Notas de prensa
- SIDA
- General
Las comorbilidades en el paciente con infección por VIH son frecuentes y tienen una implicación pronóstica
- El manejo de las comorbilidades asociadas al VIH ha sido el principal tema abordado
- El proyecto Implícate ofrece a los pacientes una atención multidisciplinar con la que mejorar su calidad de vida a largo plazo
- Omsida ha recalcado que “es fundamental crear nuevos programas de prevención y disminuir el retraso diagnóstico implicando a todos los agentes sociales en la defensa de los derechos de las personas con VIH”
Zaragoza, 07 de Julio de 2014.- La Asociación para la ayuda a personas afectadas por VIH/SIDA de Aragón (Omsida) con la colaboración de la biofarmacéutica AbbVie ha celebrado en Zaragoza un taller formativo para concienciar a 35 asociados de la importancia que tienen los hábitos de vida, el tratamiento y las comorbilidades en la calidad de vida a largo plazo, destacando también los aspectos positivos del tratamiento antirretroviral frente a los posibles efectos adversos.
Se trata de una acción más del proyecto Implícate para mejorar el conocimiento acerca de la infección y contribuir a mejorar la calidad de vida a largo plazo de las personas que viven con VIH. En concreto, han sido las doctoras Mª José Crusells e Isabel Sanjoaquín, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Clínico Lozano Blesa, las encargadas de abordar este taller en el que han trasladado la necesidad de crear nuevos programas de prevención y disminuir el retraso diagnóstico en estos pacientes.
Comorbilidades asociadas al VIH
Las etapas de las personas con VIH presentan distintas necesidades, problemas específicos y condicionan la elección del tratamiento. Teniendo en cuenta que el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica, cada vez es más importante preservar la calidad de vida a largo plazo y controlar una serie de complicaciones asociadas al envejecimiento que, en personas con VIH, tienen lugar de forma prematura. Para ello, el programa Implícate aborda temas como alteraciones neurocognitivas, alteraciones renales, cáncer, menopausia, osteoporosis y riesgo cardiovascular.
Crusells ha destacado las alteraciones en la función ósea y renal, muy relacionadas con el aumento de la esperanza de vida y el correspondiente envejecimiento de la población con VIH, pero también con algunos antirretrovirales que pueden empeorar la densidad ósea y el funcionamiento del riñón, especialmente cuando hay otras patologías u otros tratamientos que también son tóxicos para este órgano.
En el caso de la osteoporosis, el riego se multiplica por 4 y el 30% sufre también alteraciones renales. “Es necesario anticipar un adecuado cribado de la enfermedad renal y ósea, realizar una evaluación periódica, así como el seguimiento y ajuste de fármacos nefrotóxicos y osteotóxicos”, ha asegurado la experta.
La doctora también ha desvelado cuáles son los retos clínicos en relación con la mujer con VIH en la menopausia. Estas mujeres sufren los mismos problemas que la población femenina en general cuando llegan a la menopausia. Pero además, se tienen que enfrentar a las consecuencias de vivir más tiempo con la infección y haber estado expuestas por tiempo prolongado a los fármacos antirretrovirales con la toxicidad sumatoria que esto supone.
Por su parte, la doctora Sanjoaquín ha trasladado la necesidad de tratar los deterioros neurocognitivos como la depresión y la ansiedad. “La patología neurológica en los pacientes VIH preocupa cada vez más a médicos y pacientes, ya que la prevalencia de depresión y trastornos psiquiátricos es más elevada que en la población general”. La experta ha concluido que los pacientes viven más tiempo, prácticamente como la población general, por esto es importante hacer prevención. “Para conseguir normalizar la calidad de vida no solo hay que controlar la propia infección por el VIH y las enfermedades oportunistas que ella origina, sino también evitar o revertir las comorbilidades anteriormente mencionadas y los efectos adversos del tratamiento antirretroviral. Tal normalización debe incluir no solo la supresión de todos los síntomas, sino también otros aspectos físicos, psicológicos…”.
El VIH en Aragón
Juan Ramón Barrios, presidente de Omsida, ha valorado durante esta jornada de formación la contribución de Implícate en el plano educativo: "el objetivo es ser una herramienta más para la autogestión de la enfermedad por parte de los pacientes. En la actualidad, con la cronificación de la infección, son más los pacientes que acuden a nosotros para buscar información asequible y fácil de entender sobre su proceso, además de ayuda y acompañamiento”.
Esta labor es muy importante ya que el 46% de los diagnósticos que se dan en Aragón son tardíos, lo que dificulta el tratamiento de la enfermedad. Además, cuando una persona inicia el tratamiento disminuye un 96% las posibilidades de infección. Según el presidente de Omsida, en la Comunidad hay actualmente más de 5.000 personas portadoras del VIH, aunque el 30% de ellas lo desconoce. “Es fundamental crear nuevos programas de prevención y disminuir el retraso diagnóstico implicando a todos los agentes sociales en la defensa de los derechos de las personas con VIH”, ha sentenciado.
Campaña “Implícate”
Las asociaciones de pacientes Apoyo Positivo, Hispanosida y Adhara junto con un comité de médicos especialistas en VIH con la colaboración de AbbVie comenzaron en septiembre de 2013 una campaña de concienciación bajo el nombre “Implícate en tu VIH. Responsabilízate de tu salud”, con el objetivo de mejorar la calidad de vida a largo plazo de las personas que viven con VIH, contribuir a normalizar la enfermedad eliminando el estigma asociado a ella, implicar a todos los agentes sociales en la defensa de los derechos de estas personas y concienciar a todos los ‘implicados’ en el manejo del VIH.