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La libertad de prescripción del médico y la involucración del paciente en la toma de decisiones, factores clave para preservar la calidad asistencial
Garantizar la libertad de prescripción del médico así como la involucración del paciente en la toma de decisiones son factores clave para que tanto médicos como pacientes se mantengan en el centro del sistema. Ésta ha sido una de las principales conclusiones que se han puesto sombre la mesa a lo largo de la jornada “La toma de decisiones en el siglo XXI”, que tuvo lugar en el IESE Business School (Madrid) y que contó con el patrocinio de la compañía biofarmacéutica AbbVie.
Son muchos los factores que el clínico debe tener en cuenta en el marco de la prescripción a lo largo de los últimos años, y para ello se han de involucrar distintos actores del sistema sanitario. Por este motivo, uno de los principales objetivos de esta reunión ha sido dotar de herramientas a jefes de servicio de distintas especialidades a nivel nacional para abordar la toma de decisiones en este entorno complejo.
Además, esta jornada también fue punto de encuentro entre representantes de asociaciones de pacientes, sociedades científicas y gestores sanitarios, que pudieron compartir sus diferentes puntos de vista sobre cómo la toma de decisiones revierte en el sistema sanitario.
Esta mesa redonda contó con una introducción sobre el marco regulatorio en nuestro país, de manos de Julio Sánchez Fierro, abogado y vicepresidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, “En España, el Real Decreto 1718/2010 sobre receta médica y órdenes de dispensación recoge que en la receta se debe prescribir por marca comercial (no por principio activo) siempre que se trate de un medicamento biológico, para garantizar de esa forma una correcta Farmacovigilancia y trazabilidad.
Los derechos de los pacientes y de los médicos no deberían verse afectados por protocolos o acuerdos de las Comisiones de Farmacia, que, más allá de orientar y aconsejar, impidiesen la libre prescripción, que garantizan los artículos 4.7 de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y 77 de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos”.
Tal y como continuó comentando Julio Sánchez Fierro, “los medicamentos biológicos no podrán sustituirse en el acto de dispensación del farmacéutico sin la autorización previa del médico prescriptor. Así lo estableció ya hace más de diez años la Orden SCO 2874/2007 y lo aclaró la Nota técnica de la AEMPS de 24 de abril de 2009. La AEMPS ha publicado la semana pasada una nueva nota que no alude a médicos y pacientes ni a sus funciones y derechos. Por tanto, se debe seguir protegiendo y no menoscabar la facultad de prescripción del médico, un derecho amparado por la ley, como garantía de seguridad en los tratamientos biológicos“.
En lo que se refiere a la perspectiva del médico, el Dr. José Luis Andreu, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) y presidente emérito de la Sociedad Española de Reumatología (SER) añadió: “preservar la libertad de prescripción del médico es la mejor garantía para asegurar la estabilidad de los pacientes, ajustándonos a los criterios de sostenibilidad y evidencia científica. No sólo es vital que podamos ejercer nuestra función prescriptora en las condiciones adecuadas sino también que podamos valorar libremente cuál es la opción terapéutica más adecuada para cada paciente, independientemente de decisiones de tipo administrativo, económico o político. En un contexto de múltiples biosimilares es, si cabe, más importante asegurar la estabilidad del tratamiento para proteger al paciente de múltiples cambios sin evidencia científica sólida que lo respalde.”
Además, durante la jornada, se debatió también el rol del paciente en esa toma de decisiones. Según Carina, Escobar, Secretaria General de la Asociación de Personas con Enfermedades Crónicas Inflamatorias Inmunomediadas (UNiMiD), “La introducción de novedades terapéuticas y el incremento en la adherencia a los tratamientos suponen una mejora en el estado de salud de los pacientes y en su calidad de vida. Sin embargo, necesitamos que se respete al paciente que está respondiendo de manera positiva a un tratamiento concreto y valorar si son necesarias otras alternativas en función de su respuesta clínica”. En este sentido, continúa explicando la Secretaria General de UNiMiD, “es importante que el paciente esté plenamente informado ante el inicio de un tratamiento con un medicamento biológico, o cuando se cambia un biológico por otro. UNiMiD defiende conseguir garantizar la continuidad de los tratamientos biológicos y evitar cambios de fármacos innecesarios hasta que se aumente y consolide la evidencia científica”.
Por otro lado, añadió Carina Escobar, “En España no existen estudios previos que describan el proceso por el que las personas con enfermedades IMID han llegado hasta su medicación actual. Por ello, desde UNiMiD hemos elaborado el “I Barómetro sobre la relación de las personas con enfermedades Inflamatorias Inmunomediadas (IMID) y sus tratamientos farmacológicos”, con el fin de conocer la actualidad de los pacientes con enfermedades IMID en relación a sus tratamientos farmacológicos. Esto engloba su grado de conocimiento, nivel de información y de participación en las decisiones, una de las conclusiones del barómetro es que los pacientes rechazamos las imposiciones sobre los tratamientos que se generan desde fuera de la relación médico paciente, como se evidencia en el barómetro con un porcentaje de más del 95% de los casos”.
Asimismo, en lo que se refiere al punto de vista de la gestión sanitaria, José Soto, Gerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, apuntó: “la toma de decisiones compartida es necesaria, dado que, si el paciente no está de acuerdo en el tratamiento, no va a poner todo el esfuerzo que su médico le está pidiendo para que el resultado sea óptimo. El paciente debe ser corresponsable de su salud, en menos de tres décadas hemos pasado de un perfil de paciente que obedecía a uno que codecide, empoderando así su papel y asimilándolo a la realidad en la que nos encontramos inmersos en el siglo XXI”.