico terapéutico –añade- va desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.
En cualquier caso, el presidente electo de la AEEM hace hincapié en la importancia de la detección precoz de la enfermedad, puesto que es fundamental empezar a tratarla cuanto antes: “El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, la densitometría ósea es una prueba que, debido a su coste y la escasez de aparatos, no está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
Precisamente, con el objetivo de unificar criterios en la prevención, diagnóstico precoz y tratamiento de la osteoporosis en la mujer por parte del ginecólogo, se ha llevado a cabo la GUÍA PRÁCTICA DE LA OSTEOPOROSIS EN GINECOLOGÍA, avalada por la AEEM. Según el doctor Palacios, editor principal de la obra, “el objetivo es que el ginecólogo pueda identificar a la mujer con riesgo de osteoporosis, prevenir su aparición e identificar y tratar a la mujer con osteoporosis y osteoporosis establecida, con el fin de disminuir el riesgo de fracturas”. Asimismo, tanto el profesor Javier Ferrer como el doctor Rafael Sánchez Borrego han participado como editores de la Guía, que ha sido presentada por primera vez en el marco del XI Congreso Nacional de la AEEM.
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) es una organización de profesionales sin ánimo de lucro, destinada al Estudio del Climaterio. En la actualidad, está formada por unos 1.000 socios de distintas especialidades como ginecología, reumatología, endocrinología, atención primaria, enfermería, etc. y surge de la inquietud de una serie de médicos por el estudio de la menopausia.
Además de pertenecer a la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la AEEM trabaja con otras sociedades médicas de forma multidisciplinar, para poder profundizar en las diferentes consecuencias de la menopausia tratada desde diferentes puntos de vista. Este hecho hace de la AEEM una sociedad científica dirigida a toda persona interesada por el estudio de la menopausia.