Madrid, 26 de junio de 2014. Los médicos de Atención Primaria proponen incluir tratamientos de origen natural, los de acción biorreguladora, como una opción terapéutica más para tratar los dolores de espalda. Así lo destacan en la guía sobre el Abordaje del dolor de Espalda en Atención Primaria, editada por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), presentada este jueves en Madrid. “La medicina biorreguladora carece de los efectos secundarios y reacciones adversas de los tratamientos convencionales y tiene una tolerabilidad muy buena”, señala el doctor Miguel del Valle, director de la Escuela de Medicina del Deporte y uno de los autores de la guía. 

Los fármacos biorreguladores “se componen de principios activos de origen vegetal y mineral, en microdosis equivalentes a las que se encuentran en el sistema inmune, y ayudan al organismo a reparar los tejidos alterados y a restaurar el funcionamiento correcto tras una lesión o alteración orgánica”, indica el doctor del Valle. Estas sustancias modulan muchos componentes relacionados con la inflamación “y suelen producir efectos beneficiosos en el tratamiento del dolor de espalda agudo y crónico, por lo que son un recurso terapéutico más”, indica. Este especialista resalta que estos medicamentos “permiten compensar el abuso de otros como corticoides, antiinflamatorios o relajantes musculares, los cuales no conviene tomar de manera prolongada por sus efectos adversos, sobre todo a nivel digestivo”, añade.   

En la guía elaborada por la SEMERGEN se destacan en concreto tres medicamentos indicados para el dolor de espalda. “Uno de ellos es Traumeel, sobre el que más se ha investigado y que ha demostrado tener propiedades para aliviar el dolor y la inflamación”, destaca el doctor del Valle. A este se añaden Spascupreel, que sirve como sustituto de los miorrelajantes, y Discus compositum, más indicado para el dolor de origen discal.

La lumbalgia, el más frecuente

La lumbalgia supone el 70% de los casos de dolor de espalda y es el dolor crónico más frecuente. Su prevalencia es del 15% en personas mayores de 20 años, según datos recopilados en la guía. Hay que tener en cuenta que, “aunque la mayoría de los casos suelen mejorar de manera espontánea, entre un 10 y un 20% evolucionan hacia la cronicidad cuando la duración de sus síntomas superan las 12 semanas”, señala el doctor Sergio Giménez Basallote, coordinador del Grupo de Trabajo del Aparato Locomotor de la SEMERGEN y de la guía. En cuanto a su causa, “el 80% son inespecíficas y suponen dolor entre la base del cráneo y el límite inferior de las nalgas, sin que sean consecuencia de ningún traumatismo o enfermedad y cuyo origen es más bien mecánico o postural y asociado al envejecimiento”, resalta. 

“En los países industrializados se ha convertido en un problema médico de primer orden, al suponer la segunda causa de absentismo laboral y generar un coste del 2% del PIB”, advierte este médico de Atención Primaria. Entre sus principales factores de riesgo se encuentran el realizar trabajos que impliquen cargas o cualquier movimiento que sobrecargue la columna lumbar, el estrés o ansiedad, ausencia de actividad física o hábitos de vida poco saludables como el tabaco, el sobrepeso o el sedentarismo. “Hasta un 80% de la población general sufrirá dolor lumbar al menos una vez en su vida, lo que es más frecuente en mujeres que en hombres”, añade.  

Los médicos de Atención Primaria destacan la importancia de un buen diagnóstico para poder indicar el tratamiento más adecuado. “Debemos analizar la problemática laboral, la dinámica familiar, el sistema de creencias del paciente sobre el dolor lumbar y los posibles problemas psicológicos que puedan contribuir a la perpetuación del cuadro doloroso”, recomienda el doctor José Luis Casals Sánchez, médico reumatólogo del Hospital Clínico de Málaga y también autor de la guía.