Notas de prensa
- Enfermedades Degenerativas
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Más de 82.500 europeos sufren la enfermedad de Fabry, bautizada con el nombre de enfermedad "impostora" porque mimetiza los síntomas de otras patologías
Más de un 45% de los pacientes que sufren la enfermedad de Fabry no están diagnosticados y un 50% de las mujeres que la padecen están diagnosticadas de artritis reumatoide, fibromialgia o lupus
-La enfermedad de Fabry es una enfermedad en la que l os pacientes presentan una deficiencia de la enzima alfa-galactosidasa A. Como resultado de esta deficiencia se acumula lentamente una sustancia grasa denominada globotriaosilceramida (Gb3) en las arterias y vasos de varios órganos del cuerpo sin que al principio el paciente presente síntomas. Luego, normalmente, aparece el dolor neuropático y el dolor en articulaciones y, años después, comenzará la sintomatología grave en órganos vitales como son los riñones, el corazón y el sistema nervioso central y periférico.
-Los datos de prevalencia de la enfermedad de Fabry indican que enfermedad afecta a 1 de cada 100.000 personas ó a 1 de cada 40.000 personas. Esto significa que como mínimo hay 82.500 enfermos de FABRY en Europa, según acaban de señalar los especialistas en un encuentro celebrado en Sevilla durante este fin de semana, en el que han participado más de quince especialistas médicos internacionales y nacionales. Y, estos doctores explicaron que estas cifras se podrían doblar si los reumatólogos, médicos de primaria y pediatras conocieran la enfermedad y llegarán a planteársela en sus diagnósticos ya que muchos facultativos ni siquiera saben que existe. Prueba de ello, es que España va muy por debajo del diagnostico de esta enfermedad frente a otros países de Europa como Alemania o Reino Unido.
-Hasta hace unos años, se pensaba que las mujeres eran solo portadoras de la enfermedad y, no se las trataba. Actualmente, se sabe que eso no es cierto. Los últimos estudios publicados por la Doctora Catharina Whybra y el Doctor Christoph Kampmann, especialistas del centro de enfermedades de depósito lisosomal del hospital infantil de la Universidad de Medicina de Mainz, Alemania, revelan que las manifestaciones dolorosas en la mujer aún son más severas que en los varones y su calidad de vida peor. Los expertos internacionales han aclarado que una mujer con FABRY es una mujer enferma. El diagnóstico de esta patología en las mujeres es más complejo, por dos causas. La primera porque los síntomas se presentan de forma diferente a los varones que sufren esta misma enfermedad. Y, en segundo lugar, porque las pruebas diagnósticas que hay que realizar a las mujeres son estudios genéticos de su ADN (Hay 460 mutaciones diferentes). No basta con un simple análisis de sangre como ocurre en el caso de los varones en los que se puede ver los valores enzimáticos en sangre. En las mujeres enfermas de Fabry estos valores enzymáticos aparecen correctos por lo que hay que recurrir a pruebas genéticas. Un 50% de las mujeres con Fabry están diagnosticadas de artritis reumatoide, lupus atípico o fibromialgia.
Durante este fin de semana, se han reunido en Sevilla los mejores expertos internacionales y nacionales de diferentes especialidades, medicina interna, nefrología, neurogenética, neurología, pediatría y cardiología para consensuar las últimas novedades sobre el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad de FABRY, a la que los internistas han denominado ?la enfermedad impostora?. La han bautizado con este nombre porque simula y mimetiza los síntomas de muchas otras enfermedades. Su correcto diagnostico puede llevar más de 12 años en el caso de los varones y hasta el doble, en el caso de algunas mujeres, generalmente cuando ya hay una afectación muy grave en el riñón u otro órgano vital.
La enfermedad de Fabry es una enfermedad lisosómica, genética que afecta a 1 entre 100.000 personas ó 1 entre 40.000 personas, con lo cual, como mínimo en Europa hay 82.500 personas que sufren esta patología, según acaban de señalar estos expertos en medicina. Aunque, los doctores han manifestado que esta cifra sería muy superior si los reumatólogos y los médicos de primaria la conocieran y se la plantearán en sus diagnósticos, ya que muchos de ellos no la conocen. ?Más de un 45% de los enfermos de Fabry están mal diagnosticados y estas cifras se elevan mucho más si hablamos de las mujeres que sufren esta enfermedad. Normalmente por sus síntomas de dolor articular y neuropático se las diagnostica de artritis reumatoide, enfermedades reumáticas o fibromialgia?, señaló el Doctor Javier Barbado, Jefe de Sección de Medicina Interna del Hospital Universitario de La Paz.
La enfermedad de Fabry es una enfermedad progresiva y lenta. De almacenamiento lisosomal. Los pacientes afectados de Fabry presentan una deficiencia de la enzima alfa-galactosidasa A. Como resultado de esta deficiencia, se acumula lentamente una sustancia grasa denominada globotriaosilceramida (Gb3) en las arterias y vasos de varios órganos del cuerpo. Al principio, el paciente no tiene síntomas. Posteriormente, aparece el dolor neuropático en las manos, el dolor articular y fiebre ocasional. Mucho más tarde, comienza la sintomatología grave en órganos vitales como son los riñones, el corazón y el sistema nervioso central y periférico.
Ante el desconocimiento de esta enfermedad entre los propios facultativos, los especialistas internacionales y nacionales se han reunido durante dos días en unas jornadas en Sevilla para analizar los nuevos avances en el diagnostico y tratamiento de esta grave patología con el objetivo de alcanzar nuevos consensos internacionales. Entre los especialistas, ha destacado la participación del Dr. Gregory Pastores Neurogenetista de la Escuela Universitaria de Medicina de Nueva York, la Doctora Derralyn Hughes , especialista en Hematología del Royal Free Hospital de Londres, el Doctor Francisco J. Barbado, Jefe de Sección del Servicio de Medicina Interna del Hospital La Paz, el Dr. Miguel Ángel Barba Romero, Médico Internista del Hospital Universitario de Albacete, el Dr. Alberto Rivera, Médico Internista del Complejo Hospitalario de Vigo, el Doctor Julio Herrera, Jefe de Nefrología del Hospital Central de Asturias y el Doctor Tomás Segura, Neurólogo Coordinador de la Unidad de Ictus del Hospital General de Albacete, quien ha dejado muy claro que un 5% de los pacientes jóvenes que sufren un ictus criptogénico (de causa desconocida) son pacientes que realmente sufren o sufrían la enfermedad de Fabry.
El primer tema que han debatido estos expertos ha sido cuándo y cómo iniciar el tratamiento a la mujer enferma de Fabry y qué ocurre con los niños que sufren Fabry.
● La Mujer enferma de FABRY requiere siempre pruebas de ADN
¿Existe la mujer enferma de Fabry? Ésta ha sido la primera pregunta que se ha planteado en estas jornadas. Esta cuestión ha surgido porque hasta hace muy poco, se pensaba que la mujer solo era portadora y que esta enfermedad solo afectaba a los hombres. Los últimos estudios internacionales han deshechado totalmente esta teoría falsa e infundada. Los expertos han explicado que en el caso de las mujeres que sufren esta enfermedad el diagnóstico es mucho más complicado por dos causas. La primera, porque las pruebas diagnósticas son diferentes. En las mujeres los niveles en plasma de la actividad enzimática son correctos (algo que no ocurre con los varones afectados de Fabry). Y, en segundo lugar, los síntomas que presentan las mujeres son muy diferentes al principio de la enfermedad ya que no tienen daño en los riñones, presentan solo dolor neuropático y articular. Se mantienen así hasta aproximadamente los 45 años, edad en la que pueden comenzar a tener proteinuria en las pruebas de riñón. Esto en los varones suele ocurrir más rápido, pero en cambio sufren menos dolor neuropático, señaló el Doctor Herrera.
Las pruebas en las mujeres siempre son diferentes. Hay que analizar su ADN
El Doctor Javier Barbado, explicó que las pruebas diagnosticas en el caso de las mujeres son más complejas. No basta con analizar la actividad enzimática en su plasma, ya que esta enzima aparece con indicadores correctos (al contario que en los varones). En los casos específicos de sospecha de mujeres susceptibles de padecer Fabry, es necesario realizar un estudio de su ADN para verificar que sufre esta enfermedad. ?E stas pruebas son muy complejas y esto también ha podido complicar el infradiagnóstico histórico en las mujeres en España, ya que hay 464 mutaciones genéticas en esta enfermedad. Y también hay que tener en cuenta que en nuestro país la especialidad Genética no está reconocida como especialidad, lo cual no ayuda a que avancemos? , afirma el Doctor Javier Barbado, Jefe de Sección de Medicina Interna de La Paz.
En segundo lugar, los síntomas de la enfermedad también son diferentes en la mujer y en el hombre que sufren esta patología. En el caso de los varones la enfermedad provoca hipohidrosis (falta de sudoración) y de forma muy rápida aparecen unas manchas en la piel denominadas angioqueratomas que son características de esta enfermedad. En las mujeres estas manchas no suelen aparecer. Sin embargo, éstas presentan más dolor neuropático en las manos y dolor articular y fiebre ocasional. En algunos casos, pueden estar así hasta los 40 años. A partir de esa edad suelen comenzar a fallar otros órganos. Por esa razón, hasta un 50% de las mujeres que sufren Fabry están incorrectamente diagnosticadas de artritis reumatoide, de lupus atípico o de fibromialgia, según señalaron los expertos.
Con estos datos el Doctor Javier Herrera, Jefe de Nefrología del Hospital Universitario Central de Asturias (Oviedo), recomendó que todas aquellas mujeres que presenten un cuadro de dolor neuropático o articular y antecedentes de un fallecimiento renal por parte de sus abuelos, deberían someterse a las pruebas de ADN para descartar que sufren esta enfermedad.
Respecto a este tema, la Doctora británica Derralyn Hughes, especialista en hematología en el Royal Free Hospital presentó por primera vez en España el último estudio publicado en la revista internacional ?Genetics in Medicine? realizado por los Doctores Catherina Whybra y el Doctor Christoph Kampmann, especialistas del Centro para enfermedades de depósito Lisosomal del Hospital Infantil de la Universidad de Medicina Johanes Gutenberg, Mainz, Alemania. Quiénes han realizado un estudio en 36 mujeres afectadas de Fabry durante cuatro años y acaban de presentar los resultados del mismo tras someterlas a tratamiento con Agalsidasa alfa, (Replagal). Los resultados han sido reveladores porque sabiendo que la enfermedad de FABRY cursa con más dolor en el caso de las mujeres, los resultados de este estudio demostraron que la mayoría de ellas con dosis muy bajas de terapia de reemplazo enzimático, todas las pacientes del estudio tratadas mejoraron sus síntomas de dolor. Asimismo, todas ellas mejoraron su cuadro de insuficiencia renal y, a través de ecodoppler tisular se comprobó cierta mejora de su hipertrofia ventricular cardiaca. Por lo tanto, estos expertos demostraron que el tratamiento precoz en las mujeres es necesario para mejorar su calidad de vida.
También la Doctora británica Derralyn Hughes ? basándose en el estudio Wybra- Kampmann) aportó las conclusiones de sus últimas investigaciones sobre el complejo sistema de afectación de esta enfermedad en las mujeres. Esta doctora ha averiguado que debe haber otro mediador inmunológico que interviene solo en el sistema de defensa en la mujer afectada por Fabry que, por un lado, retarda las lesiones en órganos vitales, pero también actúa provocando muchas más manifestaciones dolorosas que despistan al facultativo al realizar el diagnostico. ?El adjetivo de enfermedad ?impostora? es adecuado?, señaló esta doctora inglesa.
El Doctor Gregory Pastores, Catedrático especialista en Neurogenética en la escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, es de la opinión que este informe Whybra-Kampmann revela que es necesario tratar a las mujeres diagnosticadas de Fabry cuanto antes, porque demuestra que las mujeres enfermas que responden mejor al tratamiento son aquellas que tienen menos signos de afectación orgánica ?No podemos permitir que las mujeres tengan sus órganos dañados para tratarlas porque entonces ya será tarde. Sin tratamiento, les podremos trasplantar el riñón, pero seguramente desarrollarán una hipertrofia ventricular y pueden sufrir varios ictus. A largo plazo, su atención clínica supondrá un gasto mayor que ponerles un tratamiento preventivo a tiempo. Y lo mismo ocurre con los niños que sufren esta enfermedad?, afirmó rotundamente este catedrático especialista en Neurogenética en Nueva York.
Esto es teoría, pero llevada a la vida práctica un paciente afectado de FABRY ha querido contar su experiencia real a nuestra redacción. Se llama José Carmeló Mainé, gaditano de 37 años, ?Yo tuve suerte. Por ser varón tuve las manchas típicas en la piel que pusieron en pista a mis doctores cuando solo tenía 10 años. Me trataron con Alfa Agalsidasa alfa como uso compasivo. Mejoré mucho hasta el punto que ahora hago mucho deporte y tengo dos hijas y un hijo. Pero no ha ocurrido lo mismo con mi madre?, afirma este paciente de Fabry. Su madre, Carmen Pacheco, ahora tiene 80 años. Este joven de Cádiz explica que su madre no se encontraba bien, pero nadie sabía que le pasaba durante años y años. Decían que tenía reuma. Iba ?tirando?. Fue tirando 40 años. Un día, le falló el riñón. Diez años más tarde, le hicieron un trasplante de riñón. Nadie la trató porque seguían diciendo que tenía reuma. Diez años después, le falló el corazón. Le pusieron un marcapasos. Lo peor aún estaba aún por llegar. Cinco años después, le dieron ocho ictus. ?Ahora, sabemos que mi madre tiene Fabry. Está como un vegetal. Eso sí, todo ha sido muy lento y los reumatólogos ni se plantearon por qué mi madre se sentía tan mal ?, comenta su hijo José Carmelo Maine, enfermo de FABRY y miembro de una de las Asociaciones de Pacientes que atiende a estos pacientes.
Tratamientos muy diferentes si hay diágnostico
Los especialistas explicaron que en Europa se dispone del tratamiento sustitutivo enzimático, que consiste en suministrar la enzima deficitaria por vía endovenosa de forma periódica al paciente. Con este tratamiento se consigue eliminar el cúmulo de Gb3 en las arterias, venas y órganos. Existen dos formas de tratamiento enzimático comercializadas en la Unión Europea: Agalsidasa-alfa y Agalsidasa-beta.
Sin embargo, los especialistas explicaros que el origen de ambas fórmulas así como el tiempo de administración de ambas terapias es muy diferente. ? El tratamiento de reposición enzimática con agalsidasa-alfa (Replagal®) está producido por ingeniería genética a partir de línea celular humana. Se suministra al paciente en 40 minutos. En cambio, la agalsidasa beta su origen es de línea celular de ovario de hamster chino y, por esa razón, hay que someter al paciente previamente a un riguroso tratamiento de inmunosupresores y corticoides que eviten reacciones alérgicas, ya que es de origen animal. La administración de este medicamento conlleva 4 horas porque antes hay que suministrar medicación con inmunospupresores para evitar las reacciones a sustancias animales?, explicó el Jefe de Nefrología del Hospital Central de Asturias.
En opinión de este nefrólogo el tiempo es crucial en la calidad de vida en esta especialidad, ya que no podemos someter a un paciente a doce horas de diálisis semanales y, encima, ponerle otras cuatro de infusión médica.
El futuro se muestra esperanzador para estos pacientes. La Doctora hematóloga, Derrly Hughes, anunció los resultados de los cuatro primeros estudios realizados con un nuevo tratamiento que se lanzará en unos años a base de ?chaperones? para tratar las enfermedades lisosomales. ?Los chaperones son unas proteínas que ayudan a que las células no formen estructuras incorrectas como ocurre en esta enfermedad y, en otras tantas. Los resultados que estamos obteniendo nos dan esperanza?, afirmó Hughes.
● Segundo debate: cuándo y cómo suministrar el tratamiento
La pregunta del millón para los Doctores allí presentes fue precisamente ésta.
Los Doctores Internacionales como la hematóloga Derrly Hughes y el Neurogenetista Gregory Pastores s e mostraron a favor de tratar a los pacientes niños, mujeres y varones en el momento que apareciera el primer síntoma que interfiriera en la calidad de vida del paciente como es el dolor sea cual fuera la edad del paciente para evitar que se produzcan daños futuros en los órganos. ?Éste es el protocolo que se realiza en el Reino Unido?, explicó Hughes
El pediatra, Pablo Sanjurjo, Jefe de la Unidad de Metabolismo del Hospital Cruces de Baracaldo (Vizcaya) y Catedrático de Pediatría de la Universidad del País Vasco, afirmó que el tratamiento hay que implantarlo en el momento que sabes que el niño sufre la enfermedad de Fabry. En sus palabras: ?Yo no voy a permitir que a uno de mis pacientes Fabry le de un ictus, que ya nos ha pasado en nuestro hospital con un niño de 13 años?, explicó este doctor. -Y añadió- ?No voy a permitir que se meta el Gb3 en órganos vitales que luego no voy a poder extraer, cuando encima tengo los recursos farmacológicos para evitarlo antes.?, argumentó este pediatra. Además este doctor apuntó que según los últimos estudios, los niños que sufren FABRY y reciben tratamiento con agalsidasa alfa, suelen tener una esperanza de vida de hasta 70 años. ?Como pediatra tengo que buscar lo mejor para mi paciente y convencer a la Administración y a las unidades hospitalarias que un tratamiento a tiempo es siempre más barato que ocho ictus, dos trasplantes, diálisis y prótesis? y, encima un niñ@ sin calidad de vida? afirmó.
Sin embargo, el Doctor Alberto Rivera, internista del Hospital de Vigo, manifestó que él prefiere someter al paciente diagnosticado de Fabry a un control riguroso cada seis meses e incluso realizar una biopsia de riñón previa para conocer el estado de los tejidos, antes de instaurar el tratamiento en un paciente que está asintomático. Y el Doctor Sanjurjo le preguntó ?¿Qué ocurre si su biopsia renal es perfecta y el Gb3 se acumula en una arteria cerebral? El Doctor Sanjurjo defendió su tesis, ya que para comprobar los daños cerebrales por Gb3 todavía no hay pruebas ni guías y ya se ha comprobado que en estos pacientes la velocidad es correcta, reiteró este catedrático en pediatría.