Notas de prensa
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La Red de Investigación de Enfermedades Tropicales (RICET) demuestra la importancia de este tipo de investigación en tiempos de crisis
¿Qué herramientas son las que están permitiendo estudiar la emergencia en estos momentos de enfermedades tropicales en nuestro entorno? La vigilancia y el control de las enfermedades infecciosas tropicales importadas por inmigrantes y viajeros y de las enfermedades infecciosas emergentes en España, justifica por sí misma toda la labor de investigación y control que realiza la única Red de Investigación de Enfermedades Tropicales existente en España, la RICET.
Sobre lo que ya no se sabe si es importación, emergencia o reemergencia de enfermedades tropicales en nuestro país, el Dr. Agustín Benito, Coordinador de la RICET, pone como ejemplo lo ocurrido con el río Cavu, una de las zonas más turísticas al sur de Córcega en la zona de Porto Vecchio. Familias de franceses y alemanes que se bañaron allí durante 2011, 2012 y 2013 contrajeron la enfermedad causada por Schistosoma haematobium y no habían reportado salida de Europa. La Esquistosomiasis urinaria, Bilarziosis o Bilharziasis es una enfermedad enfermedad parasitaria crónica causada por duelas (trematodos) del género Schistosoma. Al menos 230 millones de personas necesitan tratamiento cada año. Hay constancia de la transmisión de esta enfermedad en 77 países, pero el mayor riesgo de infección se concentra en 52 países, principalmente en África y Oriente Medio. El brote continúa en estudio pero se sospecha que los caracoles del área han sido capaces de hacer de hospedadores intermediarios capaces de transmitir las fases infectivas al agua y de ahí infectar a los humanos.
Las personas se infectan cuando las larvas del parásito, liberadas por caracoles de agua dulce, penetran en la piel durante el contacto con aguas infestadas. En el interior del organismo, las larvas se convierten en esquistosomas adultos, que viven en los vasos sanguíneos, donde las hembras ponen sus huevos. Algunos de esos huevos salen del organismo con las heces o la orina y continúan el ciclo vital del parásito. Otros quedan atrapados en los tejidos corporales, donde causan una reacción inmunitaria y un daño progresivo de los órganos.
Los síntomas de la esquistosomiasis son causados por la reacción del organismo a los huevos del gusano, y no por el gusano en sí mismo. El signo clásico de la esquistosomiasis urogenital es la hematuria (sangre en la orina). En los casos avanzados son frecuentes la fibrosis de la vejiga y los uréteres, así como las lesiones renales. El cáncer de la vejiga es otra posible complicación tardía. Las mujeres con esquistosomiasis urogenital pueden presentar lesiones genitales, hemorragias vaginales, dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y nódulos vulvares. En el hombre puede ocasionar trastornos de la vesícula seminal, la próstata y otros órganos. La enfermedad puede tener además otras consecuencias tardías.
Los datos epidemiológicos apuntan a una transmisión autóctona de Schistosoma haematobium durante los años 2011 y 2013 según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y el Centro Colaborador de la OMS para el estudio de relaciones entre caracoles y Schistosoma de Permignan en Francia que es quien está realizando el estudio del brote y confirmación de los casos.
Históricamente se ha descrito al caracol Bulinus spp en el sur de Córcega, y las condiciones climáticas en el área han permitido desarrollarse a éstos ya que necesitan temperaturas que oscilan entre los 25º a 30º grados.
Esta reunión de investigadores de la RICET servirá también para analizar el desarrollo de herramientas de seguimiento y control de la reaparición y propagación de la leishmaniasis en España. Serán analizados los principales biomarcadores de susceptibilidad, resistencia y cura en la leishmaniasis humana. También la distribución espacial y casos tratados en el Hospital de Fuenlabrada de Septiembre 2009 a Abril 2013, la respuesta celular y humoral frente a proteínas recombinantes de Leishmania y el seguimiento clínico de pacientes con leishmaniasis.
Las leishmaniasis son un grupo de enfermedades, causadas por diversas especies del género Leishmania que producen cada año unos 2 millones de personas afectadas en más de 90 países. Alrededor de medio millón de estos casos son de leishmaniasis visceral, la forma más temible por ser la más mortal si no se trata a tiempo.
El protozoo parásito de la especie Leishmania es trasmitido por la picadura del mosquito hembra aparentemente inocuo de las especies Phlebotomus (en el viejo mundo) y Lutzomyia (en América), permitiendo que el parásito entre en nuestro organismo y se multiplique. La presentación de la enfermedad es insidiosa y en pocas semanas se padecen infecciones recurrentes que hacen de la leishmaniasis una asesina silente. El perro es un reservorio importante del parásito para su transmisión al hombre.
La enfermedad de Chagas es otra de las grandes áreas de investigación de la RICET. Considerada como desatendida por la OMS, la enfermedad de Chagas tiene más de 30.000 casos en España aunque sea endémica del continente americano. Afecta a más de 10 millones de personas, presentando elevados índices de morbilidad y mortalidad. Las heces de una chinche llamada vinchuca que habita en las grietas de paredes y tejados en viviendas de adobe y paja, son la forma más frecuente de transmisión del parásito Trypanosoma cruzi causante de la enfermedad. También se puede contraer al beber el jugo de ciertas frutas, porque el parásito puede vivir 30 días en su interior.
La llegada de población inmigrante procedente de áreas endémicas americanas en estas últimas décadas y las mujeres gestantes de estas poblaciones son la principal fuente de posible transmisión en nuestro país. Curiosamente esta transmisión congénita en España es muy superior a la que se está dando en Latinoamérica. Todo eso hace que la enfermedad se esté expandiendo en nuestro país, creando un problema sanitario que además lleva parejo un altísimo coste económico.
Factores de riesgo, anticuerpos, tipificación de cepas infectantes, biomarcadores inmunológicos y evolución de los marcadores serológicos, son algunos de los aspectos científicos sobre la enfermedad de Chagas que serán abordados por los investigadores de la RICET.