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- 22 de noviembre de 2023
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Noviembre, mes del cáncer de pulmón
Personas invisibles se citan ante el Ministerio de Sanidad para evidenciar cómo se sienten los pacientes con cáncer de pulmón
Bajo el lema “Rompamos la brecha pulmonar en cáncer de pulmón”, estas personas invisibles esconden los rostros y las historias de pacientes y familiares, que se han visto afectados por esa inequidad geográfica y el acceso tardío a la innovación que se da en España
“Rompamos la brecha pulmonar en cáncer de pulmón”, “En cáncer de pulmón, cada vida cuenta”, “No todos contamos. Hay pacientes invisibles”, son algunos de los mensajes que han coreado estas personas durante su ruta por la ciudad, que ha culminado delante del de la cámara parlamentaria.
“Detrás de cada ‘persona invisible’ se esconde una persona afectada, ya sean pacientes o familiares de pacientes de cáncer de pulmón, que reclaman un acceso más equitativo y ágil a una innovación que ya existe pero que no llega del mismo modo a toda España y eso genera desigualdades entre comunidades autónomas, e incluso entre poblaciones dentro de una misma comunidad ”, explica Bernard Gaspar, presidente de la Asociación Española de Afectados por Cáncer de Pulmón, quien ha capitaneado a este grupo de personas que han recorrido las calles de Madrid este martes.
Así, se ha podido ver a distintos grupos de estas personas invisibles realizando turismo, paseando, disfrutando de un café con amigos o yendo al trabajo… Y es que cada vida cuenta, también las suyas, y cada minuto en el que no se encuentran soluciones globales para hacer frente al cáncer de pulmón, es un minuto que aleja a estas personas de poder seguir haciendo una vida normal.
Uno de sus principales reivindicaciones ha sido poner de manifiesto que, en el ámbito de los tratamientos, pacientes que residen en poblaciones más pequeñas pueden tener más dificultades para acceder a alternativas terapéuticas que solo se realizan en la capital de su provincia o incluso en la de su comunidad autónoma. Por ejemplo, la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) estima que, 60 minutos, debería ser el tiempo de viaje por trayecto máximo[1] al que debería estar cualquier unidad de radioterapia de sus pacientes. Cualquier paciente que tenga su centro de tratamiento a una distancia mayor se encontraría ante un problema de inequidad frente a otros pacientes de cáncer de los diferentes territorios nacionales.
En cambio, hay unidades en todas las provincias españolas excepto en algunas de Castilla y León o Aragón. En estos lugares, los pacientes tienen que hacer largos desplazamientos o buscar alojamiento cerca de su hospital de referencia, lo que implica un esfuerzo físico, mental y económico que no todas las familias pueden soportar.
A nivel de diagnóstico, también se producen diferencias significativas entre pacientes del territorio español, cuando no todos tienen la posibilidad de acceder a programas de diagnóstico molecular si su centro de referencia no dispone del equipamiento necesario para llevarlo a cabo. Este tipo de diagnóstico es el que permite identificar mutaciones específicas en el ADN del tumor que posibilitan el acceso de esos pacientes a inmunoterapias de última generación y tratamientos dirigidos.
“Un buen diagnóstico le ofrece al paciente la posibilidad de acceder a ensayos clínicos o tratamientos dirigidos a su mutación concreta que, de nuevo, pueden no estar a su alcance dependiendo de su lugar de residencia. Como médico, te sientes impotente cuando la solución para tu paciente implica tener que cambiar de hospital o desplazarse 150 km”, comenta el doctor Mario Gil, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y doctor en ciencias de la salud (PhD) por la URJC, más conocido por su faceta como influencer (@mariuslekker), y que ha querido dar soporte a la iniciativa a través de uno de sus sketchs cómicos. En él, y desde el humor y la ironía, ha puesto de relieve algunas de las desigualdades a las que se enfrentan estos pacientes.
El cribado, una opción de detección temprana que tampoco acaba de llegar
Los programas de cribado son procesos de diagnóstico precoz que funcionan de modo óptimo para detectar lesiones precancerosas y mejorar el pronóstico de muchos pacientes, ya que consisten en la realización de pruebas diagnósticas a personas que, en principio están sanas, pero que forman parte de un grupo de riesgo.
En este sentido, su uso en cáncer de colon y cáncer de mama ha permitido mejorar notablemente el índice de supervivencia media en ambos cánceres, que ahora se sitúa en el 85% a 5 años, para mama, y que ha mostrado un aumento de la supervivencia a 5 años del 23,4% en las personas con cáncer de colon que han participado, frente a las que no lo han hecho.
Así, según los últimos datos publicados (EUROCARE-4), solo el 10,7% de los pacientes que sufren un cáncer de pulmón sobrevive más de 5 años. Junto con los tumores de hígado, páncreas y esófago, los de cáncer de pulmón son los que tienen peor pronóstico, tanto en España como en el resto del mundo, no solo por lo agresivo del tumor en sí, sino también por la dificultad de realizar un diagnóstico precoz a través de un cribado.
Con la cercanía del Día Internacional del Cáncer de Pulmón, que se celebra el próximo 17 de noviembre, AEACaP está preparando diferentes acciones con las que incidir específicamente en la urgencia de que los dirigentes políticos y las autoridades sanitarias, consideren por fin una prioridad las necesidades de los pacientes de cáncer de pulmón, para que estos dejen de sentirse invisibles.
[1] Health equity [website]. Geneva: World Health Organization; 2019 (https://www.who.int/topics/ health_equity/en/, accessed 1 April 2019).