• Andalucía es una de las autonomías que mejor asistencia ofrece a estos pacientes, y la única que cuenta actualmente con un documento específico que pretende evitar dicha variabilidad en el tratamiento de la insuficiencia renal crónica.

• Dado que esta enfermedad afecta al 6% de la población española y constituye un importante factor de riesgo cardiovascular, sería necesario contar con una mayor implicación del primer nivel asistencial en la prevención y detección precoz de esta patología.

• El presidente del FEP ha destacado dos cuestiones básicas en relación con la calidad de vida de estos pacientes: la potenciación de la educación terapéutica y sobre estilos de vida saludables, y la gestión de posibles incertidumbres relacionadas con la espera del trasplante y con el acceso a la diálisis.

Sevilla, 26 de febrero de 2008. ? La variabilidad asistencial en relación con el tratamiento de la insuficiencia renal crónica es uno de los mayores obstáculos con que choca actualmente el abordaje de esta enfermedad?, ha señalado el Dr. Pedro Aljama, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Reina Sofía, de Córdoba, durante su intervención en un encuentro sobre esta patología celebrado en Sevilla, organizado por el Foro Español de Pacientes y la Universidad de Pacientes, con la colaboración del Servicio Andaluz de Salud de la Consejería de Salud, la Sociedad Andaluza de Nefrología, la Federación Andaluza de Asociaciones para la Lucha Contra la Enfermedades Renales y la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica contando con el patrocinio de la compañía biotecnológica Amgen.

Dicha heterogeneidad se da fundamentalmente entre comunidades autónomas, debido fundamentalmente a sus diferentes marcos reguladores, y se refiere a aspectos tales como la medicación o el traslado a los centros de diálisis. A este respecto, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) ?debería estar al margen de debates políticos y dedicarse en exclusiva a coordinar asuntos como éste?, ha demandado el Dr. Aljama.

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), Andalucía es una de las comunidades autónomas que mejor asistencia ofrece a estos pacientes, y la única que cuenta actualmente con un documento específico (Proceso Asistencial Integrado) cuya implementación, todavía en marcha, pretende evitar al máximo la variabilidad clínica en el tratamiento de la insuficiencia renal crónica.

Dado que la insuficiencia renal crónica afecta al 6% de la población española y constituye un importante factor de riesgo cardiovascular, ?sería necesario contar con una mayor implicación del primer nivel asistencial en la prevención y detección precoz de esta patología, que supone la pérdida progresiva de masa funcional de un órgano tan importante como el riñón?, ha explicado el Dr. Aljama.

Además de la variabilidad asistencial, ?existen importantes diferencias regionales en relación con los criterios por los cuales una persona con insuficiencia renal crónica es considerada o no apta para un determinado trabajo?, ha apuntado el Dr. Albert J. Jovell, presidente del FEP, quien también destaca las dificultades económicas que tienen muchos de estos pacientes para afrontar los gastos derivados de esta enfermedad, y la falta de información que se les suele dar durante el tratamiento.

El Dr. Jovell ha destacado dos cuestiones básicas en relación con la calidad de vida de los enfermos con insuficiencia renal crónica: la potenciación de la educación terapéutica y sobre estilos de vida saludables, y la gestión de posibles incertidumbres relacionadas con la espera del trasplante y con el acceso a la diálisis y a los tratamientos de soporte. ?El correcto abordaje de estos asuntos sólo es posible en reuniones en las que se escucha la voz de los pacientes, como ha sido este caso concreto?.

Lo mismo opina Carlos Ballesteros, vicepresidente primero de la Federación Andaluza ALCER, quien ha señalado que ?el aumento de la supervivencia de los pacientes con insuficiencia renal crónica no siempre va acompañado de una mejora de la calidad de vida, que suele verse afectada tanto por las alteraciones físicas asociadas a la enfermedad como por el elevado nivel de implicación que exigen los tratamientos y los trastornos derivados de éstos?.

Como en otros procesos, el diagnóstico precoz condiciona el que se pueda hacer una programación pormenorizada en virtud de las características particulares del paciente y del tipo de insuficiencia renal crónica que padece, siendo la diálisis, en primer lugar, y el trasplante, en segundo, el tratamiento estándar de esta enfermedad. ?Los medicamentos disponibles enlentecen el proceso de degeneración de la función renal?, ha apuntado.